Por: Vicente López Portillo Covarrubias

Twitter  @vicentelpc

En esta ocasión, en temporada vacacional de semana santa, hablaremos sobre los créditos de nómina, con la intención de que al regresar a nuestras actividades cotidianas, no abusemos de este tipo de financiamientos y antes adquirirlos, lo pensemos dos veces.

Si te depositan tu sueldo en una cuenta de nómina, es muy probable que hayas recibido llamadas del banco o hayan aparecido anuncios en el cajero automático con ofertas como: “te prestamos hasta seis meses de tu sueldo”. Lo que te están proponiendo, es un préstamo inmediato que no requiere garantías ni avales, pues toma como respaldo la paga que recibes por tu trabajo.

Como ocurre con otros tipos de crédito, el de nómina puede ser una gran herramienta para hacer crecer tu patrimonio o puede convertirse en un serio problema. Que ocurra una u otra cosa dependerá del uso que le des y de que seas responsable al momento de pagar.

Es muy importante que antes de contratar un crédito de nómina verifiques ¿cuál es el que más te conviene?, pero ¿cómo hacerlo?

Mediante la comparación del costo anual total o CAT que es un indicador que resume cuánto te cuesta el crédito en un año. Se obtiene de considerar los costos y gastos que forman parte de un crédito (como la tasa de interés, la comisión por apertura y los seguros incluidos) y se expresa como porcentaje. Un CAT mayor corresponderá a un crédito más caro y por su parte, un CAT menor, implica un crédito más barato.

Revisa con detalle el monto total a pagar, que es la cantidad que pagarás al término del crédito, incluye el capital prestado, los intereses, comisiones y otros costos.  Solicita una tabla de amortización para que sepas cuánto pagarás cada mes y cuándo se realizarán los descuentos.

En estos créditos, en lugar de que acudas al banco a pagar, éste descuenta una parte de tu sueldo cada vez que recibes el pago de tu nómina. Por lo tanto, analiza cuánto te quedara en cada quincena para pagar tus gastos y verifica si no quedarás muy limitado, corriendo el riesgo de que no te alcance para vivir o no puedas pagar otros compromisos.

Te recuerdo que al contratar un crédito estás comprometiendo tus ingresos futuros. Bajo esta lógica, los préstamos de nómina no se recomiendan para pagar tus próximas vacaciones, para comprar un auto o para comprar útiles escolares.

Por su parte, un crédito de nómina te conviene contratarlo para comenzar tu historial crediticio o para enfrentar una emergencia ya que no tiene destino específico y puedes disponer libremente de él.

Por último, te recomiendo cuidar que la cantidad que tengas que pagar mensualmente para cubrir tus deudas, no sea mayor al 30% de tu ingreso mensual y no gastes por arriba de tus posibilidades.

Y recuerda, cuida tu dinero.

Foto: gabofr, Algunos derechos reservados.