(www.eloriente.net, México, a 17 de noviembre de 2015, por Alejandro Cruz Pimentel).- A 5 años de un gobierno de coalición, no podemos hablar de avance de resultados concretos sobre la gestión gubernamental. El quinto informe de gobierno no es más que un recuento sumario de toda la gestión. No representa los logros realizados en este año, y en consecuencia, no permite comparar y evaluar los resultados graduales de la gestión. La numeralia exhibida sólo corresponde a los insumos de los programas y no a los avances o resultados.
No podemos hablar de avances y logros en educación, cuando sólo presentan cantidades e inversión en uniformes, útiles escolares y becas; y nada sobre los avances en los índices de deserción y aprovechamiento escolar.
No podemos hablar de avances y logros en infraestructura pública, cuando sólo proporcionan la cantidad e inversión de las obras realizadas; y nada sobre la transparencia en la asignación y el costo-beneficio de las mismas.
No podemos hablar de avances y logros de empleo real, cuando en el segundo trimestre del año fueron despedidos cientos de trabajadores del gobierno estatal.
No podemos hablar de avances y logros en las grandes obras del gobierno, cuando en los hechos, aún se encuentran en proceso de construcción y con un sobrecosto tremendo.
No podemos hablar de avances y logros en el combate a la pobreza, cuando el informe del CONEVAL dio a conocer que en el periodo 2012-2014, más de 400 mil oaxaqueños empeoraron su situación de pobreza.
No podemos hablar de avances y logros en la calidad de vida de los oaxaqueños, cuando más de 1 millón 440 oaxaqueños no tienen alimento alguno para llevárselo a la boca.
No podemos hablar de de avances y logros en la seguridad social, cuando el gobierno del estado contrata bajo la modalidad del outsourcing y más de 3 millones 100 mil oaxaqueños no cuentan con ella.
No podemos hablar de avances y logros en el ejercicio de la función pública, cuando dos Secretarios, turismo y administración, violentan la ley orgánica, construyendo obra pública sin atribuciones para hacerlo.
No podemos hablar de avances y logros en nuestra democracia, cuando el maestro Francisco Toledo y un grupo de ciudadanos fue agredido y denostado por propio gobierno al oponerse a una obra en el cerro del fortín, y es la fecha que no se sabe nada de los culpables.
No podemos hablar de avances y logros en nuestra democracia, cuando el gobierno retomó prácticas regresivas, como el corporativismo, para enfrentarnos unos con otros, en defensa del centro de convenciones.
No podemos hablar de avances y logros en la economía, cuando el secretario de vialidad y transporte en contubernio con los concesionarios, acaban de asestar el segundo incremento al pasaje en lo que va de la presente administración.
No podemos hablar de avances y logros en la atención de grupos vulnerables, cuando los recursos provenientes del Fondo Regional (RG23) no se destinan a los municipios con menor Índice de Desarrollo Humano; en contrario, sí se destinaron para pagar el proyecto ejecutivo del centro de convenciones y para mejorar la infraestructura urbana de fraccionamientos en zonas exclusivas de Huatulco.
No podemos hablar de avances y logros en la rectoría de la educación, cuando el nuevo IEEPO a cuatro meses de ser regenerado, no ha dado muestras de una mejora organizacional que permita avizorar un cambio verdadero en la dirección de la educación. Se sigue manejando por la inercia de los problemas.
No podemos hablar de avances y logros en la rectoría de la educación, cuando se puso de manifiesto la debilidad del gobierno para hacer valer el Estado de Derecho, y declinó este año entregando su autonomía e independencia al gobierno federal.
No podemos hablar de avances y logros en la rectoría de la educación, cuando la policía y gendarmería federal permanece en las inmediaciones del nuevo IEEPO y efectuando rondines por toda la ciudad. La factura será muy costosa.
No podemos hablar de avances y logros porque los resultados están ensimismados en un informe consolidado de toda la gestión.
No podemos hablar rendición de cuentas a la ciudadanía cuando a pesar de haberse entregado el informe a los representantes populares y transmitido un mensaje en medios locales, para la ciudadanía aún no está disponible.
No podemos hablar de avances, cuando no hay manera de verificar los mismos.
No podemos hablar de resultados, cuando no hay estudios serios y profesionales de evaluación de políticas públicas que respalden los mismos.
Estamos a años luz de conocer los avances y resultados progresivos de este gobierno.
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