Cuando de la tragedia surge el humor y viceversa #JuevesdeCineySeries

eloriente.net

11/septiembre/2014

Por Víctor López Velarde Santibáñez

Aunque quizás mucha gente al momento de sintonizar una serie de comedia espere simplemente encontrarse con una historia simple y que le invite a carcajearse un rato, en el siglo XXI la televisión americana puso de moda la tendencia de crear series de tv que estén más cerca de la comedia dramática o tragicomedia que de la comedia en su más puro estado. Los 80`s y 90`s fueron la época dorada de las populares sitcoms (comedias de situación), cuya principal característica es que eran programas en los que en cada capítulo se presentaba una situación cotidiana llevada al absurdo y era resuelta en ese mismo episodio, sin que hubiera una continuidad o sin que fuera necesario que la audiencia visualizara todos los capítulos para comprender la serie, puesto que el perfil de los personajes era suficiente para sostener el show.

Aunque las sitcoms siguen siendo un género bastante recurrente en la tv (Arrested Development y The Big Bang Theory son ejemplares comedias de situación nacidas la década pasada), la popularidad de esta forma de hacer comedia se ha visto mermada por la nueva tendencia en cuanto a elaborar series que combinen personajes con matices tragicómicos y darle rienda suelta al humor a partir de una situación trágica.

Pionera de esa nueva corriente es la exitosa serie Sex and the City de HBO, que dejó el camino despejado para que series de este tipo fueran acogidas por el público en la nueva década. Sex and the City no solo innovó en el hecho de que se trataba de una dramedia en la que era necesario seguir los capítulos en orden cronológico para asimilar la riqueza del argumento, puesto que los capítulos presentaban una continuidad marcada y había líneas argumentales que se resolvían a lo largo de varias temporadas, sino que también se convirtió en una serie feminista en la que por primera vez un grupo de mujeres eran quienes llevaban las riendas de la historia, siendo los hombres meros recursos de apoyo para narrar la travesía de estas mujeres viviendo la treintena (logrando así el hito de triunfar en rating sin ser un programa que tuviera actrices «jóvenes» dentro de su elenco)

Así mismo, la serie generó mucha atención por el hecho de las conversaciones explícitas de sexo que abordaban constantemente las protagonistas, siendo la primera vez que se veía a un grupo de mujeres discutir al aire temas relacionados con el sexo sin censura alguna (igual, de las primeras veces en las que en una comedia se visualizaban escenas de desnudos) y quizás la primera vez en la que se cuestionaba abiertamente el papel de la mujer en una sociedad machista. Sex and the City logró muy buenos niveles de rating a lo largo de sus 6 temporadas, además de ganar en 3 ocasiones el Globo de Oro por Mejor Serie-Comedia o Musical y lanzar a su protagonista Sarah Jessica Parker al estrellato como un ícono de la moda.

Fue en 2004 que salió al aire una serie cuyo planteamiento fue muy comparado con el de la serie previamente mencionada: Desesperate Housewives. Aunque en un inicio la serie parecía beber de la premisa del show de HBO, poco a poco fue demostrando que lo único que compartían eran 4 protagonistas mujeres que rodaban los cuarentas y que combinaba acertadamente la comedia con la tragedia. A pesar de que podría parecer un culebrón televisivo más (que en parte lo es), Desesperate Housewives dio cátedra sobre cómo la comedia no es un género asilado y puede incluso ser combinado con géneros tan dispares como puede ser el misterio y/o suspenso.

Desesperate Housewives demostró ser una serie incluso más dramática que Sex and the City, puesto que abordaba temas bastante serios y crudos como lo son el alcoholismo, el abuso, el asesinato, el crimen y la depresión (la serie empieza con un personaje suicidándose) logrando darle un tono burlesco y picaresco a la trama, pero manteniendo la seriedad suficiente para dar rienda suelta al drama que en ocasiones incluso llega a ser más intenso que los momentos cómicos. Esposas Desesperadas de ABC Studios causó mucha polémica en su momento por lo inmoral que resultaban en ocasiones las acciones de sus protagonistas, llevando a sus personajes al límite y poniendo en una encrucijada al público al cuestionarlo sobre qué tan justificada era la empatía con los personajes cuando estos llevaban a cabo este tipo de acciones. Esta serie además de conseguir ser una de las más exitosas de la década pasada, logró ganar dos años consecutivos el Golden Globe por Mejor Serie-Comedia o Musical y el hito de que las 4 actrices principales estuvieran nominadas el mismo año al Globo de Oro por Mejor Actriz en Serie-Comedia o Musical.

