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Cuando buscamos en línea algo referente a la felicidad podemos encontrar multitud de páginas que nos pueden dar información como que es la clave del bienestar, lo más importante en la vida, que vivimos para ser felices, que la felicidad no es una meta sino un camino, entre muchas otras cosas. La pregunta es: en medio de todas estas palabras de la felicidad ¿Qué es lo que realmente se puede considerar felicidad? ¿Qué valor o importancia tiene en la vida de las personas? ¿Se puede admitir que es el fin último de la existencia?

Ante preguntas tan complejas, lo que haremos será poder definir y explicar de manera concisa algunos puntos para tener una idea más clara del tema que nos invite a pensar y a reflexionar por nosotros mismos para extraer nuestras propias conclusiones.

Para empezar es importante asumir a la felicidad como una experiencia que las personas viven y definen a partir de sus propios referentes, cultura, historia etc. Innegablemente tiene una relación con el bienestar y la satisfacción de necesidades y deseos, pues, es prácticamente impensable pensar en alguien que al sentirse bien no pueda sentirse feliz también.

 



 

La duda llega cuando empezamos a observar los caminos a través de los cuales se nos explica podemos llegar a la felicidad, pues encontramos dos obstáculos importantes: el primero es pensar la felicidad como un punto de llegada permanente como una especie de meta o lugar donde una vez que se llega no se puede dejar o caer, esto representa una visión equivocada porque esa idea de felicidad representa un imposible, pues no hay forma en la que nos mantengamos en un estado de eterna felicidad, dado que las condiciones propias de la vida cotidiana implican estímulos y eventos que muchas veces están ligados al displacer o la frustración.

El segundo obstáculo es la imposición de una ideología que demanda que las personas a sentirse constantemente felices independientemente de sus condiciones, lo cual genera una gran ansiedad para cualquiera, pues prácticamente no importa qué tipo de situación vivas la demanda es ver algo positivo, encontrar un sentido o atribuir algo mejor, lo cual no resulta saludable, pues esta postura tiende a negar emociones que son tan válidas e importantes como la tristeza o el enojo.

Por ejemplo, en algún momento todos hemos vivido una pérdida o un desamor, y es un proceso incluso, no recomendable –por no decir patológico- el pensar en que esas cosas pasan por algo y que es necesario demostrar a los demás que uno puede estar feliz, sobre todo por medio de redes sociales y mantener esa faceta negando el dolor o la angustia natural que surge por las pérdidas.

La psicología demuestra cómo las emociones tienen un papel importante para la experiencia humana desde hace milenios, pues gracias a las mismas hemos podido sobrevivir y adaptarnos de mejor manera a nuestro medio al punto de modificarlo, entonces ¿Qué pasa con la felicidad? ¿Por qué se le atribuye esta importancia?

Aquí nuevamente se abren dos caminos: el primero implica que los seres humanos tendemos a acercarnos a las cosas que nos gustan y alejarnos de aquello que nos duele o frustra, lo que el psicoanálisis explica como principio de placer, y si observamos que la felicidad está vinculada al bienestar y la satisfacción no resulta difícil ver la relación lógica. Por otro lado el segundo camino es observar cómo existe una gran industria de la felicidad, que prácticamente envasa, y le pone un moño a lo que nos hace felices, o más bien dicho, lo que se supone nos hace felices, por lo mismo es muy importante observar cuales pueden ser las fuentes reales de la felicidad desde la ciencia para poder distinguir y elegir lo mejor por nosotros mismos.

Como se explicó en el programa, podemos tomar tres indicadores básicos que nos traen felicidad, siendo el primero la sexualidad –responsable y sana- que por su naturaleza trae un placer implícito lo cual es un camino a la felicidad, la segunda es el contacto humano, pues somos en esencia seres sociales, y construir experiencias con personas significativas literalmente no tiene precio, y finalmente la actividad física, pues liberamos endorfinas que nos relajan y producen una sensación de bienestar a parte de cuidar nuestra salud.

Finalmente, la idea de estas palabras es que cada uno tenga una referencia para poder pensar y elegir por sí mismo que es la felicidad y como llegar a ella.

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