(www.eloriente.net, México a 24 de agosto de 2015, por Jaime Palau Ranz)

Cadena Rasa. 

Cada año, en la supuesta mitad de la temporada de béisbol, se realiza un partido que se denomina Juego de Estrellas, se considera que es el parteaguas de la campaña, aunque la verdad siempre me he preguntado por qué se lleva acabo cuando solo han pasado los dos juegos inaugurales y quince series de tres juegos cada una, lo que significan cuarenta y siete encuentros, y la segunda mitad consta de sesenta y cinco enfrentamientos que corresponden a veintiún series de tres partidos y una de dos que es con la que se cierra la temporada. Debería ser al revés y por una razón de sentido común, al Juego de Estrellas deben acudir los mejores jugadores de la liga, seleccionados mediante votación de los aficionados y los periodistas, en buena parte por sus cualidades como pelotero y en menor por su carisma o presencia física, las mujeres aficionadas votan por algún pelotero galán antes que por otro que tenga mejor técnica o estadísticas, como sea, mientras más tiempo tengan los peloteros para mostrarse, se decantará la elección en los mejores y sería más justo.

En el 2013 se realizó el juego de las Estrellas en Oaxaca en el Estadio Lic.Eduardo Vasconcelos, casa de los Guerreros de Oaxaca, el lleno fue total. Siendo un recinto pequeño, no fue fácil acomodar a todos los medios de comunicación con interés en transmitir el encuentro a nivel nacional, muchos periodistas y cronistas se tuvieron que sentar entre el público para hacer su crónica o transmisión para la radio.

Ya comenzado el encuentro, se acercó a sentarse junto a mí, una persona que llevaba un box score donde hacía anotaciones de manera poco ortodoxa y esporádicamente hacía comentarios del juego, me presenté con él y me permití hacer algunos comentarios que clarificaran sus anotaciones de tal forma que ese juego se pudiera seguir en cualquier momento así hayan pasado muchos años y pueda entenderse sin lugar a dudas que fue lo que pasó en cada una de las acciones, esa es la función de una hoja de anotaciones, que con solo números y rayas se plasme con toda fidelidad la historia de un encuentro.

Muy amable escuchó mi intromisión y se presentó, Leonardo F. Hernández de Cadena Rasa, le comenté que escribía una columna semanal de béisbol y acordamos que le haría llegar vía electrónica cada domingo dicha columna, a partir de esa fecha, cada semana le he realizado el envío y debo reconocer que siempre se toma la molestia de contestarme, ya sea para saludar, dar las gracias o hacer algún comentario que ayude a enriquecerla, para quien escribe, esa interacción no hay forma de agradecerla, es muy importante.

El domingo de la semana pasada, sobre las siete de la tarde, sonó mi teléfono móvil, era Leonardo, hablaba durante la transmisión de un programa de radio que se llama Marcador Final y se escucha en vivo de seis a ocho de la noche por Cadena Rasa, se hizo un análisis de la postemporada de la Liga Mexicana que estaba a punto de empezar así como de los jugadores que destacaron en el año y que se pueden hacer acreedores a los premios que entrega la liga gracias a la votación de cronistas y periodistas, doble mi agradecimiento a Leonardo Hernández.

Ayuda psicológica.

Ya hemos analizado que el coco de los Guerreros de Oaxaca son los Tigres, cada vez que han pasado a la postemporada en su historia, a excepción del año 1998 en que ganaron el campeonato, han tenido que enfrentar a los Felinos, la rivalidad es brutal y el saldo es completamente favorable para los de Quintana Roo, solo en una ocasión ha salido triunfante Oaxaca. Los aficionados entran en pánico, se pierden las esperanzas antes de iniciar la serie, algo similar se ve en el rostro de los peloteros, parece que no hay por dónde buscarle, la derrota parece inminente, de repente, al inicio de la serie actual, Guerreros fue de visita y ganó con solvencia los primeros dos encuentros, wow, parece que hubieran recibido ayuda psicológica durante meses para enfrentar este temido momento.

