Por: N22/José Meléndez

La cosificación que se da a las momias por la actual administración preocupa a su ex directora, Paloma Robles Lacayo. Aquí una entrevista que rescata el valor de estos vestigios humanos

Hablar de  la ciudad de Guanajuato es ubicar la grandeza de sus minas,  la monumentalidad de sus edificios coloniales y por supuesto, de sus escenarios por la lucha de la independencia de México, pero hay un valor cultural y patrimonial que inició hace 150 años con el hallazgo de la primera momia de Guanajuato al ser exhumado un cuerpo el 23 de junio 1870 en el Panteón Municipal de Guanajuato. Platicamos con la maestra Paloma Robles Lacayo quien fuera directora del Museo de las Momias de Guanajuato.

La historia de las momias de Guanajuato, ¿cuál es su origen?

Habría que empezar hablando del Panteón Municipal de Guanajuato, hay que decir que para efectos prácticos, es el primer panteón civil de la ciudad. Había campos santos, había otros de carácter minero y finalmente los civiles. El primero de ellos es el Panteón Municipal de Santa Paula que es como lo conocemos. Este panteón empieza a ser construido en 1853 y es inaugurado el 13 de marzo de 1861 en las faldas del cerro Trozado, en un terreno que perteneció al “Güero” Victoriano. Él donó el terreno para la construcción del panteón con el único requisito de que esta edificación funeraria llevara el nombre de su madre: Eulalia. Sin embargo, no sabemos por qué —es un hueco en la historia de Guanajuato—, cambia a Panteón Municipal de Guanajuato, que es como todos lo conocemos.

Por una parte, el panteón cubre el perfil de la modernidad europea de panteones amurallados en la orilla de las ciudades. Esto con una lógica sanitarista. Y según el decreto, que precisamente va a cumplir 38 años, este decreto que se publica el 28 de julio de 1982, por el que se declara a Guanajuato como Zona de Monumentos Históricos, tenemos ahí la referencia de que el panteón es la frontera de esta zona y también del paisaje urbano de Guanajuato. Entonces, además de cubrir con este perfil, decíamos de las construcciones funerarias en Europa, también ocurren dos hechos de carácter jurídico de cierta relevancia para el caso que nos atañe aquí en nuestro país. El primero de ellos es la promulgación de la Ley para el establecimiento y uso de los cementerios, publicada por el presidente sustituto de la República, Ignacio Comonfort, el 30 de enero de 1857. Ahí, en los artículos 32 y 34 habla de los entierros temporales, porque no perdamos de vista que antes, los entierros tradicionalmente ocurrían en el seno de las instituciones religiosas y con un carácter a perpetuidad. Y de manera posterior a esta ley, surge la de secularización de cementerios expedida por el presidente interino de la República Benito Juárez, el 31 de julio de 1859. Ahí, nuevamente vemos que se habla de entierros temporales, de cinco años. Y ese es un principio que se recupera obviamente en Guanajuato. Pero gracias a eso descubrimos que algunos de los cuerpos inhumados en las gavetas del panteón se momifican.

¿Cuál es la primera momia que se descubre en el panteón de Santa Paula?

