Miguel

eloriente.net

15 de octubre de 2013

Por: Guadalupe Zarza Briseño

Algunos de ustedes son muy jóvenes y otros, como yo, no lo somos tanto. Sin embargo en algún momento de nuestra vida tendremos antes, ahora o después, la preocupación de la educación de nuestros hijos y si sabremos ser los fieles de la balanza para saber guiarlos sin excesos y con las carencias necesarias para formar su carácter.

Y es justo el momento en que me encuentro ahora, mostrándole a mi hijo Miguel las herramientas con las que cuenta para enfrentar al mundo real ya que recién terminó sus estudios. Me he jactado siempre de ser buena planeadora estratégica y visionaria, así que la educación de Miguel es algo planeado y ejecutado al pie de la letra. Además de que la materia prima es buena; se le facilitó el estudio desde pequeño y ha sido un excelente observador, deportista, ávido lector de cultura general y de temas empresariales, desde muy pequeño  y aunque parezca extraño es lo que  lo que le pedí a Dios cuando era todavía proyecto de hijo.

A pesar de su fina educación, de que esta lleno de virtudes y de que no dudo sabrá salir adelante ya que muchas personas estamos pendientes de su desempeño, me pregunto qué hace a una persona tener o fabricar el éxito, cómo puedo transmitirle ese amor y corresponsabilidad con su sociedad que le ha dado tanto, al menos un lugar bonito en donde transcurrió su niñez con calma y disfrutando como todo niño debiera hacerlo. Qué debo hacer para que ayude generosamente con su disposición cuando se le solicite pero sobre todo que sea la nueva imagen del joven responsable y sano para empezar su vida en este mundo tan competido.

El día de ayer vi la película ‘Elysium’, si no la han visto, se las recomiendo ya que fue muy impactante para su servidora. Trata de una visión de futuro de una sociedad sobre poblada, contaminada, caótica; y la otra cara: el mundo VIP, el selecto, el perfecto, pero al cual acceden unos cuantos muy privilegiados. Lo increíble es que no hay visión de futuro; la película fue filmada en Iztapalapa y en Interlomas, ambos ambientes tan extremos que coexisten en el DF.  Estamos ya en ese sistema, en donde somos ajenos a todos, creemos que lo que hagamos solo nos beneficia y perjudica a nosotros y nada mas. Qué grave y triste error.

Lo que estamos haciendo TODOS LOS DIAS nos beneficia o perjudica en tiempo real a todos, tomemos consciencia que no solo es la fina educación, son las relaciones humanas, el contacto, la misericordia, el bien ser, el bien tener lo que nos lleva al bien ESTAR.

En las pequeñas acciones se construyen los grandes imperios; nuestra sociedad se construye con esos lazos. Empecemos por agradecer el día, el poder desempeñar un trabajo, el hacerlo cada día mejor, el dar las gracias a Dios y a nuestros semejantes, el ofrecer una disculpa y el poder estar disponible para escuchar y ayudar sin complicaciones.

Con eso, les aseguro daremos un gran salto en bien de nosotros y sobre todo de nuestros hijos quienes están recibiendo el mundo que todos estamos entregando. Entreguemos pues buenas herramientas, que se sientan queridos, apoyados no solo por sus padres sino por la sociedad. Nadie es tan importante para poder solo con el paquete.

Un abrazo y seguimos comentando.

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