Por: Vicente López Portillo Covarrubias

Twitter  @vicentelpc

Según datos del INEGI, en Oaxaca se tienen registrados más de 450,700 vehículos automotores, pero sólo el 25% de la flota vehicular que anda circulando en las calles, se encuentra asegurada, de acuerdo a la Asociación Mexicana de Seguros.

Conducir un auto implica riesgos, desde chocar con otro auto, hasta que te lo roben. Por lo que contar con un seguro que te proteja de esos riesgos es fundamental y debería ser obligatorio, pues de esta manera estas asegurando tu patrimonio personal y familiar.

Podemos hablar de dos tipos de coberturas: la limitada que responde por los daños que, a causa de un accidente, provoques con tu auto en las propiedades y la salud de otras personas. A esta cobertura se le llama de responsabilidad civil y por otro lado, la cobertura amplia, que puede contemplar los daños materiales en tu auto y los de terceros involucrados, gastos médicos para el conductor y ocupantes, robo parcial y robo total, así como también la defensa jurídica.

Para que protejas tu patrimonio y cuides tu bolsillo, te recomiendo contratar tu seguro de automóvil con agentes autorizados, ya que ellos son especialistas que podrán asesorarte y ofrecerte el mejor producto de acuerdo a tus necesidades. No te quedes con dudas, pregunta cualquier inquietud que tengas.

Lee detalladamente las condiciones generales de tu póliza, que vienen contenidas en el librito que te entregan al momento de la contratación, donde están tus derechos y obligaciones. Ese librito no es para que de inmediato lo guardes en tu guantera, sino para que verifiques las condiciones de contratación y en especial, checa dos veces la parte de las exclusiones que son los casos en que la aseguradora no te va a pagar.

Por último, es importante que no inventes datos al momento de la contratación o de reportar un siniestro, porque omitir información o declarar cosas que no sean ciertas pueden resultar en que no se pague el seguro o en que la compañía pueda rescindir el contrato.

Por muy prudente que seas al conducir, no estás exento de los accidentes de tránsito. La realidad es que pagar las composturas de tu auto y el de otros, aparte de posibles gastos médicos y legales que pueden sobrevenir a un choque, representan un duro golpe a tu bolsillo.

Y recuerda, cuida tu dinero.