Es muy relevante mencionar que posterior a la inauguración del Panteón de Santa Paula, el 9 de junio de 1865, estamos hablando de cuatro años después, muere un médico francés llamado Remigio Leroy. El nace el 26 de abril de 1815 en la ciudad de París, Francia. Su papá tenía una tienda de abarrotes. Estos datos lo conocemos por la investigación que ha realizado la francesa radicada en México Hélène Blocquaux en conjunto con María José Abreu Abreu. Esta persona, Remigio Leroy, se casa con Dolores Madariego y Enciso en 1839. Había una diferencia de siete años, ella era menor que él y radican un tiempo en Querétaro, posteriormente se asienta en Guanajuato. Sabemos que vivían en la calle de Cantaritos. Él muere de disentería a los 50 años, el 9 de junio de 1865. Transcurrido el quinquenio de ley, el cuerpo es exhumado porque no se pagó el derecho para que permanecieran los restos humanos de esta persona en la gaveta y se descubre la primera momia de Guanajuato. Como es el caso de quizá todos los panteones, el nuestro, el municipal de Santa Paula, también cuenta con un osario. Era el lugar en donde se colocaban (como su nombre lo indica) los restos óseos, pero también se pusieron ahí las momias porque no había un lugar separado. Se  tiene referencia de que al principio este cuerpo aislado se colocó en el santuario del panteón, pero progresivamente fueron surgiendo más cuerpos y todos enfilaron en el osario. Ese osario hoy forma parte de la exposición del Museo de las Momias de Guanajuato. Por eso hablamos de que es un museo de sitio. Un lugar concebido para conservar una colección patrimonial justo donde fue descubierta.

¿Cuántos elementos momificados hay en la actualidad?

Hoy la colección presuntamente tiene 117 elementos momificados, la cual está formada por cuerpos de hombres, mujeres, niños, personas de la tercera edad e inclusive hay dos fetos y cuatro cráneos. Es una colección de mucha relevancia porque es la colección de momias naturales más grande del mundo. En el caso de Guanajuato, es un fenómeno completamente espontáneo, imprevisto y ajeno a la voluntad de la personas, incluso por preservar los cuerpos. Existen tres modalidades de momificación básicas y cada una tendrá algunas derivaciones, pero en general hablamos de momificación natural, momificación natural inducida y momificación artificial. Depende en mayor o menor medida de la intervención del hombre, por ejemplo, el ejemplo típico de la momificación artificial son las momias de Egipto en donde contaban con sofisticados métodos y conocimientos de anatomía que les permitían preservar los cuerpos por un tiempo indeterminado, hasta nuestros días. Y en el caso de la momificación natural inducida tenemos como claro ejemplo a las de Sudamérica en donde bastaba observar que por las condiciones de sequedad del entorno los cuerpos se momificaban, esto es mayoritariamente visible en las zonas desérticas como Atacama que es el desierto más seco de la tierra, entonces acercaban los cuerpos para que las condiciones ambientales permitieran su deshidratación, pero en el caso de Guanajuato, la momificación resultó ser toda una sorpresa, porque no habían movido un dedo y sin embargo los cuerpos se momificaban, los cuerpos aparecían preservados.

Los sepultureros estaban sorprendidos por la lozanía que mostraba el cuerpo del doctor Remigio, fue un fenómeno. Yo siempre me imagino lo que debió haber sentido el sepulturero que destapó el ataúd de Remigio, la sorpresa después de hacer una labor cotidiana de apertura de los ataúdes y ver siempre el polvo y los huesos que nos había prometido la Biblia, resulta que llega el ataúd de Remigio Leroy y descubre que ahí está para efectos prácticos intacto.

¿Cuál es la característica básica de una momia?

La piel. Sencillamente conservan este tejido blando que es el de mayor extensión en el cuerpo que es la piel, por eso no vemos lo huesos. Por eso podemos saber cuándo una momia se ha deteriorado porque entonces, podríamos acceder al esqueleto, al menos en alguna parte.

¿A quién pertenece la encomienda del resguardo de las momias?

Al principio era una encomienda que había asumido el gobierno del estado, la administración, la operación del panteón y también de la exhibición de las momias que al principio se dio de una manera clandestina por los sepultureros y gradualmente se fue oficializando por las autoridades civiles del estado. En 1970, cuando aún las momias estaban expuestas sin vitrinas,en ese momento estaba adscrita la exhibición, el panteón al registro civil y estaba al frente el licenciado Jesús Domínguez. Llega el maestro Jesús Chávez Morado, que es un artista, le propone a las autoridades estatales que las momias se exhiban en vitrinas por su calidad de patrimonio. En el año 1977, según obra en el archivo histórico del congreso del estado, el Museo de las Momias de Guanajuato inicia a financiar las actividades del Fondo para Actividades Sociales del estado de Guanajuato. En 1978 cambia su denominación a Fondo para Actividades Sociales y Culturales. En 1984 el patrimonio del FONAPAS como se abreviaba, transita al DIF, institución que administró el museo hasta 1996  cuando finalmente se da la donación a título gratuito del gobierno del estado en favor del municipio de Guanajuato, del Panteón  Civil de la ciudad y también del territorio que actualmente ocupa el Museo de las Momias de Guanajuato. Fue una donación condicionada para que el inmueble siguiera destinándose para los fines que tenía en ese momento y, en caso contrario, la donación revertiría sus efectos en beneficio del gobierno del estado.

