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3 de julio de 2013

En todo el mundo se produjeron fenómenos climáticos extremos de gran impacto y sin precedentes durante el decenio de 2001-2010, el decenio más cálido jamás registrado desde que se empezaron a realizar mediciones en la época moderna hacia 1850, al que siguió un largo período de calentamiento mundial acentuado. Se batieron más récords de temperatura a nivel nacional que en ningún otro decenio anterior, según un nuevo informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

En el informe titulado: El estado del clima mundial 2001-2010. Un decenio de fenómenos climáticos extremos, se analizaron las temperaturas y precipitaciones mundiales y regionales así como los fenómenos extremos como las olas de calor que se produjeron en Europa y Rusia, el huracán Katrina en Estados Unidos de América, el ciclón tropical Nargis en Myanmar, las sequías en la cuenca del Amazonas, Australia y África oriental y las inundaciones en Pakistán.

El decenio de 2001-2010 fue el más caluroso en ambos hemisferios y respecto de las temperaturas de la superficie de la tierra y del océano. El calor récord estuvo acompañado por una rápida disminución del hielo marino del Ártico y una aceleración de la pérdida de la masa neta de las capas de hielo de la Antártida y Groenlandia y de los glaciares del mundo. Como resultado de este derretimiento generalizado y de la expansión termal del agua del mar, la media mundial del nivel del mar aumentó unos 3 mm por año, aproximadamente el doble de la tendencia observada durante el siglo XX, de 1,6 mm por año. El nivel medio del mar a nivel mundial es unos 20 cm más alto que en 1880, según el informe.

En el informe de la OMM se determinó que se había producido un aumento de la concentración atmosférica de gases de efecto invernadero. La concentración atmosférica media mundial de dióxido de carbono alcanzó 389 partes por millón en 2010 (un aumento del 39% desde el inicio de la era preindustrial en 1750), el metano llegó a 1 808,0 partes por mil millones (158%) y el óxido nitroso a 323,2 partes por mil millones (20%).

“Un decenio es el plazo mínimo posible para realizar una evaluación significativa del cambio climático,” dijo el Secretario General de la OMM, Michel Jarraud. “En el informe de la OMM se muestra que el calentamiento mundial fue significativo entre 1971 y 2010 y que la tasa decenal de aumento registrada entre 1991 y 2000 y 2001 y 2010 no tenía precedentes. El aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero que atrapan el calor están cambiando nuestro clima, lo que tiene importantes repercusiones sobre nuestro medio ambiente y nuestros océanos, que están absorbiendo tanto dióxido de carbono como calor.”

“La variabilidad natural del clima, causada en parte por las interacciones entre la atmósfera y los océanos, como han puesto de manifiesto los episodios de El Niño y La Niña, se traduce en que unos años son más fríos que otros. Si se examina con carácter anual se observará que la curva de la temperatura mundial no es gradual. A largo plazo la tendencia subyacente es claramente al alza, más aún en los últimos tiempos” afirmó el señor Jarraud.

Entre 2001 y 2010 no se registró ningún fenómeno de El Niño importante, que normalmente se traduce en temperaturas más altas (como ocurrió en el entonces año cálido récord de 1998). Durante gran parte del decenio prevalecieron los episodios de enfriamiento de La Niña y las condiciones neutras, excepto en 2009/2010 en que se produjo un episodio de El Niño de intensidad moderada a fuerte.

En el informe de 100 páginas y su correspondiente resumen ejecutivo se incorporan los resultados de una encuesta única dirigida a 139 Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales y los análisis y datos socioeconómicos de varios organismos y asociados de las Naciones Unidas, publicados con ocasión de la celebración de la primera reunión de la Junta Intergubernamental sobre los Servicios Climáticos. La Junta se encarga de la supervisión del Marco Mundial para los Servicios Climáticos, una iniciativa internacional destinada a mejorar y a ampliar la información climática basada en datos científicos para ayudar a la sociedad a hacer frente a la variabilidad natural del clima y del cambio climático antropogénico.

“Una perspectiva decenal permite evaluar las tendencias del cambio climático y anticipar el futuro. Asimismo puede informar de las iniciativas que se prevé poner en marcha para desarrollar servicios climáticos operativos que proporcionen información y previsiones para la adopción de decisiones en las esferas de la agricultura, la salud, los riesgos de desastre, los recursos hídricos y otros sectores. Esas iniciativas se coordinarán a través del Marco Mundial para los Servicios Climáticos, dirigido por la OMM,” señaló el señor Jarraud.

“Los servicios climáticos son más necesarios que nunca para ayudarnos a hacer frente a los cambios mundiales de nuestro clima, que se ven acentuados a escala regional y nacional. A pesar de haberse registrado una reducción importante de las víctimas mortales provocadas por las graves tormentas e inundaciones, en el informe de la OMM se destacan las repercusiones alarmantes sobre la salud y las tasas de mortalidad a causa de las olas de calor producidas en Europa y Rusia. Habida cuenta de que se prevé que el cambio climático ocasione olas de calor más frecuentes e intensas, es necesario que estemos preparados,” añadió el señor Jarraud.

Foto: ONU

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