Este viernes, 5 de junio, se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente. Esta es la fecha más importante en el calendario oficial de las Naciones Unidas para fomentar la acción ambiental. Desde 1974, el 5 de junio se ha convertido en una plataforma global de alcance público que reúne a gobiernos, empresas, celebridades y ciudadanos en torno a un asunto ambiental apremiante.

Este año 2020, esta jornada nos atrapó en medio de la pandemia de la COVID-19, que nos obliga a llevar mascarillas de protección.




El coronavirus se ha cobrado más de 300 mil vidas en el mundo. No obstante, la contaminación atmosférica deja anualmente muchas más víctimas. En este día Mundial del Medio Ambiente cabe preguntarse: ¿tendremos que vivir enmascarados después de esta pandemia para protegernos de la contaminación?

“La verdad es que es muy probable que tengamos que llevar mascarillas. Sobre todo las personas vulnerables que viven en ciudades muy contaminadas”, opina Chantal Ferrer Costa, responsable de comunicación de la empresa R-PUR, fabricante francés de mascarillas que filtran nano partículas.

“Es importante saber que la contaminación del aire mata anualmente a ocho millones de personas. Es como si cada año la ciudad de Nueva York desapareciera del mapa. Creo que la tendencia es, como ya lo hacen los asiáticos, usar la mascarilla de forma cotidiana y aceptarla como parte de nuestras vidas”, concluye Chantal Ferrer-Costa.



-Reinventa, demos la vuelta al sistema, ahora es el momento-

La organización ecologista Greenpeace envía un mensaje al público en este Día Mundial del Medio Ambiente, a través de su portavoz Alicia Cantero:

“Hemos visto como el sistema actual no está preparado para enfrentar la crisis sanitaria y económica que estamos viviendo. Tampoco lo está para afrontar la crisis ecológica y la desigualdad creciente. Es hora de darle la vuelta al sistema con propuestas transformadoras. Es indispensable afrontar un cambio de modelo mediante una transición ecológica que sea justa y no olvide a los más vulnerables”.

“La comunidad científica ya alerta sobre la crisis ecológica a la que se enfrenta el planeta, que incluye una crisis de biodiversidad con una tasa de extinción de especies sin precedente y una grave amenaza climática”.

“No nos podemos conformar con pintar de verde el sistema, démosle la vuelta”, concluye Alicia Cantero, portavoz de Greenpeace.

En 2020 el tema es la biodiversidad –motivo de preocupación tanto urgente como existencial–. Eventos recientes, como los incendios forestales sin precedentes en Brasil, California y Australia, la invasión de langostas en el Cuerno de África y ahora la pandemia de COVID-19, demuestran la relación inextricable entre los humanos y las redes de la vida en las que vivimos.