(eloriente.net, México, 5 de junio de 2015).- Más allá de hacer un listado de los actos en que ha incurrido la movilización magisterial, es importante detenerse en el análisis de los términos boicot y sabotaje, mismos que podrían aclarar la naturaleza de la actividad que la sociedad oaxaqueña ha presenciado en fechas recientes con la toma de instalaciones de PEMEX, cierre de gasolineras, carreteras y del aeropuerto, así como la destrucción de material electoral en el estado de Oaxaca.

De acuerdo a la Real Academia de la Lengua, el término «boicot» refiere al acto de «impedir o entorpecer la realización de un acto o de un proceso como medio de presión para conseguir algo.» Aunque la palabra se usa para referirse al hecho de anular alguna acción con intenciones de negociación o chantaje, lo cierto es que no se encuentra tipificada en el Código Penal Federal de los Estados Unidos Mexicanos, abriendo una brecha legal en el uso del término.

Por el contrario, la palabra «sabotaje» sí está considerada dentro del mismo Código Penal, en el Libro Segundo, Título Primero: Delitos Contra la Seguridad de la Nación, Capítulo VII Sabotaje; que a la letra dice:

Artículo 140.- Se impondrá pena de dos a veinte años de prisión y multa de mil a cincuenta mil pesos, al que dañe, destruya, perjudique o ilícitamente entorpezca vías de comunicación, servicios públicos, funciones de las dependencias del Estado, organismos públicos descentralizados, empresas de participación estatal, órganos constitucionales autónomos o sus instalaciones; plantas siderúrgicas, eléctricas o de las industrias básicas; centros de producción o distribución de artículos de consumo necesarios de armas, municiones o implementos bélicos, con el fin de trastornar la vida económica del país o afectar su capacidad de defensa.

En un acto de racionalidad semántica, el llamado abierto a un «boicot» y no al «sabotaje», exime en cuestión de terminología a los integrantes del magisterio, no así en los actos que podrían considerarse violatorios a la ley antes mencionada.

Ahora bien, el término sabotaje, es ampliamente utilizada en el campo de las movilizaciones sociales, específicamente en la teorización sobre guerrilla urbana, entre otros.

En el libro Mini-Manual del Guerrillero Urbano de Carlos Marighela, explica que el sabotage (sic) tiene como objetivo: «Doler, dañar, hacer sin uso, y para destruir puntos vitales del enemigo como…a) la economía de un país; b) la producción agrícola e industrial; c) sistemas de comunicación y transporte; d) sistemas policíacos y militares y sus establecimientos y depósitos… Oficinas públicas, centros de servicios del gobierno, almacenes del gobierno, son blancos fáciles para el sabotage (sic).»

La complejidad de la problemática que se presenta actualmente, está reflejada en la complejidad del uso del término, aunque existen paralelismos entre ambos (boicot y sabotaje), las implicaciones que tiene cada uno obedecen a naturaleza distinta.

A continuación presentamos 2 vídeos recientes de prácticas relacionadas:

 

Gasolinera 5 Srs 6

Imagen: eloriente.net

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