No solamente se consolida el museo, sino que se instalan una serie de comerciantes en la periferia de dicho museo. Estamos hablando de que hoy hay 150 familias de locatarios, charamusqueros, lavacoches, promotores turísticos. Algunos de ellos llevan ya tres generaciones y, por supuesto, son personas de la tercera edad. Entonces estamos hablando de una muy, muy larga tradición.

¿Cuál es el valor patrimonial de las momias de Guanajuato?

En realidad, las momias son una especie de herida abierta. Es muy frecuente, muy fácil, encontrar descendientes de momias. No perdamos de vista que las momias para efectos prácticos son el rostro de Guanajuato frente al mundo. Aquí en el museo se reciben personas no solamente de todos los estados de la República, sino de todos los continentes, llegamos a recibir personas de la Antártida, de Australia, de los rincones más alejados y más impensables. Podemos decir, según los datos que recabamos del 2015, el Museo de las Momias de Guanajuato es el tercer museo más visitado de del país y vaya que tiene una superficie muy reducida.

El conocimiento que se puede obtener de la colección es fundamental para ayudarnos a entender esa colección, a valorarla y también a resignificarla; en realidad son ancestros geográficos y culturales, personas que respiraron el mismo aire, que caminaron las mismas calles, que cada cuerpo, cada uno puede aportar una información ilimitada, infinita sobre su momento histórico y luego reflejarlo en nuestro presente para entenderlo mejor. La momias son una fuente viva de información sobre nuestro origen. Y nosotros lo sabemos. Entre la población es sumamente fácil encontrar descendientes, basta caminar por la calle, ir preguntando y si no lo sabemos pues tenemos la sospecha.

¿Se imagina el museo de las momias en otro lugar?

No, porque las momias son un museo de sitio, pero ni siquiera necesitamos que las personas sepan de esta definición. Esta definición, es de un documento técnico de la UNESCO del Consejo Internacional de Museos también de 1982, esto es un museo de sitio. Entonces ni siquiera necesitamos que las personas asimilen esta definición. Saben que están en el panteón, que siempre han estado ahí y que ese es su lugar. Entonces, si ya de por si la ciudadanía de Guanajuato, una parte se había sentido sumamente indignada porque el museo no ofrecía información científica y porque de alguna manera consideraban que solo era una especie de catedral del morbo ¿qué podría representar otro museo? Pues la magnificación de esto, la exacerbación de esto. Una catedral del morbo. En su momento en la administración anterior nos preocupó mucho, en todo momento, dignificar la exposición, acercarla a los visitantes, información de carácter científico, histórico, cultural, literario, en fin, de todas las aristas posibles para que asimilara la importancia de lo que estaba apreciando.

Históricamente han sido tratados sin consideración. En el museo no se han creado las condiciones, no se habían ofrecido los contenidos, ahora están ahí los contenidos, pero sabemos que el panteón es su lugar. Por eso nos resulta descabellado que la presente administración municipal haya publicado un acuerdo en el periódico oficial del gobierno del estado el 11 de noviembre de 2019 en donde se faculte, en donde el ayuntamiento faculta al titular de la presidencia municipal para que use o disponga las momias en eventos destinados a la promoción turística y cultural de la ciudad. Eso ha implicado que las momias acaben en la Feria de León junto a una exposición mecánica, junto a una exposición ganadera, con juegos, con cantinas, en fin, en la subterránea junto a catas de bebidas, junto a ventas de artesanías, comida y bailes que por supuesto es de lo más indignante, y más allá de eso, pensar en que se vaya a construir un nuevo museo en un territorio muy cercano al actual es algo que no tiene sentido.

