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Por: RFI/Raphael Morán

Para frenar la caída vertiginosa de los precios del barril, los productores de petróleo se pusieron de acuerdo para reducir la producción mundial. Tras largas negociaciones, el gobierno mexicano consiguió un recorte menor a lo previsto.

Los 23 principales países productores de petróleo del mundo acordaron el mayor recorte de producción de la historia, de 9,7 millones de barriles por día, a partir del 1ro de mayo y por un «período inicial de dos meses», anunció la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

«Para el siguiente período de seis meses, del 1 de julio al 31 de diciembre de 2020, el ajuste acordado será de 7,7 millones de barriles al día. Esto será seguido por un ajuste de 5,8 millones de barriles al día por un período de 16 meses, del 1 de enero de 2021 al 30 de abril de 2022», anunció la entidad.

De alrededor de 60 dólares, el barril de crudo se cotiza en alrededor de 20 dólares actualmente. Dos factores recientes llevaron al derrumbe de los precios del petróleo de más de 50% en un mes. La paralización de buena parte de la economía mundial por la epidemia de la CoVID-19 es el primero de esos factores. Las medidas de cuarentena llevaron a una reducción de la demanda mundial de oro negro de alrededor de 20 %.

A eso se sumó la guerra de precios que Arabia Saudita mantuvo contra Rusia. Riad inundó el mercado mundial con petróleo barato para captar mercados.

El objetivo: estabilizar los precios del crudo

Los principales productores de oro negro finalmente dejaron atrás sus divergencias y negociaron durante cuatro días por videoconferencia una reducción concertada de la producción mundial.

Aunque varios expertos consideran insuficiente esa reducción de la producción para que los precios recuperen su nivel de antes de la pandemia, los precios deberían al menos estabilizarse.

La reunión de la OPEP inició el jueves y se prolongó hasta el domingo a causa de la posición de un país que no daba su aprobación : México, que encontraba excesivo el esfuerzo de reducción de su producción en 400.000 barriles diarios que se le exigía.

Fue finalmente el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien destrabó la situación y aceptó absorber buena parte del corte de producción que México no estaba dispuesto a ceder.

México recortará su producción en 100.000 barriles diarios y Estados Unidos recortará 250.000 barriles más a su plan inicial. Queda por ver ahora qué dará México a cambio de este favor de Estados Unidos.

El pulso entre México y la OPEP

La negativa de México de recortar más su producción se debió a la insistencia del presidente Andrés Manuel López Obrador cuyo gobierno invirtió masivamente en la construcción de una nueva refinería para salvar a la empresa nacional Pemex, vaca lechera del Estado mexicano pero fuertemente endeudada.

«Lo que está haciendo el gobierno de Andrés Manuel López Obrador es proteger sus inversiones estratégicas, principalmente blindar la inversión que tiene ahorita en la construcción de su refinería de Dos Bocas. El problema es que, al reducir la producción, es muy difícil recuperar esa inversión», dijo a RFI Jesús Reséndiz, economista e investigador del Instituto Global para la Prosperidad Sustentable.

Además, México disponía de una cobertura petrolera masiva, un arma de presión en la negociación con los países de la OPEP. Mediante ese mecanismo de seguro, contratado con los mercados financieros, México seguirá recibiendo ganancias aunque los precios bajen.

El diario mexicano El Financiero estima que el gobierno mexicano cubrió sus ganancias con un barril a 45 dólares. Es decir que el país seguirá cobrando la diferencia aunque los precios estén por debajo de este umbral.