Por: Jaime Palau Ranz

La pregunta.

¿Sabe Usted quien es el único lanzador que ha tirado un juego perfecto en una Serie Mundial, en qué año, con quien jugaba y a qué equipo le ganó? La respuesta al final de la columna.

Diferencias.

Los jóvenes peloteros nacidos en México que logran destacar en las Grandes Ligas, son verdaderamente garbanzos de a libra, casos excepcionales, su talento y facultades naturales les permite pelear por un puesto en el róster contra muchachos americanos que han recibido instrucción, tecnología y compiten en ligas organizadas desde los primeros niveles escolares.

Para que un niño mexicano adquiera el gusto por el béisbol, debe heredarlo de sus familiares, ya que no es obligatoria su práctica en colegios y son muy pocos los que cuentan con canchas deportivas y maestros adecuados, hay que inscribirse de manera complementaria en algún club de la localidad, lo que significa costo en dinero y tiempo para llevarlo, esperarlo y recogerlo a la salida en las tardes o los fines de semana cuando se realizan los juegos, suerte tendrá el joven si le toca un entrenador que ame el deporte y tenga la vocación de transmitirle los conocimientos deportivos, valores y buen ejemplo que le permitan ser una persona de bien en la vida.

En los estados de la república donde existen clubes profesionales de las ligas de verano o de invierno, generalmente propician un impulso al béisbol en esa región y apuntala el desarrollo de las ligas de esa comunidad, empezando por las infantiles donde participan niños de hasta determinadas edades, los mayores tienen la oportunidad de calificar para asistir a las olimpiadas nacionales y con ello la opción de ser observadas sus facultades por scouts de equipos profesionales, un muchacho con mucho talento que no tenga compañeros del nivel, pudiera ser que no clasifique su equipo y perderse esa ventana vital para su futuro, cuando superan la edad máxima de las ligas infantiles, deben buscarse un nuevo equipo a nivel local, las opciones que tienen son:

La tercera fuerza, generalmente se inscriben ahí las personas de mayor edad cuyas facultades han mermado y jóvenes o trabajadores de empresas que les gusta el deporte pero no tienen ni facultades ni tiempo de entrenar y solo les gusta competir los fines de semana.

La segunda fuerza es donde están la mayoría de los equipos, ahí empiezan los jóvenes con facultades que suben de la categoría infantil, también hay filiales de equipos buenos ya que ahí foguean a los que requieren pulir su talento y calidad

En la primera fuerza se encuentra lo mejor de cada localidad, los dueños de equipos normalmente son empresarios que les encanta el béisbol y le destinan a manera de patrocinio grandes cantidades de dinero, la mayoría de los peloteros cobran por participar, además pagan uniformes con el nombre del equipo y de su negocio, lo que no sirve de mucho para incrementar sus ventas, también hay que pagar pelotas nuevas, ampáyers, arreos, las convivencias y lo que haga falta.

Al término de los partidos, de todas las categorías, se procede a la tradicional reunión de jugadores y familiares que acompañaron, para celebrar la victoria u olvidar la derrota, se botanea y consumen cervezas y refrescos.

Para destacar se requieren muchas facultades, paciencia de los padres y sus entrenadores para transmitirle técnica y conocimientos, suerte para tener de compañeros a una buena camada de peloteros que permita a su equipo destacar y llamar la atención de los buscadores de talento, tener buenas actuaciones los días que sea observado, ser constante, ecuánime, maduro, poder proyectar una imagen de serenidad en el futuro cuando puedan venir éxitos, contratos y dinero.

En Estados Unidos, todas las escuelas, desde el nivel más básico hasta las mejores Universidades, sean públicas o privadas, cuentan con una gran infraestructura para practicar deportes, acuáticos, de pista y campo o de conjunto, tienen gimnasios, estadios, albercas, canchas al aire libre y techadas para invierno, todos usan vestidores, lockers, regaderas, áreas para rehabilitación en caso de lesiones, aulas con alta tecnología para revisar y estudiar cada deporte, maestros que apoyados en videos y computadoras enseñan la estrategia de cada deporte, revisan los movimientos que realiza cada atleta y dan seguimiento a cómo mejorar su técnica y rendimiento, tienen médicos, terapeutas, nutriólogos y auxiliares.

El beisbol no es la excepción, es considerado deporte nacional, así que existen ligas organizadas donde compiten todos, desde infantiles hasta universitarios, las escuelas de cada zona escolar se enfrentan entre sí, los mejores asisten a los campeonatos regionales, si destacan van a los estatales, para finalmente medirse a la elite nacional, se puede perfectamente dar seguimiento a la carrera de todos los jugadores, los scouts de las preparatorias ya tienen visualizados a los niños talentosos para darles educación adecuada, lo mismo sucede en las universidades, ofrecen excelentes becas y planes de estudios para cada deportista, para entonces, los equipos de Grandes Ligas ya los tienen identificados y firmados, le han dado seguimiento a toda una vida y saben perfectamente cómo es el pelotero en lo deportivo y en todos los demás aspectos, ya tienen proyectada su vida y reacciones cuando ganen una gran cantidad de dinero, los han ido preparando para no volverse locos y derrochar a manos llenas..

Como se podrá apreciar, son muy notorias las diferencias entre la infraestructura de cada país y las posibilidades que tiene cada muchacho con facultades para destacar, tenemos mucho por copiar y aprender.

La Respuesta.

Un juego perfecto es una joya de pitcheo, es lo más difícil de ver, es un encuentro de nueve entradas sin hit ni carreras donde adicionalmente ningún contrario llega siquiera a pisar la primera base, 3 hombres 3 outs en cada entrada, 27 hombres fuera en línea, en toda la historia del béisbol profesional de las Grandes Ligas, más de ciento cincuenta años, únicamente se han visto 23 juegos perfectos, de éstos, 22 se han conseguido en temporada regular y solo uno se ha realizado en postemporada.

Donald James Larsen, nació en Michigan City, Indiana en los Estados Unidos, el 7 de agosto de 1929, jugó durante 15 temporadas en Grandes Ligas, de 1953 a 1967, en 7 equipos distintos, Cafés de San Luis que se convirtieron en los Orioles de Baltimore, Yankees de Nueva York, Atléticos de Kansas City, Medias Blancas de Chicago, Gigantes de San Francisco, los Colt 45 de Houston que se convirtieron en los Astros de Houston y los Cachorros de Chicago.

Don Larsen fue elegido el jugador más valioso de la Serie Mundial de 1956 que ganaron los Yankees de Nueva York en siete juegos a los Gigantes de Brooklyn, gracias al enorme trabajo que realizó el 8 de octubre en el quinto juego de la serie, en solo 97 lanzamientos maniató a sus adversarios para conseguir el histórico y único juego perfecto de una Serie Mundial.

Un personaje oaxaqueño muy conocido, jugador de golf hasta sus últimos años y ya fallecido, de nombre Raymundo Meixueiro, siempre contaba con mucha jactancia que como reconocimiento a sus altas ventas conseguidas en el año de 1955, si no mal recuerdo en el ramo de los seguros, fue invitado con todos los gastos pagados, a presenciar un juego de la Serie Mundial de 1956, precisamente el juego perfecto de Don Larsen, vaya coincidencia que le deparó el destino, claro que es entendible el enorme orgullo que sintió por haber estado ahí presente y comprobar que el trabajo constante te podía compensar con un enorme premio.

Seguiré comentando la próxima semana.

 

Foto: Advencap, Algunos derechos reservados.