Marcelina Bautista, oaxaqueña defensora de los derechos de las trabajadoras del hogar. Foto: @MarceBautistaB en Twitter

Por Sebastián Lucas

Es una de las 100 Mujeres más poderosas de México, según la revista Forbes, Premio Nacional por la Igualdad y la No Discriminación en 2013 y actual directora del Centro de apoyo y capacitación para empleadas del hogar (CACEH), Marcelina Bautista Bautista, originaria de Nochixtlán, Oaxaca, se vio obligada a abandonar sus estudios y familia a los 14 años, para migrar a la Ciudad de México y allí emplearse como trabajadora del hogar.

En múltiples foros ha compartido los episodios de discriminación, violencia e injusticia que, como miles de trabajadoras en México, ella vivió en sus años como trabajadora del hogar. Los retos que enfrentó al cambiar de ciudad y dejar de hablar su lengua materna. Motivos que la llevaron a estudiar durante sus días libres diversas capacitaciones y diplomados en materia legal, que la llevaron a ser una fuerte defensora de los derechos laborales en este sector.

En el año 2000, fundó el CACEH, un espacio de enseñanza-aprendizaje cuya misión se centra en la profesionalización del trabajo del hogar y el conocimiento de la actividad económica que desarrollan, generando un espacio de convivencia dónde se prioriza el desarrollo personal, siendo así la primera organización sindical que agrupa a personas trabajadoras del hogar en México.

Este trabajo, ha llevado a visibilizar la cultura y el contexto laboral de miles de mujeres en nuestro país, logrando posicionar el tema en escenarios nacionales como el foro “Trabajadoras del Hogar: Análisis de su Situación Laboral y Propuestas de Reformas Legislativas” celebrado el miércoles, 31 Julio 2019

Este encuentro presentó una mesa de diálogo para debatir y abordar, desde una perspectiva de género, las condiciones laborales que enfrentan 2.3 millones de personas a nivel nacional que realizan este oficio, de las cuales 9 de cada 10 son mujeres, de acuerdo con datos del INEGI.

Marcelina indicó que el 70 por ciento de las trabajadoras ganan menos de un salario mínimo, el 90 por ciento vive discriminación, 92 por ciento carece de la seguridad social, enfatizando la difícil tarea de cambiar estos datos puesto que el trabajo del hogar es considerada una actividad invisible dónde el ejercicio de los derechos laborales no es una obligación legal, tal es el caso de la incorporación voluntaria de trabajadores domésticos al seguro social.

“Lamentablemente esta tarea no es vista como un trabajo, sino que las ven como parte de la familia, lo cual ha sido el impedimento del ejercicio de sus derechos”.

La oaxaqueña, actualmente forma parte de la asamblea consultiva del Consejo Nacional Para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), un órgano de opinión, asesoría y promoción de las acciones, políticas públicas, programas y proyectos que diseña o desarrolla el CONAPRED en materia de prevención y eliminación de la discriminación.