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21 de septiembre de 2012

  • Con poco más de 158 millones de pesos y más seis años de trabajos, el INAH concluyó la rehabilitación del monasterio de Yanhuitlán, y está por culminar en Coixtlahuaca y Teposcolula
  • En los tres conjuntos conventuales, de los siglos XVI y XVII, se han atendido daños provocados por un sismo; además se restauraron bienes muebles (óleos, retablos, esculturas)

Con una inversión de poco más de 158 millones de pesos y más seis años de trabajos, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) culminó la restauración del Ex Convento de Yanhuitlán, y avanza en los conjuntos de Coixtlahuaca y Teposcolula, cuyas obras de rehabilitación están por finalizar; se trata de tres joyas de la arquitectura colonial de Oaxaca, edificadas en los siglos XVI y XVII, en la región de la Mixteca Alta, que resultaron afectados por un sismo en 1999.

La rehabilitación arquitectónica de los tres conjuntos conventuales, constituye uno de los proyectos prioritarios de la presente administración, enfocado a la puesta en valor de este patrimonio monumental en conjunción con las poblaciones aledañas, y a su preservación para las futuras generaciones, lo que también posibilita mayor derrama económica en beneficio de las comunidades mixtecas.

La iniciativa de rescate de los ex conventos de San Juan Bautista Coixtlahuaca, Santo Domingo Yanhuitlán, y San Pedro y San Pablo Teposcolula, se reemprendió en 2006 mediante la colaboración y aportaciones económicas del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, el INAH, el Gobierno del Estado de Oaxaca, fomentos Cultural y Social Banamex, y la Fundación Alfredo Harp Helú, así como de las propias comunidades.

En obra civil se han invertido 145 millones de pesos “para resolver los problemas estructurales más urgentes que presentaban los tres conjuntos conventuales, provocados por el sismo de septiembre de 1999”, informó el arquitecto Juan Urquiaga Blanco, coordinador de los trabajos.

Asimismo, se destinaron 13.5 millones de pesos para la atención de bienes muebles (retablos, óleos, esculturas) que albergan los inmuebles coloniales, cuya atención estuvo a cargo de especialistas de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC) y de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM), ambas instancias del INAH.

Ex Convento de Santo Domingo Yanhuitlán
Considerado como joya de la arquitectura novohispana, el Ex Convento de Santo Domingo Yanhuitlán fue rehabilitado mediante el uso de métodos de construcción y materiales con los que fue edificado en el siglo XVI, con lo que se respetó su estructura original.

El arquitecto Juan Urquiaga Blanco, reconocido por su trabajo en la restauración del Ex Convento de Santo Domingo, en la capital oaxaqueña, explicó que en el caso de Yanhuitlán los trabajos se centraron en la atención de grietas y desprendimientos en la bóvedas de tracería, así como en la reparación de la cubierta con tecnología moderna, misma que se refuerza la estructura y evita las filtraciones de lluvia.

Dijo que ante la falta de planos y la poca información histórica sobre el ex convento, “se hicieron  calas arqueológicas para poder determinar las antiguas técnicas con las que los dominicos edificaron el ex convento, y retomarlas en este trabajo de rehabilitación.

Urquiaga Blanco añadió que también se reconstruyó parte del claustro alto, la hospedería (también llamado hospital), y otras áreas del templo, como las bóvedas, ventanas góticas y el piso del coro, que presentaban distintas intervenciones anteriores y agregados.

“No hay que olvidar que el edificio tuvo diversos usos: durante la Guerra de Independencia fue cuartel; aquí se atrincheró el cura Hidalgo y también se observan los orificios de impactos de balas en la parte trasera del convento”, destacó el arquitecto.

En el Ex Convento de Yanhuitlán también se restauró el Retablo Mayor, único por su forma heptagonal (de siete calles); mide 10.90 m de altura por 6.76 m de ancho, y alberga pinturas del siglo XVI, atribuidas al pintor sevillano Andrés de Concha.

La puesta en valor de dicho bien cultural estuvo a cargo de expertos de la CNCPC y de la ENCRyM, para lo cual se montó un taller de restauración dentro del templo.

Desde 2009 y hasta la fecha, la CNCPC restauró se realizó la restauración del retablo, integrándole elementos faltantes de madera y dorados. También se trabajaron las esculturas de San Pedro y San Pablo y reintegró al retablo un relieve de madera del siglo XVI, con el tema del Patrocinio de Santo Domingo, el cual fue encontrado en el claustro.

