Por: Alfredo Woolrich

Primer Ministro de Italia o propietario del AC Milan. Fuera de la bota itlálica son las dos facetas conocidas para Silvio Berlusconi, al igual que su calificativo de polémico, tanto en el deporte como en la política. Pero la actividad del hombre mediterráneo no se limita a estos dos roles.

Se abstuvo de las mieles ofrecidas por los cargos públicos hasta bien entrado en sus 58 años de edad. Cuando se decidió en 1994, la fama que le precedió como exitoso empresario e inversionista le ayudó en sus aspiraciones políticas. Desde entonces, la figura de Berlusconi ha logrado servir al pueblo italiano durante tres períodos distintos como Presidente del Consejo de Ministros. El grado de poder que ostenta el milanés es directamente proporcional a las veces que ha estado en el ojo del huracán.

Al día de hoy, es noticia por ser uno de los imputados en el caso Mediaset. Declarado culpable por fraude fiscal, inhabilitado para ocupar cargos públicos y sentenciado a 4 años de prisión, que sin duda sus abogados apelarán a una segunda instancia, como ocurrió en 1998 con el caso Oliverian. En esa ocasión, Il Cavaliere fue condenado a 2 años y 9 meses en prisión. Nunca ingresó a ella.

Licenciado en Derecho por la Universidad de Milán, desde muy temprano en su vida profesional Berlusconi daba muestras de su afán emprendedor. Atraído por el tema publicitario, mismo que trató en su tesis profesional, destaca por ser dueño de Publitalia, el grupo especializado en el tema de más renombre en el país.

A la par de su ascenso en el campo publicitario, no sorprendió que recalara en un segmento más amplio como los medios. Fundó su primer canal local de televisión en 1974, Telemilano, y a partir de entonces se dedicó a la creación y compra de diversos espacios en el sector de la comunicación.

Acabó con el  monopolio televisivo en su país, compró la famosa productora Endemol, encargada de concebir formatos de programas que luego se adaptan a cada país. En México se le recuerda por las diferentes versiones del reality show Big Brother.

Accionista mayoritario de Blockbuster, portales de acceso a Internet, Olivetti; de a poco el caballero italiano fue construyendo su imperio mediático y por medio de Mondadori controla actualmente un tercio del sector editorial en Italia. Para amalgamar todas sus empresas de televisión, prensa, edición, Internet y publicidad, creó el conglomerado Fininvest, que ahora se llama Mediaset y es precisamente el que ahora le produce dolores de cabeza.

De religión católica, partidario de la derecha, masón y relacionado una y otra vez con la mafia, contribuyó en la construcción del proyecto del Milano Due, un residencial de más de 10 mil apartamentos en los suburbios de Milán. Sus múltiples facetas empresariales, aunado a sus diversos cargos en la política, lo consolidan como el sexto hombre más rico de Italia, con una fortuna estimada en 5.9 mil millones de dólares en 2012 según Forbes, cuando el año pasado dominaba la lista en su país con algunos miles de millones más.

Presidente de Forza Italia y Popolo della Libertà, partidos que lo han llevado al poder como Premier Italiano, el también otrora Ministro de Relaciones Exteriores enfrenta un momento álgido tanto en política como en sus negocios, el golpe sufrido por Mediaset seguramente mermará sus finanzas, sumado a que desde el año pasado renunció como lo había prometido a su cargo en el gobierno. Las relaciones establecidas a lo largo de su trayectoria invitan a pensar que Il Cavaliere superará con más gloria que pena esta etapa y liderará un proyecto ya anunciado para llevar al AC Milan a lo más alto de Italia y Europa nuevamente, único hecho que realmente debe importarnos a los amantes de este deporte.

Foto: @Silvio Berlusconi

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