Por: Miguel Carbonell

IIJ UNAM.

 

La productividad está de moda. El presidente Enrique Peña Nieto le ha dedicado varios discursos y ya hasta se hizo una reforma constitucional para incorporarla en nuestra Carta Magna como uno de los grandes objetivos de la economía del país.

Suena lógico, ya que en un mundo globalizado no basta con trabajar mucho, sino que las horas de trabajo deben rendir; o sea, deben ser horas productivas. Los países más desarrollados del mundo han aprendido que no es suficiente tener a los trabajadores en las fábricas o en las oficinas sin hacer nada, sino que se deben organizar de tal manera que cada minuto de trabajo ofrezca resultados en la dirección adecuada.

¿Podemos aprender de ese empeño hacia la productividad para ser mejores en las redes sociales? ¿pueden los usuarios de las redes sociales distinguirse por ser más productivos?

Entiendo que en las redes impera una gran libertad y respeto mucho que haya personas que buscan sobre todo entretenimiento en ellas, pero lo cierto es que a veces se publican mensajes de muy escaso interés, que resultan en una pérdida de tiempo para quienes los suben y para quienes los leen.

¿Cómo hacer para que el tiempo que pasamos en las redes nos beneficie a todos y se generen mensajes con valor, es decir mensajes productivos?

Los usuarios de internet suelen ser personas que tienen acceso a niveles educativos superiores. Normalmente se trata de gente informada, que ha tenido la oportunidad de desarrollar estudios y que tiene acceso a la tecnología.

Eso les permite a quienes usan las redes sociales, identificar una serie de temas y problemas que son de interés común, sobre los cuales vale la pena escribir y participar. Cuando ha habido procesos electorales lo hemos visto: en las redes se ha discutido intensamente sobre las capacidades e incapacidades de los candidatos, se han ventilado y criticado propuestas de campaña, se han expresado apoyos y rechazos hacia los contendientes.

¿No podemos hacer lo mismo respecto de los temas que más nos afectan? ¿no podemos aportar ideas, propuestas y sugerencias sobre la seguridad pública, el fomento del empleo, los derechos humanos, el crecimiento económico, el combate a la corrupción, la rendición de cuentas, la transparencia, las reformas que necesitamos como país, el desempeño de nuestros representantes populares, etcétera?

Hay quienes piensan que esa tarea solamente les corresponde a los «opinadores profesionales» o a los académicos, pero lo cierto es que cada usuario de redes sociales tiene un enorme potencial para contribuir a la discusión de temas de interés general, que tanto nos urge en México.

Hay que pensar muy bien, cada mañana, para qué queremos Facebook y Twitter, qué uso le debemos dar y de qué manera, entre todos, podemos hacer que el tiempo que pasamos en las redes sea productivo. Depende de cada uno de nosotros.

Foto:  Ana _Re, Algunos derechos reservados