Por: FAHHO
Desde su inauguración en el año de 1998, el Museo de Filatelia de Oaxaca continúa impactando a sus visitantes con el impresionante juego de blancos que logran mezclarse armoniosamente con la naturaleza de la madera, de las plantas, formas, colores, cartas y arte filatélico con vibrantes mensajes que en el interior de una casa histórica encontraron hogar.
El Museo de Filatelia de Oaxaca se encuentra próximo a enriquecerse y extenderse aún más. Pronto, las misivas llegarán a la casa 201 de la calle Constitución, en la esquina que forma dicha calle con Reforma, antes las calles de la Pañuelita y de la Huerta, ubicada en una de las inserciones del bastión del Ejército Nacional, ya que al frente de la casa se encontraba el XXVIII Regimiento de Caballería.
En el año de 1848, el edificio aún no había sido reformado, y se encontraba registrado con el No. 6 de la calle Constitución, bajo la propiedad del Sr. Ignacio Ortiz. Para el año de 1910 ya había sido reformado, mostrando una subdivisión de tres predios.
En la segunda mitad del siglo XX dicha esquina fue una miscelánea, recordada por los antiguos vitroleros de vidrio soplado distribuidos en los anaqueles para mostrar la mercancía que un par de señoritas vendían. Aún puede leerse por los vestigios del rótulo realizado en la fachada de la casa.
Por varios años el abandono, la falta de mantenimiento del espacio, el daño intencionado, así como las intervenciones inadecuadas propiciaron la pérdida de elementos estructurales y constructivos que lo protegían y mantenían estable, dejándolo en riesgo de colapsar.
Ahora la casa se encuentra en proceso de restauración por la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, a través de su Taller de Restauración, para que forme parte del Museo de la Filatelia de Oaxaca.
Al iniciar la intervención se encontraron daños en ambas fachadas de la casa, secciones expuestas de adobe a causa de la falta de aplanado; las escasas áreas existentes de aplanado y los sillares de piedra cantera mostraban pintas de grafiti; los marcos de los vanos se hallaban incompletos y conservaban, aunque en muy mal estado, sólo una de las cuatro protecciones de herrería que debía tener.
El interior de la casa ha perdido en su totalidad las cubiertas de viguería que protegían la mitad de las crujías de la casa, el resto fue alterado y ahora presenta cubiertas de viguería.
En general, la casa muestra agregados de concreto reforzado y cemento, mismos que han provocado fallas estructurales en el sistema tradicional de muros de adobe que varían entre los 40 y los 80 centímetros. Se sabe, por los vestigios de mechinales, que la antigua cubierta fue de viguería.
En la restauración se utilizarán las técnicas tradicionales de construcción, se recuperará un par de patios que existe en la casa y se integrarán una cubierta móvil y una exenta para aprovechar el espacio.
Con la ampliación del MUFI, además de la recuperación y conservación de uno de los singulares y escasos ejemplos de arquitectura virreinal, se recobrará la vitalidad del espacio, al destinarlo para la generación y difusión de la cultura, así como la convivencia de sus visitantes en los lugares destinados para salas de exposiciones, conferencias o para la adquisición de productos relativos al tema filatélico.