Por N22/Julio López

El funeral de Emiliano Zapata, la entrada triunfal de Francisco I. Madero a la Ciudad de México, o los festejos del centenario de la Independencia de nuestro país, encabezados por Porfirio Díaz, son solo algunas de las imágenes que ha resguardado y restaurado la Filmoteca de la UNAM, que se ha convertido en la albacea de la memoria fílmica de nuestro país.

Hugo Villa, director de la Filmoteca de la UNAM

«Las colecciones de la Revolución Incluyen la colección Toscano, la colección de Jesús Avitia, que como saben fue un compañero literalmente, primero de juego en la infancia, de Álvaro Obregón y que lo siguió en toda su carrera expansiva a lo largo de la milicia y de los jaloneos en la política.»

«También incluye esta colección las películas de los hermanos Alba, lo que ellos pudieron filmar y materiales sueltos de camarógrafos que permanecerán anónimos y seguiremos investigando a ver si en algún momento podemos identificar quiénes son.»

Guadalupe Ferrer, exdirectora de la Filmoteca de la UNAM

«Nadie hoy se plantearía: todo es digital, deshagámonos de las bibliotecas, no cabe en la cabeza de nadie, pero difícilmente se han planteado la importancia que tiene preservar y guardar el cine como un documento histórico.»

Albino Álvarez, subdirector de Rescate y Restauración

«Y somos una referencia en América Latina, porque no hay laboratorios como éste; hay en Brasil, pero están detenidos, en Argentina ya no hay, en Chile tampoco, entonces creo que eso le da un rasgo especial.»

La filmoteca de la UNAM tiene el acervo más importante de América Latina y está conformado por 40 mil títulos y 350 mil rollos de película. Además, tiene en sus bóvedas los negativos de la segunda película considerada por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad, Los olvidados, del director Luis Buñuel, que justo ahora está en proceso de restauración.

Hugo Villa, director de la Filmoteca de la UNAM

«Estos lúmpenes que son abandonados por las modernidades a las que se suscriben diferentes grupos, ya sea de la población o de entes de poder, que asumen que esos saltos a la modernidad no van a poder ser dados y van a poder suplir todas estas deficiencias, y que no regresan donde tendrían que ponerle más énfasis, termina reflejándose en una violencia generalmente autofaga, que es lo qué pasa con Los olvidados, los pobres matando a los pobres y denunciando a los pobres, y llevando a la cárcel a los pobres porque la modernidad no llega a ellos nunca, la modernidad los va orillando a que se alejen, a que se borren, y a que desaparezcan.»

Guadalupe Ferrer, exdirectora Filmoteca de la UNAM

«El cine es un espejo, quien hacía películas, aun películas de terror, aun películas de comedia, aun malas películas o muy buenas películas, de alguna manera estaba contando películas que tenían un soporte con la realidad.»

Son muchos los títulos que ya se han restaurado en colaboración con otras instituciones o con recursos propios, como La Trilogía de la Revolución, de Fernando de Fuentes conformada por El prisionero 13 (1933), El compadre Mendoza (1933) y Vámonos con Pancho Villa (1936).

También restauraron ¡Que viva México!, de Sergei Eisenstein (1932), El puño de hierro, de Gabriel García Moreno (1927) y  La barraca de Roberto Gavaldón, la primera película en ganar un premio Ariel (1936) y El puño de hierro.

Tepeyac, del año 1917, fue completamente restaurada por personal de la filmoteca y sin lugar a dudas uno de sus mayores orgullos fue el trabajo que realizaron con el documental El grito, del director Leobardo López Arretche, que retrata la matanza del 2 de octubre de 1968.

Hugo Villa, director de la Filmoteca de la UNAM

«En la conmemoración del 50 aniversario del Movimiento estudiantil del 68, se hizo una labor muy cuidadosa de restauración de El grito, la película de Leobardo López Arretche, producida por todos sus compañeros en ese momento en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos, ahora Escuela Nacional de Arte Cinematográfica, es una película que para la Filmoteca y para la universidad, era especialmente importante, la obra que para mí ha sido la más completa restauración, por todo lo que implica, todos los materiales que teníamos conservados en la Filmoteca.»

«Frente al mundo de los cinéfilos y de los cineastas, hay una muestra de que México sí está haciendo un gran trabajo por rescatar su cine.»