eloriente.net/ Secretaría de Salud

29 de octubre de 2012

  • Si el principal problema es de coordinación o habilidades motoras, debe hacer actividad física diaria durante media hora y de preferencia individual
  • Se debe al mal funcionamiento de los circuitos de dos sustancias cerebrales llamadas dopapina y norepinefrina

Los niños que son muy impulsivos, tienen problemas de falta de atención e hiperactividad, a tal grado que les genera problemas en la vida cotidiana y en la escuela, pueden padecer trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) un problema psiquiátrico frecuente en la infancia.

Así lo dio a conocer en entrevista el especialista adscrito al Departamento de Neurología del hospital Infantil de México “Federico Gómez”, Eduardo Barragán, quien añadió que este problema afecta a 5% de la población infantil de México.

En casa tienen dificultades para seguir las directrices que les marcan y parece que no escuchan cuando se les habla, no pueden organizarse y en la escuela cometen errores. Con frecuencia saltan de una tarea a otra sin terminar, ya que evitan situaciones que implican un nivel constante de esfuerzo mental.

La impulsividad se caracteriza porque con frecuencia actúan de forma inmediata sin pensar en las consecuencias, están inquietos, activos en situaciones en que es inapropiado, hablan de forma excesiva, responden antes de que la otra persona termine, tienen dificultad para esperar su turno y frecuentemente interrumpen. En la hiperactividad lo más característico es la excesiva actividad motora, los niños siempre están en movimiento, corren, saltan y nunca quieren ir de la mano.

El TDAH es un problema de predisposición genética heredada de los padres, y se presenta cuando también hay otros factores como la prematurez, peso bajo al nacimiento, tabaquismo, consumo de bebidas alcohólicas o drogas por parte de la madre durante el embarazo y trastornos de personalidad en la familia.

Su origen es el mal funcionamiento de los circuitos de dos sustancias cerebrales llamadas dopapina y norepinefrina en la región frontal del lado derecho, encargada de la atención y el control de la hiperactividad e impulsividad.

Esta alteración se detecta en la edad escolar, sin embargo, los padres de familia deben estar alertas porque su hijo puede desarrollar el TDAH si fue prematuro y tiene problemas de desarrollo psicomotriz y habilidades durante el primer año de vida.

La falta de atención médica del trastorno incrementa la posibilidad de que el menor incurra en actos de vandalismo, mentira, robo, consumo temprano de bebidas alcohólicas, tabaco y drogas, además de embarazos no deseados como una forma de resolver el sentimiento de frustración que trae consigo.

El especialista en Neurología del hospital Infantil de México indicó que el tratamiento es terapéutico, individual y familiar, y quienes tienen mayor disfunción se les recetan fármacos con los cuales más de 90% de los pacientes mejora su estado de salud desde la primera o segunda semana de inicio de tratamiento.

Si no si no reciben atención médica, en algunos adolescentes se disparan los problemas de personalidad y afectivos, además aclaró que de acuerdo con los estudios de seguimiento, ningún fármaco provoca adicción, ni daños cerebrales o a otros órganos o sistemas.

El tratamiento habitual dura alrededor de dos años y la mayoría de pacientes lo suspende al llegar a la adolescencia porque ya no lo requiere, debido a que la explosión hormonal de testosterona y estrógenos favorece la madurez de las regiones cerebrales que ayudan a modular y controlar el impulso y la atención, por lo que los síntomas desaparecen o disminuyen.

Recomendó que hagan actividad física diaria durante media hora, de preferencia individual, como artes marciales, caminata, natación o tenis, y evitar los juegos en equipo porque empeoran la frustración a la que está expuesto.

 

Foto: Strocchi, Algunos derechos reservados.