La Plaza Roja de Moscú. Imagen Pixabay

Por RFI/Xavier Colás

Es sabido que el presidente ruso, Vladímir Putin, no es el mayor creyente en el cambio climático pero ya admitió que Rusia se calienta «dos veces más rápido que media”.

La capital rusa lamenta estar viviendo la Navidad más calurosa de su historia. De hecho es muy probable que 2019 sea declarado el año más cálido en 140 años de observaciones meteorológicas, según la agencia de noticias EFE.



Las mediciones oficiales empezaron en 1879 y esos termómetros han visto muchas cosas. Pero no es sólo que las temperaturas no bajen de cero, sino que falta nieve y la han tenido que traer de otros sitios.

Suena a broma, pero en la capital rusa ha habido que ponerse manos a la obra. Las autoridades decidieron trasladar nieve artificial al centro de Moscú. Se ha colocado por todo el parque central de Zariadie, a pocos metros del Kremlin.

El sábado se vio también a máquinas pesadas llevando y distribuyendo la “nieve” por la calle Tverskaya, la arteria principal de la ciudad.

Los termómetros están tan locos que muchas plantas hasta se han equivocado de estación y florecen antes de tiempo. Los osos de los zoológicos no pueden hibernar y las pistas de hielo se derriten.

Las esperanzas ahora están puestas en enero. De momento, dos grados bajo cero, pero mañana subirá de nuevo hasta valores positivos.