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21/noviembre/2014

«Desde niña vi como mi padre participaba en eventos de oratoria, y contrario a los demás niños de mi edad, a mí el tema realmente me interesaba y me apasionaba… Yo era la primera alumna en los cursos de mi papá aunque no me invitara y a todo el mundo le llamaba la atención que yo, tan inquieta como siempre he sido desde niña, centrara mi atención en la oratoria», recuerda Jarumy Méndez, 11 veces Campeona Estatal y Campeona Nacional de Oratoria en 2006.

Originaria del Distrito Federal, pero oaxaqueña por adopción, a los nueve años Jarumy le pidió a su padre que le enseñara oratoria, una disciplina que no es solamente el concurso contra otros oradores: «Le da a las personas la posibilidad de expresar lo que piensan y lo que sienten, esa misma oportunidad yo he querido que muchas personas la tengan, sobre todo los jóvenes y por eso me he dedicado a la función social de la oratoria: impartir cursos gratuitos, mesas redondas, foros… para enseñar a expresarse de forma adecuada porque muchas veces lo que imposibilita a los jóvenes a dar su opinión, es que no saben cómo».

La Igualdad, fue el tema de su primer campeonato estatal en quinto de primaria, del que recuerda la sensación cada vez que participa: «Vuelvo a experimentar nerviosismo y adrenalina. Enfrentarse a una multitud siempre crea mucho nerviosismo pero también alegría de que muchos te pueden escuchar y quizá en una persona puedes dejar sembrada una semilla de esperanza o de optimismo. Desde entonces no he dejado de participar: primaria, secundaria, bachillerato, universidad, aunque ya en esta última etapa me dediqué más al área de litigación de juicios orales, campo muy importante para los abogados».

Jarumy Esmeralda Méndez Reyes, está a próxima a graduarse como Licenciada en Derecho por la Universidad Anáhuac Oaxaca, donde sus actividades en la oratoria le concedieron un alto porcentaje de beca. Sobre su elección, comenta: «El derecho tiene que ver con prácticamente todo, pero principalmente con la dirección de la función pública que es un área que me interesa aunque también estoy encaminada buscar la justicia mediante la litigación».

Con raíces costeñas por parte de sus abuelos maternos y de Ixtlán de Juárez por sus abuelos paternos, la campeona está consciente que sus logros son una retribución a horas de estudio, desvelos y esfuerzo porque en los concursos de oratoria, hay que estar preparado para improvisar temas, así que un conocimiento general de los tópicos es siempre exigido. Para Jarumy el mayor premio no es un campeonato, sino que la gente te reconozca como alguien que dejó una marca o algo grabado en sus conciencias.

2006 fue un año especial para la también instructora de oratoria, pues se hizo acreedora al Campeonato Nacional con el tema del Tratado McLane-Ocampo que «afortunadamente había estudiado» y de manos del Presidente Felipe Calderón, recibió el Premio Nacional de la Juventud en la rama de Oratoria: «Independientemente de los campeonatos, la labor social que realicé fue lo que me llevó a recibir el Premio Nacional de la Juventud, el máximo galardón para un joven como reconocimiento a su trayectoria en determinada área».

Con 24 años de edad, sus actividades han incluido escribir en el suplemento Inquietudes de El Imparcial, artículos en El Despertar y en la revista jurídica Toga junto con un grupo de jóvenes abogados. Fue también Campeona Nacional de Debate en bachillerato, cuando estudiaba en el COBAO 01 de Pueblo Nuevo, institución en la que ahora es profesora de la extracurricular de oratoria y debate: «He tenido mucha satisfacción, los jóvenes están aquí por elección, tienen esa hambre de aprender y colaborar. Somos un grupo de 35 personas, un número muy alto para una paraescolar de oratoria, de los cuales el 60 por ciento son mujeres, siempre he hecho hincapié en la participación de la mujer en la sociedad. Me está tocando vivir la parte de los campeonatos pero ahora como asesora».

Consejera del Comité Estatal y Secretaria de Asuntos de Juventud del PVEM en Oaxaca, Jarumy preside también la asociación civil Palabra en Movimento, cuyo objetivo es la difusión cultura y la cohesión juvenil: «Organizamos talleres al interior del estado, sobre participación ciudadana y democracia, talleres sobre debate, oratoria, foro, encuentros de jóvenes líderes para propiciar el cambio en sus comunidades, brindándoles herramientas de emprendedurismo».

Al pedirle una recomendación para la juventud, Jarumy tiene muy claro tres puntos: 1. tolerancia a la frustración, un fracaso debe convertirse en motivo para intentarlo nuevamente; 2. enfocarse verdaderamente en la preparación académica, lo que en sus palabras es el «mayor tesoro» y finalmente 3. soñar en grande: «En la medida que nosotros tengamos sueños que en el presente parezcan imposibles, así es la medida en la que podemos alcanzar el gran sueño… No se limiten ustedes mismos, porque al final ustedes son los únicos que se pueden detener».

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Foto: El Oriente

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