Las mediciones de CONEVAL para Oaxaca

Por: Mónica Santiago*

Ustedes y yo sabemos que las generalizaciones nunca han sido buenas. En una fotografía del bosque a veces se pierden algunos árboles, detalles e historias particulares que pueden resultar por sí mismas muy felices y otras muy dolorosas.

Además, algunas generalizaciones no tienen cómo compararse de forma real en el tiempo.

Es el caso de las recientes estimaciones de pobreza e indicadores sociales dados a conocer recientemente por el CONEVAL, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social en México, que solo son comparables con los datos publicados en 2019 sobre 2018, pues hubo cambios en la metodología de medición iniciando así nueva nueva serie que poco a poco tenderá a ser más reveladora.

Sin embargo, vale la pena revisar algunos de estos datos pues lo que sí perfila son necesidades de política pública, es decir, lo que los gobiernos y los ciudadanos debemos procurar hacer para vivir con mayor bienestar, principalmente en el estado de Oaxaca, nuestro hogar y el de nuestros seres queridos.

Hagámonos algunas preguntas iniciales: ¿A que porcentaje de oaxaqueños le alcanza para comer bien con lo que gana? ¿Donde vive es un lugar en buenas condiciones? ¿Si alguna de nosotras enferma, hay quien la atienda en hospitales o clínicas? ¿En el trabajo, a cuántos de nosotros nos dan seguridad social?



Medición Multidimensional de la Pobreza en México

Medición Multidimensional de la Pobreza en Oaxaca

Pues bien, aquí vamos a desglosar esa fotografía general de las que les comentaba: al principio, cuando decimos que mientras en el país de 2018 a 2020 el porcentaje de la población en pobreza aumentó de 41.9% a 43.9%, mientras que en Oaxaca disminuyó de 64.3% a 61.7%, podemos pensar que al país le fue muy mal y a nuestro estado muy bien.

Lo cierto es que propongo que seamos cautelosos con estas cifras. Porque no debemos olvidar que se atravesó una situación de pandemia realmente muy compleja y además hay ciertos estados donde el aumento de la pobreza fue alarmante y que empuja al país a obtener esos resultados finales negativos.

Por ejemplo, de los 3 millones 763 mil 300 personas que ahora entraron en condición de pobreza en todo el país, 1 millón 300 mil 200 son del Estado de México; 380 mil 300 de Puebla y 358 mil 400 de Nuevo León. Es decir solo en esos 3 estados quizá junto con Quintana Roo, concentran la mitad de las personas que cayeron en pobreza en los últimos dos años.

Concentrado Evaluación de pobreza y pobreza extrema, entidad por entidad, CONEVAL, 2021.



En cambio en el estado de Oaxaca, cerca de solamente 5 mil personas pudieron superar esta condición. ¿Ya notaron cómo viendo de más cerca las cifras podemos tener más clara la radiografía?

Y para que nos quede a todos todavía más claro. Según la metodología del CONEVAL, una persona se encuentra en situación de pobreza «cuando tiene un ingreso inferior a la Línea de Pobreza por Ingresos (valor de la canasta alimentaria más la no alimentaria) y presenta al menos una carencia social.

Por otra parte, se identifica a la población de en situación de pobreza extrema, cuando su ingreso es inferior a la Línea de Pobreza Extrema por ingresos (valor de la canasta alimentaria) y presenta al menos tres carencias sociales»

¿Cuáles son las carencias sociales?

La primera es rezago educativo. ¡Cuanto necesitamos avanzar en este asunto! En Oaxaca por ejemplo, si bien los porcentajes no se movieron, también es cierto que al menos 50 mil personas en estos últimos dos años cayeron en este rezago.

Y ustedes y yo sabemos que permanecer en un mismo porcentaje nunca ha sido buena noticia, hay que ir hacia adelante y no estancarse porque el tiempo cuenta y cuenta mucho.

Es muy importante tener una mucho mejor coordinación con el magisterio de Oaxaca, las autoridades y las madres y padres de familia, porque ya es tiempo de que Oaxaca salga de ese lugar de rezago de tantos años.

La segunda carencia es acceso a los servicios de salud. Para Oaxaca, bien ponderada esta carencia es la más desalentadora. Porque si en 2018 había 650 mil personas sin este acceso, ahora son 1 millón 538 mil personas. Casi un 60% de aumento.

Y lo que se ve no se juzga. ¿Cuántas personas han perdido la vida en sus hogares porque no tuvieron un lugar en los hospitales del estado recientemente con la pandemia?

Lo que se ve no se juzga. Quizá muchas personas al momento de responder las encuestas no había tenido la necesidad de algún servicio de salud, pero ahora que sí lo ha requerido, pues ya se da cuenta del desamparo en que nos encontramos.

Porque además a esto hay que sumar la carencia por acceso a la seguridad social, que en Oaxaca es del 73%. Y en todo México es del 52%.

Esto sí es muy preocupante porque nos pasamos diciendo que lo más importante en la vida es la salud, y es justo el rubro que menos tenemos cubierto los ciudadanos. Tenemos un atraso de décadas que hay que revertir urgentemente.



Ahora bien, en la cuarta carencia por calidad y espacios de la vivienda y acceso a servicios básicos, las cifras muestran en Oaxaca un ligero avance, aunque bien visto hay un estancamiento pues aunque porcentualmente puede estar mejorando de 58.3 a 53.7 el caso de la carencia por servicios básicos, lo cierto es que el número es raquítico: solo 5,000 viviendas en TODO el estado mejoraron su situación.

Finalmente, ¿está teniendo una mejor alimentación nuestra gente? La respuesta es que no.

La carencia aumentó de 1 millón 281 mil a 1 millón 386 mil oaxaqueñas y oaxaqueños con carencia de alimentación nutritiva y de calidad.

100 mil oaxaqueños comen peor que hace dos años.

Ingresos

Finalmente, en cuanto a ingresos, estos mejoraron ligeramente aunque no en el ritmo que nos gustarían: solo 20 mil personas lograron mejorar su ingreso por encima de la líena de pobreza por ingresos.

En conclusión: nos hace falta mucho pero mucho por hacer. Eso sí: que no nos gane el pesimismo, ni el afán de culpar a uno o dos o tres personajes. Seamos conscientes que nos tocó un tiempo muy difícil y que en este momento es más importante unirnos para mejorar que dividirnos para que nada mejore.

Yo siempre digo: usemos la inteligencia para el bienestar y no la inteligencia para el malestar.

Espero que este panorama nos lleve a tomar mejores decisiones.

*Es directora del movimiento México Ampárame y diputada local electa.