En las 13 pinturas del retablo, algunas de las cuales pesan 300 kilogramos cada una porque fueron realizadas sobre madera, “se retiraron las diferentes capas de barniz que las oscurecían, y también se atendieron alguna separaciones en las uniones de las tablas. Este proceso permitió rescatar los distintos planos, escenas ocultas y colores originales”, explicó la restauradora Magdalena Castañeda, de la ENCRyM, al destacar que entre las obras que sobresalen por su belleza y factura están El Juicio Final y La Virgen del Rosario.

Por su parte, Fernanda Muñoz-Castillo, jefa de Conservación de la CNCPC, señaló que también se restauraron los ocho Arcángeles pasionarios, esculturas de madera estofada, que son sacados en procesión durante la Semana Santa, por lo que son muy apreciadas por la comunidad; además de un fragmento de pintura mural que decora la nave.

Ex Convento de  San Pedro y San Pablo Teposcolula
En el  ex convento de Teposcolula se restauró la Capilla Abierta, considerada la más grande del continente americano (43 metros de largo, 15 de alto y 11 de fondo), que destaca por sus cinco arcos de medio punto, sus enormes contrafuertes cuadrados terminados en arcos y bóveda central de tracería gótica.

Dicha ermita es testimonio de la enorme empresa evangelizadora emprendida por los frailes dominicos en el siglo XVI, quienes  se empeñaron en hacer que los indígenas mixtecos abandonaran sus antiguas creencias, escenificando fastuosos ritos eclesiásticos al aire libre.

En Teposcolula, señaló el arquitecto Juan Urquiaga, se hizo la consolidación de la cubierta y trabajos de rehabilitación estructural en el templo. Actualmente se avanza en la reconstrucción del Claustro Alto, que presenta más de 70 por ciento de avance.

Destacó que para rehabilitar la capilla abierta, fue necesario corregir el daño estructural que ponía en serio peligro la bóveda, utilizando métodos de construcción y materiales usados en la época colonial.

En tanto entre 2010 y 2011, especialistas de la CNCPC restauraron un grupo de ocho lienzos anónimos de medio punto (de 3 por 2 metros de dimensión), que datan del siglo XVIII y narran la vida de Santo Domingo de Guzmán, informó la restauradora Amalia Velázquez de León.

“Las pinturas pasaron por un proceso de limpieza profunda para retirar suciedad y capas superpuestas de barniz amarillento; además se reestructuraron los bastidores de madera y, finalmente, se restauró y homogenizó la capa pictórica, mediante la técnica italiana regatino, que consiste en yuxtaponer líneas muy delgadas de color y es totalmente reversible”, comentó la especialista.

Ex Convento de San Juan Bautista Coixtlahuaca
En Coixtlahuaca, tras una evaluación interdisciplinaria, se decidió desmontar y volver a montar el campanario de la iglesia, porque existía el riesgo de colapso de la torre. Actualmente, ya se reconstruyó el primer cuerpo (que soporta las campanas) y, en una próxima intervención, se concluirá esta obra. Asimismo se hizo la reparación de las fisuras que presentaban las bóvedas de la cubierta.

En lo que respecta a los bienes muebles del Ex Convento de San Juan Bautista Coixtlahuaca, se atendió retablo y dos esculturas de santos, por expertos de la CNCPC; además de 15 óleos novohispanos.

El retablo, que fue hecho en el siglo XVIII, con elementos de otro del XVI, es de coloratura blanquecina con filos dorados; contiene pinturas que narran la vida de Cristo, que también han sido atribuidas al artista sevillano Andrés de Concha, quien trabajó durante el último tercio del siglo XVI en los retablos de la Catedral de Oaxaca, en la antigua Catedral Metropolitana y en la Mixteca (en los templos de Yanhuitlán y Teposcolula).

Durante la rehabilitación arquitectónica en el Ex Convento de Coixtlahuaca, se encontró el nivel original del presbiterio, por lo que el retablo recuperó la posición que tuvo en el siglo XVI). Además, las pinturas que narran la vida de Jesús nunca habían sido restauradas, de manera que ahora lucen “sus colores originales, al haber sido retiradas las capas sucesivas de polvo, humo de veladoras y barniz acumulados”, finalizó la restauradora Magdalena Castañeda, de la ENCRyM.

Foto: INAH