Contemporánea de Esposas Desesperadas, pero lanzada un año después, la serie Weeds de Showtime profundizó aún más en el hecho de tener a una protagonista cuyas acciones eran bastante cuestionables, puesto que el personaje principal era una viuda que traficaba con droga con tal de sacar a flote a su familia. Si bien una premisa de esta naturaleza normalmente sirve como base para crear una historia de acción o drama (¿alguien pensó en Breaking Bad?), la show runner de Weeds-Jenji Kohan- apoyada de un humor muy negro y picaresco, en varias ocasiones lograba que el público se hiciera la pregunta de porqué se «aliviaba» cuando asesinaban a un traficante enemigo de la protagonista, cuando en tal caso esa persona estaba llevando a cabo una actividad igual de reprochable que la protagonista. Así mismo, se trata de unas de las pocas comedias en las que se pueden encontrar escenas de violencia explícita y asesinatos, puesto que en más de una ocasión los «buenos» tuvieron que mancharse las manos con tal de salir ilesos.

Del mismo modo, han existido comedias que abordaron un tema tan serio y polémico como es una enfermedad disfuncional. Dentro de estos terrenos encontramos la serie «United States of Tara»de Showtime, que narra la historia de una mujer que padece de un desorden de personalidad grave, lo que da pie a varios de los momentos cómicos de la serie, pero en donde se entiende que la risa está siendo provocada por una situación seria y incluso lastimera como un padecimiento de esta índole. El mérito del programa recae en que a pesar de lo chuscos que son los momentos en los que la protagonista se mete en problemas por culpa de sus personalidades alternas, el guion profundizaba en el desgaste emocional que sufría dicho personaje y cómo esta enfermedad afectaba a sus familiares.

También de Showtime, la serie The Big C dio mucho de qué hablar dado que su protagonista padecía cáncer; y aunque este programa se aproximaba quizá aún más en los terrenos del drama que de la comedia, la serie no entraba totalmente en las coordenadas de la tragedia, puesto que abordaba con humor negro y carisma una situación tan dolorosa como es enfrentarse a una enfermedad terminal, brindando un poco de optimismo a una trama un tanto oscura.

Siguiendo con este lineamiento, HBO lanzó la serie Enligthtened, que incluso sufrió para obtener la aceptación de la audiencia ante lo descomunal del argumento tratándose de una comedia. El show narra la reincorporación a la sociedad de Amy Jellicoe, quien después de tener un colapso nervioso en su oficina de trabajo, se somete a una rehabilitación y regresa a su antigua casa y trabajo con tal de rehacer su vida. Esta premisa muy común de ver en filmes melodramáticos o series de drama, sorprendió un poco a los espectadores que esperaban ver simplemente una comedia, puesto que la protagonista atravesaba por un sinfín de emociones humanas (ansiedad, nerviosismo, alegría, crisis, decepción), además de sufrir una depresión severa que la llevaba a plantearse cuestionamientos filosóficos, siendo muy extraño ver series cómicas empapadas de existencialismo. Incluso los expertos llegaron a clasificar este programa como una serie New Age, por la cantidad de metáforas y escenas de reflexión y meditación que abundan en el programa.

La serie musical de FOX-Glee- a pesar de ser frecuentemente criticada por su superficialidad y ser excesivamente un estereotipo norteamericano, ha sido halagada por su buen tino para abordar problemas serios de adolescentes, tales como el embarazo no deseado, la aceptación a uno mismo, la homosexualidad, entre otros, de modo que el drama se vea apoyado por el humor negro de la serie al tocar situaciones que pueden resultar delicadas para ciertos sectores del público. Glee ganó en dos ocasiones el Golden Globe a Mejor Serie-Comedia o Musical por sus muy buenas dos primeras temporadas, aunque no ha vuelto a ser reconocida debido al declive en el que se sumergió desde su tercera temporada.

Para finalizar, citaremos nuevamente a la show runner Jenji Kohan, quien tras finalizar Weeds se dispuso a producir la serie Orange is the New Black de Netflix, serie que trata un deprimente tema como lo es la dura vida en una prisión femenil, a través de la mirada carismática de su protagonista, quién se encarga de poner el tono cómico para contrastar la situación trágica que se está viviendo. Esta serie de igual modo ha tocado la fibra sensible del público al tratar temas dolorosos y mostrarlos tan cual son sin censura alguna, pero siempre procurando empapar de humor negro al drama para lograr que la risa se asome en medio de la lágrima.

Si repasamos las series enlistadas anteriormente, nos daremos cuenta que todas ellas son protagonizadas por mujeres, lo que lleva a cuestionarnos si los guionistas ven a la mujer lo suficientemente vulnerable para plasmar matices dramáticos en una serie cómica sin que ésta se tambalee o si la audiencia americana no está lo suficientemente preparada para que un personaje masculino sufra una catarsis a través de esos sentimientos, sin que el show caiga en el ridículo o sea difícil de aceptar para la audiencia. Esperemos llegue el día en que los hombres se muestren tan propensos a esas emociones en la TV, tanto como pueden ser vulnerables a esos sentimientos en la vida humana.

*Quizás la única serie en la que su protagonista masculino presente estas características es en la serie Louie, cuyo protagonista a pesar de ser un tanto deprimente, no llega a alcanzar las cotas de drama que sí alcanza las protagonistas de las series anteriores.

Foto: GabboT – Algunos derechos reservados

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