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 Tres cuartas partes de la superficie terrestre y las 2 terceras partes de los océanos han sido profundamente impactados.

(www.eloriente.net, México, 23 de mayo de 2019, por IPBES).- El cambio en el uso de suelo y las modificaciones climáticas, los principales enemigos de la biodiversidad, la población mundial, la economía y el consumo han crecido a costa de la inequidad social y de la conservación de la naturaleza.

Con la presencia de la Directora General de la UNESCO, integrantes de la Plataforma Intergubernamental Científico Normativa sobre la Biodiversidad IPBES y los servicios ecosistémicos IPBES y representantes de la comunidad científica internacional, el pasado 6 de mayo en la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura UNESCO, se realizó el lanzamiento de la evaluación global sobre el estado que guarda la biodiversidad y los servicios ecosistémicos, estudio que fue realizado durante los últimos 3 años, por más de 145 expertos de ciencias naturales, sociales y expertos en conocimiento indígena y local, provenientes de 50 países, con base en 15,000 fuentes científicas y gubernamentales.

Entre los principales hallazgos de esta evaluación (única en su tipo por su carácter multidisciplinario y por considerar otras formas de conocimiento diferentes a la ciencia occidental) se destaca que “la red de soporte que la naturaleza ofrece para sostener nuestra economía, seguridad alimentaria, salud, y calidad de vida se está erosionando, ya que un millón de especies se encuentran en riesgo de extinción; tres cuartas partes de la superficie terrestre y las 2 terceras partes de los océanos han sido profundamente impactados por las actividades humanas; en el mundo se cuenta con 400 “zonas muertas” distribuidas a lo largo de las zonas costeras de todo el planeta en donde ya no es posible detectar ningún tipo de vida.

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Estas alteraciones se originan por diversos impulsores “drivers”, tales como: los cambios de uso de suelo debido al incremento de la población, producción agrícola (principalmente a causa de los bosques tropicales, ecosistemas con alta diversidad de especies). Sobresalen: la expansión pecuaria en América Latina y el establecimiento de plantaciones de Palma Aceitera en el Sureste de Asia como las zonas con mayor grado de degradación; la contaminación marina y de zonas costeras es causad por el elevado volumen de residuos vertidos anualmente en los océanos: plásticos (10 veces más que en 1980), más de 300 toneladas de metales pesados, sustancias tóxicas, desechos agrícolas e industriales.

El reporte también señala que “en los últimos 50 años, la cantidad de personas que habitan el planeta se incrementó en un 100%; de la misma forma que la economía global aumentó 4 veces, y el valor del comercio internacional 10 veces; de tal forma que al día de hoy extraemos más materiales de la naturaleza que nunca en la historia: hoy extraemos 60 miles de millones de toneladas de materiales de la naturaleza al año, lo que equivale a en peso a 100,000 barcos de carga” explica el Dr. Eduardo García Frapolli, de la UNAM, uno de los autores de la evaluación global del IPBES. Dichos incrementos, han sido a costa del deterioro de las contribuciones de la naturaleza a las personas, nuevo concepto que la IPBES establece para agrupar a la riqueza natural y los servicios ecosistémicos.

Otro identificado en dicho estudio; corresponde a la inequidad social, tal y como lo afirma la Dra. Patricia Balvanera, de la UNAM “el mundo está cada día más interconectado, pero también es cada vez más inequitativo, ya que mientras que en los países desarrollados cada individuo consume 4 veces más materiales al año, que aquellos que viven en los países menos desarrollados, existen todavía más de 800 millones de personas que no cuentan con seguridad alimentaria, los países en desarrollo basan su crecimiento económico en la exportación de productos agrícolas, pecuarios, pesqueros, forestales y mineros, mientras que la conservación de la biodiversidad aumenta más rápidamente en países desarrollados, y la contaminación”.

En este sentido, la Dra. Leticia Merino de la UNAM, otra de las autoras de la evaluación global, menciona que “no todos los habitantes del planeta tienen el mismo nivel de responsabilidad sobre estos cambios, ni tampoco sufren sus consecuencias de la misma manera, siendo los grupos indígenas y las comunidades rurales locales, uno de los sectores más vulnerables a los efectos de la degradación de la naturaleza. -esto ha originado la existencia de más de 2500 conflictos ambientales identificados actualmente, a lo largo de todo el planeta.

El reporte, también destaca la contribución de los conocimientos, innovaciones y prácticas de los pueblos indígenas a la conservación y aprovechamiento sustentable de la biodiversidad, como quedó demostrado en la cartografía elaborada por los autores, donde se indica que las zonas mejor conservadas, con aquellas bajo la propiedad, uso o manejo de poblaciones indígenas. Por lo que se hace un llamado a los gobiernos nacionales a apoyar las diversas iniciativas de conservación comunitaria a través del reconocimiento de los derechos de dichas poblaciones.

La Plataforma Intergubernamental de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES), es un órgano de la Organización de las Naciones Unidas, creado en el año 2012, integrado hasta la fecha por 132 estados parte, que cuenta con cuatro funciones principales: realización de las evaluaciones sobre el estado de la biodiversidad; catalizar la generación de conocimiento; apoyo a herramientas de política y la creación de capacidades.

En este espacio, México es uno de los países más sobresalientes por sus aportes al trabajo de la plataforma, ya que a través de la Comisión Nacional para el Uso y Conocimiento de la Biodiversidad CONABIO, punto focal nacional, ha contribuído a lograr y fortalecer las decisiones tomadas por las siete plenarias, realizadas hasta el momento; así como a la construcción de las evaluaciones realizadas hasta el momento,   a un destacado grupo de expertos científicos, de los cuales 34 han participado como autores y 52 como revisores, aunado, contando con presencia de representantes nacionales en las tres generaciones del Panel Multidisciplinario de Expertos, desde su creación: los Dres. Julia Carabias en la primer generación, Rodolfo Dirzo en la segunda y actualmente, Antonio Diaz de León y Adriana Flores. Respecto a las evaluaciones mencionadas, el Dr. Rodolfo Dirzo coordinó la supervisión de las revisiones a dos capítulos de la Evaluación de la Américas, y la Dra. Patricia Balvanera (UNAM), coordinadora del Capítulo sobre las causas del cambio en la biodiversidad para la evaluación global y actualmente líder de la evaluación sobre los Valores de la Naturaleza y de la Unidad de Soporte Técnico que la impulsa, en colaboración con CONABIO.

Ante las tendencias negativas, el reporte hace un llamado urgente a implementar un cambio transformacional, una reorganización sistémica abarcando factores tecnológicos, económicos, y sociales, así como un cambio en nuestros valores, visiones y paradigmas. Los 132 países miembros están conscientes que estas transformaciones profundas no serán sencillas y enfrentarán oposiciones fuertes de aquellos que se benefician del status quo, pero que es necesario trascender esta oposición para lograrlo para mantener la vida en el planeta.

Para lograrlo, será necesario eliminar aquellos subsidios que impiden un desarrollo más sustentable, hacer más explícitas las contribuciones de la naturaleza al desarrollo humano, la cooperación entre distintos sectores a distintas escalas, la reducción de inequidades en el consumo, en las responsabilidades y en las consecuencias del deterioro, así como cambios profundos en los valores asociados con el desarrollo económico, el consumo y el papel de la naturaleza en nuestro bienestar.

Consulta el informe completo.

 

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