¿Cómo deberían de ser tratados y preservados estos restos humanos momificados?

Para la UNESCO, las momias son bienes culturales muebles y en la sección de considerandos vemos que los bienes culturales son patrimonio común de la humanidad y es responsabilidad moral de los estados su salvaguardia ante la comunidad internacional. Son una colección de carácter antropológico y que en consecuencia le corresponde al INAH investigar porque es un vestigio material de sociedades pasadas y que mejor vestigio que los propios restos humanos. Por todas partes, vemos no solamente la relevancia de esta colección sino las entidades e institucionales que tiene competencia y responsabilidad para dar cuentas de su conservación.

Lo que ha sucedido pone en juego la dignidad póstuma de las personas cuyos cadáveres se momificaron, es sumamente delicado, tenemos ya dos esferas, las del patrimonio cultural, inclusive jurídico, desde el punto de vista bioético y también el punto de vista sanitario. La propia Ley General de Salud en su artículo 346 menciona que los cadáveres deben ser tratados con respeto, dignidad y consideración, y menciona que la disposición de los cadáveres debe ser con fines terapéuticos, de investigación y de docencia.

¿Cuál es la manera de asumir esta responsabilidad?

En primera instancia la investigación permanente, desde todos los puntos de vista: histórico, antropológico, biológico, para evitar que las momias sean cosificadas en eventos y sean expuestas de manera descontextualizada. Se debe acercar a los descendientes para volver la dignidad al cuerpo y a la exposición. Es decir, que en todo momento el espectador tenga la posibilidad o tenga este conjunto de elemento que le permita entender que está frente a un resto humano que merece total respeto, dignidad y consideración, y debe haber, desde luego, este proceso de identificación, de resignificación, de respeto.

Para la psicología existencial el encuentro con la muerte puede producir un resurgimiento personal. Y ese para nosotros se volvió el estandarte en la gestión del museo y fue uno de los elementos que consideramos en la propuesta de interpretación patrimonial a la postre, convertida en guion museográfico presente en el museo.

Yo quiero invitar a todas las personas que tengan la oportunidad de apreciar restos humanos en contextos hasta religiosos, museográficos, cualesquiera, que no perdamos de vista que fueron personas y que si en algo apreciamos nuestra vida, en esa misma medida tenemos que ofrecer respeto, dignidad y consideración por lo que tenemos enfrente y que tiene que servirnos como una fuente de inspiración para vivir con más plenitud, con más intensidad y también con más solidaridad.

#MemoriaSinTiempo: Osario del Panteón de Santa Paula

Lo que tenemos aquí, es una imagen del Osario del Panteón Civil de Guanajuato capital, mejor conocido como Panteón Municipal de Santa Paula. Esta fotografía es de, aproximadamente, 1970. El Osario era un lugar que, desde la inauguración Panteón Municipal de Santa Paula, el 13 de marzo de 1861, sirvió para el depósito de los restos óseos, de los ataúdes exhumados luego de concluir su quinquenio como dictaban las Leyes de Reforma. Se dio este acomodo de los cráneos entre 1970 y 1971. Estos restos óseos fueron depositados en la represa que se encontraba detrás del panteón de Santa Paula, convertido en el estacionamiento del Museo de las Momias de Guanajuato. A principios de la década de 1970, las momias fueron colocadas en vitrinas y los cráneos tuvieron este otro destino. Aún se conservan dos bolsas con huesos en el inventario del museo. Los demás restos se colocaron para el relleno de la represa. Momias de Guanajuato y Osario del Panteón Municipal del Guanajuato, lugar de memoria y tradición, lugar de Memorias sin Tiempo.