Por: DGCS/UNAM

El equipo, diseñado y desarrollado por el Laboratorio LINX del Instituto de Ciencias Nucleares, ha sido probado exitosamente en laboratorio, con pulmón artificial, y en la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia.
La documentación para su revisión técnica ha sido ingresada a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios.
En alianza con una empresa de equipos biomédicos se podrían fabricar al menos 100 unidades en una primera etapa, para ser puestas a disposición de las autoridades de Salud.



Desde que inició la contingencia sanitaria, científicos de la UNAM empezaron a trabajar en el diseño de un respirador para personas con COVID-19 que fuera económico, portátil y que se pudiera fabricar de manera sencilla en nuestro país.

Expertos del Laboratorio de Instrumentación Espacial (LINX), del Instituto de Ciencias Nucleares, pusieron a punto el equipo y lo han probado conforme a las especificaciones que deben cumplir instrumentos de este tipo para dar atención a pacientes. El desarrollo universitario está a la espera de la revisión técnica de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) para su uso en pacientes.

Gustavo Medina Tanco, responsable del LINX, indicó que en tres etapas distintas el ventilador fue sometido primero, a pruebas de laboratorio, para posteriormente verificar su funcionamiento al ser conectado a un pulmón artificial, en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán” (INCMNSZ) y en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER).

En la última fase, fue probado en las instalaciones de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM con seres vivos, comprobando que puede mantener con vida a una persona de hasta 80 kilogramos.

Una vez superadas estas pruebas, la Universidad Nacional sometió a la COFEPRIS la documentación necesaria para que esta autoridad sanitaria haga la evaluación correspondiente y esté en condiciones de otorgar la autorización para su uso en pacientes con COVID-19.



El universitario indicó que el proyecto cuenta con el apoyo de diversas empresas que han provisto de componentes para la fase de desarrollo del ventilador, y que ya comenzaron a buscar los componentes que donarán para la producción de por lo menos 100 instrumentos.

“El proyecto incluye todo, de punta a punta: desde la concepción del ventilador, el diseño, los prototipos, la validación, y hasta cómo montar una planta de producción y cómo distribuir. Cada ventilador iría acompañado de piezas de repuesto y también se tiene contemplado apoyar en la formación de recursos humanos”, detalló Medina Tanco.

En tanto, la Coordinación de Vinculación y Transferencia Tecnológica de la UNAM ha avanzado en un convenio de colaboración con una empresa de biomedicina en Jalisco, especializada en la fabricación y reparación de equipos, partes y accesorios para material de uso médico.

La alianza es inicialmente de naturaleza altruista para ensamblar los primeros equipos, que serán donados al sector Salud. Esta empresa cuenta ya con certificación de la COFEPRIS, lo que acelerará el proceso de fabricación del ventilador desarrollado por el grupo del ICN.

De esta manera, se hace evidente que la vinculación entre ciencia, tecnología y los sectores productivo, público y privado pueden generar grandes beneficios a la sociedad, particularmente en momentos de emergencia como la que vive actualmente nuestro país.

Las empresas que han apoyado en esta labor son: Steren Electrónica S.A. de C.V., Biomédica de Referencia S.A. de C.V., Truper S.A. de C.V., Gimbel Mexicana S.A. de C.V., Litoprocess S.A. de C.V., Publicidad Virtual S.A. de C.V y Engie México S.A. de C.V.