(Julia Carabias)

eloriente.net

4 de diciembre de 2017

Por Jarumy Méndez

El próximo martes el Pleno del Senado sesionará para aprobar la designación de la Bióloga Julia Carabias Lillo como galardonada con el máximo reconocimiento que otorga el Estado Mexicano: La medalla Belisario Domínguez.

La presea, creada como un homenaje a quien fuera el principal opositor de Victoriano Huerta, recordado por sus celebres discursos en el senado defendiendo la libertad de expresión y quien finalmente fuera silenciado al privarle de la vida, será otorgada por primera vez a una ambientalista. En la conferencia de prensa que ofreció la Comisión de la Medalla Belisario Domínguez, el Senador Zoé Robledo recordó a este histórico personaje como un hombre valiente, cuya valentía le convirtió en alguien incómodo para los intereses de su tiempo, y que fue precisamente la valentía que ha mostrado la Dra. Julia Carabias en la defensa de los recursos naturales de la nación, lo que la comisión observó para ser merecedora de este reconocimiento.

De un total de 49 propuestas recibidas, entre las que destacaron la escritora Elena Poniatowska, el empresario Carlos Slim Helú, la astrónoma Julieta Fierro; el Ejército, la Marina y la Cruz Roja Mexicana; el poeta Carlos Pellicer, la académica Ifigenia Martínez y la escritora y diplomática Rosario Castellanos, la Comisión eligió a la Dra. Julia Carabias.

Este año se recibieron 19 propuestas de candidatas mujeres a recibir el premio, desde 1997 no se elegía nuevamente a una mujer para tal distinción. En su historia ha premiado a seis mujeres: la profesora Rosaura Zapata, que fue la primera en recibir la medalla en 1954; la actriz María Teresa Montoya; las periodistas María Hernández Zarco y María Cámara Vales; la política María Lavalle Urbina y la primera mujer Gobernadora de Sonora, Griselda Álvarez Ponce de León.



A todas ellas esperamos que se sume la académica, ambientalista, científica y activista Julia Carabias, quien ha dedicado su vida y trayectoria a señalar la importancia de la sustentabilidad  y en divulgar el conocimiento ambiental desde la Facultad de Ciencias de la UNAM,  así como en otras instituciones académicas, en materia de ecología, manejo de recursos naturales, restauración ambiental, conservación de ecosistemas y políticas públicas.
Sus investigaciones se han publicado en más de una centena de textos entre libros, capítulos de libros y artículos. Así como participado en innumerables foros nacionales e internacionales.

Destaca también, el haber fungido como Secretaria de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca en 1994 y haber sido miembro de la Comisión sobre los Países en Desarrollo y el Cambio Global y presidente del Panel Técnico Científico del Fondo Mundial Ambiental (GEF). 

La medalla, además de ser un reconocimiento a su amplia trayectoria profesional y científica es el reconocimiento a una mujer valiente, que al igual que Belisario Domínguez ha enfrentado a poderes e intereses políticos y económicos que han puesto en peligro México y su equilibrio ecológico. Su activismo le ha valido incluso que en 2015 fuera secuestrada intentando silenciarla y apartarla de la defensa de nuestra riqueza natural.

La Reserva de la Biosfera de Montes Azules, uno de pulmones mas importantes de Mesoamérica, ha sido testigo de su activismo. Según uno de sus escritos, la Reserva de la Biosfera Montes Azules conserva la mitad de las selvas tropicales húmedas que restan en México, de las 12 millones de hectáreas originales hoy solo existe menos de un millón ubicadas en la Selva Lacandona y en los Chimalapas. Ahí se encuentran las últimas poblaciones sanas de especies en peligro de extinción, como el tapir, el jaguar, el jabalí de labios blancos y la guacamaya roja. La importancia de Montes Azules como Área Natural Protegida radica en que contribuye a la regulación del ciclo hidrológico, controlan inundaciones, generan agua dulce, producen suelos ricos en nutrientes, capturan carbono, mitigan el cambio climático, entre muchas otras funciones.

Así, la doctora ha sentenciando textualmente : “El conflicto en la Selva Lacandona es porque la ley no se respeta. Quienes persiguen intereses personales en contra del interés público alientan las invasiones, para luego exigir la regularización y por tanto la expropiación”.

De ahí que el designar a Julia Carabias como galardonada 2017 con la presea Belisario Domínguez tenga un valor significativo en nuestro tiempo: primero por por tratarse del reconocimiento a una mujer, pues a pesar de existir una vasta cantidad de mujeres mexicanas que han aportado sus talentos a la nación, han sido muy pocas las reconocidas y visibilizadas por el Estado Mexicano a través de esta medalla; segundo, porque su lucha ambiental cobra mayor relevancia ante un año difícil en relación con la naturaleza, un año en que los mexicanos hemos sufrido los golpes de la profundidad de la tierra o de la atmósfera, y cuyos costos humanos y materiales son cuantiosos, recordándonos que son consecuencia de contribuir al deterioro ambiental y rompimiento ecológico de nuestros entornos. Y finalmente, por su lucha constante, su activismo persistente es símbolo un estilo de vida consagrado a las causas éticas y cívicas, una forma ya antes sentenciada por Belisario Domínguez “Sí cada uno de los mexicanos hiciera lo que les corresponde, la Patria estaría salvada”

Julia Carabias

JULIA CARABIAS