Por: Jaime Palau Ranz

La pregunta.

¿Sabe usted cual es el criterio para considerar que un pelotero con el porcentaje más alto de bateo durante una temporada completa, pueda ser confirmado como el campeón de bateo de ese año? La respuesta al final de la columna.

Con relación a mi columna de la semana pasada, recibí algunos correos con preguntas y comentarios, que derivan en los tres siguientes apuntes y precisiones:

Miles de almas.

Al estadio del Seguro Social lo llamé catedral de béisbol por toda la historia deportiva ahí ocurrida, varios lectores me recordaron que en septiembre de 1985 fue utilizado como un enorme anfiteatro para recibir miles de cuerpos de los fallecidos en el terremoto que devastó la capital del país, ahí se emitieron infinidad de certificados de defunción y el punto de encuentro para identificar familiares desaparecidos, fue una tragedia que lo convirtió en un parque fúnebre, en opinión de algunos, esas miles de almas que quedaron vagando marcaron el destino de ese estadio hasta cerrar sus puertas en el año 2000.

Programas de a peso.

Recibí correos solicitando una descripción de la información que contenía el programa oficial que se vendía en un peso a principio de los años setentas en el estadio del Seguro Social, es la siguiente:

-Lugar de origen, altura y peso de todo el róster, incluyendo manager, couches y jugadores, de éstos últimos, cuál era su posición en el campo, con que brazo tiraban la bola y de qué lado bateaban, de los dos equipos locales, que eran los Diablos Rojos y los Tigres Capitalinos.

-También se informaba de los otros equipos existían en ese momento en la clase AAA de Liga Mexicana y quienes eran sus jugadores y cuerpo técnico.

-Presentaba un rol completo de juegos de la temporada regular, una trivia para saber si el lector conocía de reglas; comentaba anécdotas interesantes como por ejemplo la proeza de los Tigres de 1955 en su año de debut en la liga, cuando vinieron de atrás del último lugar que ocupaban el 4 de junio para ganar el campeonato gracias a los peloteros que le mandó los Piratas de Pittsburg con quienes tenían un convenio de trabajo.

-Mostraba fotos de los peloteros estrellas, enseñaba como llenar un box score y traía uno impreso para llevar la anotación de ese juego.

-Enlistaba los nombres de los anotadores oficiales de cada equipo y los de los hombres de azul, debido a que solo estaban inscritos doce equipos en 1971, había seis tercias de ampáyers, finalmente aparecían en esas guías oficiales los comerciales de las casas patrocinadoras de esa época, como eran relojes Steelco y crema Dermán contra el pie de atleta, toda información de utilidad para el buen aficionado.

No fueron elevados.

Ya se llevó a cabo la votación de los periodistas para elegir nuevos inmortales al Salón de la Fama, había nombres notables por sus récords como Barry Bonds, Sammy Sosa o Roger Clemens que aparecían por primera vez, tal como lo anticipé la semana pasada, ninguno recibió el apoyo suficiente por parte de los periodistas con voto autorizado, el fondo son las acusaciones de uso de sustancias prohibidas que les ayudaron a mejorar su desempeño, pocas veces en la historia ha sucedido como en este año, nadie consiguió el 75% de los votos necesarios para ser electo, de hecho ninguno de ellos tres llegó al 40%, habrá que esperar, son elegibles 5 años después de retirarse y les quedan 14 más para conseguirlo.

La Respuesta.

A los bateadores se les valora su efectividad al revisar una gran cantidad de estadísticas distintas, las tres principales y que integran la triple corona de bateo son: el porcentaje más alto, la mayor cantidad de carreras producidas y la mayor cantidad de jonrones conectados, en el primer caso, para ser considerado a la obtención del título, hay que cumplir con un mínimo de apariciones al pentágono a batear a lo largo de la temporada, tal como lo determina la liga, puesto que de otra forma no habría una igualdad de condiciones, sería injusto considerar campeón de porcentaje de bateo a alguien que solo participara en diez partidos y tuviera una buena racha, la cual puede tener cualquiera durante un periodo corto, imaginemos que conecta de hit en la mitad de sus turnos y obtiene un excelente promedio de .500, la realidad es que a la larga siempre prevalece la realidad de cada bateador y los lanzadores los van conociendo y ajustando la manera de tirarles, solo los grandes toleteros mantienen la regularidad y constancia.

La regla indica que para pelear por el campeonato de bateo, se debe multiplicar la cantidad de juegos programados por 3.1, como ejemplo, si se planearon para jugarse 110 juegos x 3.1 = 341 turnos o apariciones en el plato a batear como mínimo.

Te hago un par de precisiones, una, no todos los juegos programados se llevan a cabo, algunos se suspenden por lluvia, aun así se deben completar las apariciones mínimas; dos, para llegar al total de turnos o apariciones se deben incluir los turnos oficiales al bate, las bases por bolas recibidas, tanto las normales como las intencionales, las veces que fue golpeado por un lanzador, los toques y los flyes de sacrificio y las oportunidades en que se le otorgó la primera base por interferencia u obstrucción del receptor, la suma de todas estas opciones debe llegar al mínimo requerido por la Liga.

Hay una excepción para que pueda ser considerado campeón de bateo un pelotero que no haya cumplido con las apariciones mínimas al término de la campaña, lo primero, tener el porcentaje más alto de bateo, segundo, se resta del total de turnos requeridos por la Liga, el número de apariciones que si consiguió, la diferencia obtenida se suma a sus turnos oficiales al bate, sin modificar el total de hits conseguidos, es como si hubiera fallado todas esas veces bajando dramáticamente su porcentaje, si después de rehacer el cálculo aun se mantiene como el más alto, se le puede reconocer como campeón.

Para mi querido hijo Miguel feliz cumpleaños.

Seguiré comentando la próxima semana.