El viernes se reanudó el enfrentamiento en Oaxaca, el estadio se llenó de aficionados cuyo ánimo llegó hasta el cielo, la alineación de los Tigres denotaba que se apretaron las tuercas y mandaron a la banca a los jugadores que no dieron toda su entrega en los dos primeros encuentros, como fue el caso de Jorge “el chato” Vázquez, cuarto bate indiscutible. El mensaje es que aquí no hay intocables, quien salga a jugar va a dar su cien por cien o se va a la banca.

Los Guerreros en lugar de aumentar el ánimo se desinfló de manera increíble, nuevamente se vieron erráticos y temerosos, perdieron el encuentro 5-3, la tirilla final marcaba cuatro errores para los de casa, hubo más de ellos que por ser mentales no se reflejaron en ese casillero, cada roletazo al cuadro no podía sostenerse, cada elevado corto caía irremediablemente, los jardineros vienen de frente y mandan sobre un infield que va corriendo de espaldas, es notorio que avanzan con la mirada hacia arriba y pierden de vista a los compañeros, al sentir su presencia a la carrera entra el temor a chocar y lesionarse, sin embargo para eso es la comunicación y ellos saben quién manda en cada uno de los espacios del terreno de juego.

Todos los lanzadores saben que si les conectan un hit habiendo corredor en la intermedia, puede haber jugada en home, por lo tanto deben correr a colocarse atrás por si el receptor suelta la bola y así recuperarla a la brevedad. Pues cuando Tigres conectó un sencillo al jardín central con la casa llena, su corredor de la intermedia se lanzó al pentágono para anotar, el tiro desde el jardín fue alto tapando al catcher y la bola se fue a la malla de atrás, ¿y dónde estaba el pitcher? viendo la jugada a un lado del home sobre la línea de primera base, al darse cuenta que la pelota había pasado quiso correr a recuperarla dando oportunidad a que el corredor que venía desde la primera anotara vaciándose la casa con un sencillo, nada complicado y de frente al jardinero, esa anotación jamás hubiera entrado de haber hecho su trabajo tal como se practica constantemente, incluso el anotador oficial le da el error al outfilder por el mal tiro y sin embargo fue claro que quien no cumplió con su trabajo fue el lanzador, esa carrerita y alguna otra derivada de los errores pudieron ser la diferencia. Además, Guerreros tuvo corredor en tercera con un solo out, vino una rola fácil y de frente al tercera base y cándidamente se arranca el corredor al home sabiendo que no tenía ninguna oportunidad de anotar, era mejor esperar y mantener jugador en posición de anotar que limpiar el peligro y aliviar la presión para el lanzador.

Veremos cómo se desarrolla la serie, esperemos que ya se hayan sacado todo el miedo o la tensión y cuando se publique esta columna ya esté por sentenciar Guerreros y siga adelante con vida, lo que nos permitiría seguir soñando a sus aficionados.

200.

Esta es mi columna 200 consecutiva, sin fallar una sola semana, es un interesante ejercicio de constancia, muchas gracias a mis lectores, al periódico Imparcial por la confianza y a los diversos medios electrónicos que retransmiten la columna, lo que permite que llegue a muchos rincones de este planeta.

Si desea contactarme favor escribir a:

jpr.cronicas@gmail.com

Facebook: Jaime Palau Ranz

Tweeter: @jpranz

Seguiré comentando la próxima semana.

Crónicas Beisboleras

OTRAS ENTRADAS

(www.eloriente.net, 24 de agosto de 2015, México, por: Gerardo Martínez Ortega*).- Lo ocurrido el fin de semana pasado en Santa María Yucunicoco donde se detuvo a…

eloriente.net/Flacso 21 de agosto de 2015 España y México presentan libro que aborda la importancia de la educación lingüística en Hispanoamérica Habilidades del lenguaje: más allá de…

eloriente.net 25 de mayo de 2014 Margo Glantz, escritora, catedrática de la UNAM, periodista, investigadora y miembro de La Academia Mexicana de la Lengua, presentó en…