Por: Jaime Palau

Los equipos profesionales de la Liga Mexicana de Béisbol inician sus entrenamientos y juegos de preparación un par de meses antes del comienzo de cada temporada. Se organizan giras para jugar partidos amistosos por ciudades de la república mexicana donde existe mucha afición a este deporte y no tienen la oportunidad de ver partidos profesionales. Normalmente se enfrentan a una selección de los mejores jugadores locales.

A principios de marzo de 1972, vinieron a la Verde Antequera a realizar un partido de preparación los Cafeteros del Córdoba. El partido se realizó en el Estadio Eduardo Vasconcelos, propiedad de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca y actual casa de los Guerreros de Oaxaca.

Recuerdo haber asistido un domingo en la mañana a ese partido. Por la escuadra local participaban los peloteros más destacados de la liga local en esa época, como eran el Dr. Jorge Fernando “Kitus” Iturribarría Bolaños o Don Eloy “Popeye” Martínez Vigil, (qepd), el manager de los Cafeteros era Mario “Toche” Peláez, lanzador estelar en sus tiempos de jugador activo, y su segunda base titular era Roberto Castellón Yuen.

Terminando el juego entré a la caseta visitante a solicitar me firmaran de recuerdo una pelota que había salido de faul durante el partido y que había ganado corriendo y peleando contra muchos otros fanáticos en la tribuna. Todos los integrantes del equipo me firmaron, al mismo tiempo que yo le hacía a Don «Toche» mil preguntas de la vida de un profesional de este maravilloso deporte, de cómo viajaban por el país en autobús recorriendo ciudades y estadios, yo tenía solo 10 años y esa información me hacía soñar despierto imaginándome todo lo explicado.

Esa temporada, como en un cuento de hadas, el Córdoba, en su año de regreso a la Liga Mexicana. Consiguió el campeonato… no lo creía, tenía la firma del equipo y del mánager campeón.

Desafortunadamente con los años perdí la bola, con pesar me enteré que Mario “Toche” Peláez falleció el 12 de febrero del 2011 a los 72 años de edad, 39 años después de que lo conocí en persona. Siempre lo admiré por su sencillez al contestar con toda paciencia mis preguntas de niño, descanse en paz.

Imagen:beisbolsinaloa.com