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6 de septiembre de 2012

Este semana, en Xochitl 100, se puso en funcionamiento el Centro de Atención Temprana de la Subprocuraduría de Atención a Víctimas, Justicia Restaurativa y Servicios a la Comunidad.

Hasta aquí, el anuncio parece uno más de los comunicados oficiales. Sin embargo, es un asunto de primera importancia dadas las condiciones en que durante años ha funcionado la procuración de justicia en Oaxaca.

Este Centro, operado por personal capacitado inclusive por personal de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), tendrá la misión no menor de atender como primer eslabón a las probables víctimas de un delito y de orientarlas para acudir a la isntancia más propicia para encauzar su denuncia.

Es verdad que Oaxaca, con este Centro y otros similares instalados en Ciudad Judicial y en Puerto Escondido pretende reasumir un liderazgo perdido en materia penal en el país.

Sin embargo, debe reconocerse que estos son signos de la ruta adecuada.

Por ejemplo, una virtud de estos centros es que permite evitar procesos legales engorrosos y la mayor de las veces innecesarios, canalizando su solución a métodos como la mediación y la conciliación, cosa que ha dado resultados importantes: en la costa, sólo 24% de los asuntos atendidos derivaron en la integración de una averiguación previa, el resto fueron resueltos mediante dichos mecanismos alternativos.

Es verdad que el engranaje requiere aún de ajustes mayores. Sin embargo el Centro es en sí una instancia necesaria y debe ponderarse como un avance importante. Ahora bien, estemos pendientes de su desempeño.

 

 

 

 

 

 

 

Foto: A la izquierda Manuel de Jesús López, Procurador, con Agentes del Ministerio Público y personal del CAT.