Foto: Pixabay

(www.eloriente.net, México, 12 de junio de 2019, por Fernando Arturo Alonso).- Después de plantear puntos muy básicos sobre la historia, la identidad nacional y la forma en que nos percibimos como mexicanos, es esencial trabajar sobre propuestas e iniciativas que tengan un impacto positivo a mediano plazo; de manera parecida a como ocurre en una situación terapéutica, los usuarios o pacientes normalmente buscan resolver a la brevedad posible su malestar, sin comprender que muchas veces ese malestar lleva instalado en su vida mucho tiempo y es la suma de muchas variables que tienden a ser incluso, inconscientes.

Por lo tanto, el tema a desarrollar esta vez es el trabajo, pues es una parte inherente a la existencia humana, una actividad a la cual se le dedica tiempo, energía, esfuerzo y un medio para adquirir el dinero con el cual satisfacemos diversos tipos de necesidades. Sin embargo, al mismo tiempo es una interacción que presenta desafíos en diferentes niveles, pues implícitamente cualquier tipo de trabajo requiere de la existencia de personas con características distintas, y en consecuencia la aparición de conflictos, confusiones y malentendidos es inevitable.

Analizando el problema de manera general, encontramos variables que son muy claras y que tienden a estar presentes en casi cualquier tipo de trabajo; dichas variables son: comunicación y liderazgo, por citar dos de manera muy sencilla.

Hablar de comunicación en el terreno laboral es un reto, porque es muy común observar que la comunicación tiene obstáculos que no permiten la transmisión de mensajes de manera efectiva. Para que se entienda este de mejor manera, tomemos algún ejemplo de nuestra experiencia en el trabajo.

Estoy seguro que en más de una ocasión ha ocurrido un malentendido por temas de comunicación, de manera personal he podido observar en diferentes escenarios laborales las dificultades que existen de los mandos medios para comunicar noticias a mandos altos o directivos, pues se percibe un miedo –con matices infantiles- de ser los mensajeros quienes sufran los regaños y los enojos de los jefes con malas nuevas.

Por otro lado, también la comunicación en línea descendente tiene sus observaciones pues por la cantidad de información y algunas veces por la desorganización, los mandos altos pueden olvidar, ignorar o contradecir algunas de las instrucciones dadas anteriormente a sus equipos de colaboradores, y en el tercer punto en la comunicación en sentido horizontal, también se pueden percibir deficiencias debido a cuestiones de carácter emocional normalmente.

La pregunta aquí es ¿Por qué sucede esto? La respuesta en realidad tiene que ver con una causa multifactorial, que desprende las emociones como una variable de considerable importancia, dado que la neurociencia actualmente comprueba que la idea del ser humano como ente racional, está equivocada, somos seres emocionales que ocupamos la razón para justificar nuestras decisiones, retomando la comunicación una vez que se entiende esta premisa, se pueden pensar en opciones que ayuden a resolver problemas propios de los ambientes laborales.

En ocasiones me ha tocado participar y contribuir en trabajo con equipos que forman parte de empresas, que requieren mejorar la forma en que los integrantes se relacionan, después de explicarles los procesos emocionales dentro de la comunicación, ellos mismos empiezan a proponer frases, formas y guiones que permitan agilizar la misma.

Después de tocar el tema de comunicación, la secuencia nos lleva a revisar liderazgo. Daniel Goleman describe el liderazgo como el uso total de inteligencia emocional, pues hay que dirigir, comunicar, motivar, gestionar procesos a partir de estados emocionales que permitan que el otro entienda con claridad que se requiere de su trabajo, como tal el tema es muy amplio y no es necesaria una revisión teórica, sino más bien revisar nuevamente en los recuerdos de nuestras experiencias cual es el concepto de liderazgo que hemos vivido.

Como la comunicación, el liderazgo tiene sus grandes desafíos y si hacemos reflexión seguramente encontraremos en el pasado o en el presente alguna figura que representa el liderazgo, pero que quizá lo hace de una manera que puede mejorarse.

Como un punto muy interesante, es necesario explicar que un elemento que influye en el liderazgo, es el auto concepto y la auto estima, pues en la práctica se han observado casos de centralización que confirman y reafirman el poder del líder en las organizaciones, esto es complicado pues los procesos se detienen hasta que el líder observa cómo se van desarrollando, en pocas palabras es difícil avanzar si la toma de decisiones depende de una persona o grupo, menciono esto porque he visto varias organizaciones que funcionan bajo esta lógica, lo cual a mediano plazo conlleva un clima organizacional frustrante para todos.

Teniendo la información adecuada y una vez que logramos apropiarnos de ella de manera profunda (introyectar) los seres humanos somos capaces de adaptarnos a nuestro medio, modificando elementos del mismo, en la actualidad ya no es tan común en nuestra cotidianidad cuidar ganado o plantar diferentes tipos de vegetales – me refiero al contexto que vive dentro de la ciudad- pero si tenemos el gran reto de modificar variables invisibles: pensamientos y emociones para entender mejor como podemos llegar al bienestar en contextos complejos como el trabajo, pues finalmente en el mismo pasaremos gran parte de nuestra vida, por lo cual es una necesidad aprender a colaborar, comunicar y ser un líder efectivo.