Por: Vicente López Portillo Covarrubias

Twitter  @vicentelpc

En esta ocasión comentaremos sobre la conveniencia de contratar un seguro de vida para que en caso de que hagas falta, tus dependientes económicos puedan continuar su vida normal al contar con recursos para hacer frente a los gastos diarios del hogar como la alimentación y la salud o para que tus hijos continúen estudiando.

Lo primero que debes conocer es que el contrato de seguro de vida, es de buena fe, por lo que siempre deberás decir la verdad al momento de llenar el cuestionario que las compañías exigen para valorar el riesgo y seas aceptado como Asegurado. Si padeces alguna enfermedad debes de declararlo en tu solicitud, así como la cantidad de cigarrillos que consumes al día, si tomas alcohol con frecuencia, si practicas algún deporte de alto riesgo o conduces una motocicleta.

Si la compañía de Seguros descubre que la información que proporcionaste no es real y que se dieron omisiones o inexactas declaraciones, puede rechazar el siniestro,  aunque la omisión no hayan influido en la realización del evento o fallecimiento del asegurado. Muchos de los siniestros que no se pagan son por esta razón, por lo tanto siempre exprésate con la verdad.

Para que el seguro de vida que contrates sea un beneficio para tus familiares en caso de que faltes y sea un aliado de su economía familiar, te recomiendo que antes de contratarlo, te informes y compares opciones con diversas aseguradoras para hallar la cobertura ideal para ti y tu familia. Asesórate con un agente de seguros autorizado por la  Comisión Nacional de Seguros y Fianzas con el objeto de que te recomiende sobre la mejor opción para ti, con base a la suma asegura que desees y a tu capacidad de pago.

Pon especial atención al designar a tus beneficiarios. Debes hacerlo de forma clara y precisa, estableciendo el porcentaje de la suma asegurada que le correspondería a cada uno. Tienes 30 días para analizar si están correctos tus datos en la póliza.

Después de contratar un seguro, informa a tu familia sus características y el lugar en donde guardas la póliza. Paga puntualmente sus primas  para evitar la cancelación de tu seguro y procura siempre estar al pendiente, pues la falta de pago provoca que se cancele la póliza.

Por último, tener un seguro debe ser visto como una inversión y no como un gasto. Bien lo dijo Benjamín Franklin: “Lo único seguro en la vida es la muerte y los impuestos”. Por lo tanto, es mejor estar preparado y que no te tome por sorpresa.

Y recuerda, cuida tu dinero.