Por: Alfredo Woolrich

Cuántas veces no hemos oído entre los técnicos de nuestros equipos, que se decantan por aquellos futbolistas que traen una racha goleadora de dos partidos y que si al tercero no marcan, los tachan de suertudos y quizá los releguen hasta el banco de suplentes.

Es común entre aficionados, entrenadores y comentaristas que asocien la racha goleadora de un futbolista a la probabilidad, si lleva dos partidos anotando es probable que también anote en el tercero. El fútbol es a todas luces un deporte en el que los eventos pueden ser analizados bajo el tamiz de las probabilidades estadísticas, aunque también no se puede dejar de lado la suerte o el azar, de otra forma no se podrían explicar heroicas gestas como la del Alcorcón ante Real Madrid en 2009 o la reciente participación del Mirandés en la Copa del Rey.

Entonces, si llevo marcando gol en los últimos partidos con el equipo de mi cuadra o si Eduardo Herrera de Pumas ha anotado contra Puebla y León, ¿el hecho de conseguir más anotaciones responde a un fenómeno azaroso o científico?Psicólogos de la City University de Londres, analizaron una pequeña muestra de futbolistas de la Premier League, de los cuales el 87% respondió que el hecho de estar en una racha goleadora de dos partidos aumenta las posibilidades de extenderla a un tercero.

Como esta respuesta procedía solamente de la percepción de los encuestados, los científicos procedieron a analizar la cuota goleadora de doce delanteros a lo largo de dos temporadas. Haciendo cálculos, el verdadero resultado tras estudiar más de 800 partidos determinó que la probabilidad de marcar no influye sí se ha anotado gol en encuentros anteriores, en otras palabras, lo que conocemos como racha es producto del azar.

Lo que sí arrojó este análisis fue el efecto contrario. Por ejemplo, si Fernando Torres después de su transferencia del Liverpool al Chelsea no marcó en varios partidos, su moral vino en picada, perdió la confianza en si mismo, se le veía bajo de forma; entonces volver a marcar y consolidarse como un goleador de élite, está significando un mayor esfuerzo.

“Una característica del razonamiento humano es que las personas tienden a ver patrones allí donde hay aleatoriedad”, finalizan los psicólogos Peter Ayton y Anna Braenberg en el volumen Myths and facts about football.

Cuando el cansancio aqueja al final de la primera parte, el defensa se descuida y cae un gol al minuto 44, se piensa que puede tener un efecto negativo en el equipo y que sea más complicado pensar en la remontada. Otro mito desmentido por estos científicos, quienes tras analizar 355 partidos de la Premier League que llegaron al descanso con 1-0 en el marcador, no establecieron relación estadística entre el resultado final del partido y el minuto en que se marcó el gol en el primer tiempo.

En otro tópico investigado, el color del uniforme no merma en el desempeño de un equipo. La psicología del color ha comprobado que el rojo opera subconscientemente en el ser humano como el color dominante en muchas especies y puede significar diferencia en enfrentamientos cerrados, pero sólo tiene impacto en los deportes de combate no en el fútbol.

La Universidad Cornell de Nueva York llegó a la conclusión de que el color de la camiseta sí puede tener una influencia en deportes de equipo, aunque no sobre el rival, sino sobre el árbitro quienes suelen ser más indulgentes ante clubes con jerseys claros que con los que visten con colores oscuros. Según la interpretación de los investigadores, esto ocurre porque el blanco se asocia subconscientemente a comportamientos bondadosos y el negro, a comportamientos agresivos.

¿Por qué los equipos con mejor desempeño en temporada regular pueden cerrar sus partidos en casa? ¿Representa una ventaja Real? Los investigadores británicos de la Universidad de Westminster (Reino Unido) analizaron los resultados de 6.182 eliminatorias de competiciones europeas en un periodo de más de 50 años.

El resultado no es contundente, pues de 1955 a 2006, un 55% de las eliminatorias fueron ganadas por los equipos que cerraron en casa. La interpretación no es del todo clara, pues en el período de 1950 a 1960 la ventaja era del 57%, mientras que en nuestros días se ha reducido al 52%.

No es ningún secreto que la unión del equipo dentro y fuera de la cancha provoca mejores resultados. Pero más allá de la intuición Daniel Kahneman y su equipo en la Universidad Hebrea de Jerusalén analizaron 125 goles de la Liga de Israel, en donde aquellos equipos donde sus goleadores celebran con los demás tienen mejores números que aquellos clubes donde los autores del gol reclaman la gloria solo para ellos.

Cristiano Ronaldo y Messi ganan una cantidad estratosférica de dinero por sus habilidades futbolísticas ¿Es el sueldo determinante en el rendimiento de un jugador? Economistas suizos, alemanes y australianos se hicieron esta pregunta, pero tuvieron como sujetos de estudio a los profesionales de la Bundesliga durante ocho temporadas

Concluyeron que el sueldo medio que se paga en un equipo no tiene una influencia significativa en el rendimiento de los jugadores, esto es que si en un mismo equipo todos ganan más o menos una cantidad similar los futbolistas dan resultados pares; pero cuando el sueldo de un jugador es inferior al sueldo promedio del club, su rendimiento baja y su motivación es inversamente proporcional a las diferencias salariales con sus compañeros.

Finalmente, la rotación de futbolistas genera que el rendimiento de toda la plantilla sea mayor. Es por esto que los grandes clubes europeos a pesar de tener más de 35 jugadores registrados para la temporada rara vez tengan un bajón significativo en resultados.

La ciencia puede ser aplicada al fútbol y a todos los deportes para eliminar creencias absurdas y basadas en la intuición y tener herramientas para generar estándares más profesionales en la administración y manejo de equipos competitivos.

Foto: @Leo Messi