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3 de octubre de 2013

Por: Alejandra Silva Soriano

Hoy tuve la oportunidad de participar en un taller de liderazgo organizado por el Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE) en coordinación con el Instituto de la Juventud del Estado de Oaxaca (INJEO), y dentro de las cosas que nos transmitió el Ing. Melecio Ortega, quien fue el que nos impartió el taller, hay una en específico que quiero compartir con ustedes.

Existe algo completamente cierto: una persona exitosa no es aquella que tiene un entorno favorable, sino aquella que a pesar de las dificultades y obstáculos de su entorno sale adelante. Esto en el mundo de la psicología es llamado RESILIENCIA, que se traduce en la capacidad de recuperación o efecto resorte, es decir, sobreponerse a toda situación adversa e incluso resultar favorecido.

El término también ha sido aplicado a personas con discapacidad, reconociendo su fortaleza más allá de su vulnerabilidad. En este orden de ideas, la resiliencia apunta a mejorar la calidad de vida de las personas de acuerdo a la forma en la que perciben y enfrentan al mundo.

Definitivamente, la resiliencia es algo que debemos tener presente todos para salir victoriosos de cada obstáculo o adversidad a la que nos enfrentemos, no únicamente una discapacidad, sino limitaciones emocionales, económicas o sociales

A continuación, comparto con ustedes tres pasos básicos para aplicar el efecto resorte.

1. CÉNTRATE EN TUS FORTALEZAS: Somos seres humanos y por lo tanto tenemos debilidades y fortalezas, generalmente siempre son más las debilidades, pero si nos enfocamos en lo que no podemos hacer o en lo que no tenemos viviremos infelices. Por ello es tan importante centrar nuestra atención en nuestras fortalezas y estar felices con lo que tenemos, ojo, sin perder de vista a donde queremos llegar.

2. VIVE CON PROPÓSITO: Este punto se resume contestando la pregunta ¿para qué me mandó Dios a este mundo? ¿Qué habilidades tengo para poder lograr las metas que me he propuesto?

3. CÉNTRATE EN EL FUTURO: Eso significa, ser consiente de los problemas y adversidades que enfrentamos ahora, pero mirando siempre para adelante.

Apliquen esos tres puntos en su vida, que al menos a mí me han funcionado y les aseguro que verán la vida a través de otro cristal. Les mando un abrazo fuerte, que tengan un bonito fin de semana y que Dios nos bendiga abundantemente a todos.

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