Por: Eva Bodenstedt

Ésta vez, estimados lectores, Akira se sienta en la mesa de la esquina de un café en Pochutla, Oaxaca. Desde ahí, la visión es la siguiente: del otro lado de la cerca de otates del también restaurante, entre una tienda móvil de ropa floreada con estampados oaxaqueños tejidos con hilos de colores, y una —también tienda móvil— de cadenas de plata, oro y cobre, y colguijes de cruces y anclas, una troca grande y moderna intenta pasar.

El conductor, con un gorro de nieve en la cabeza —fuera del lugar cuando hay 31 grados centígrados— y un cubrebocas de la farmacia, se estira como jirafa para estar a la altura de la visión entre un punto y el otro que inevitablemente roza, y toca el claxon sin consideración alguna cuando delante de él hay un diablito con una cantidad insuperable de papeles de baño, y antes, un taxi anaranjado, estacionado.

Los comensales: un hombre mayor extranjero y un hombre joven de la región, que se deleitan con dos pechugas empanizadas, ni se inmutan con el ruido y el polvo. Minutos antes, el mayor le ha dicho al menor que recoja las croquetas que estaban en el suelo, justo del otro lado de las patas de la mesa en donde un cachorro hermoso se encuentra durmiendo. El chico, que lleva un arete de caracol atravesado al lóbulo, después de haberse sentado y acabado su pechuga, y recibido una segunda instrucción de meterlas también en la mochila, recoge con las manos las croquetas, que primero había amontonado, hasta dejar apenas unas nueve croquetitas ahí. Una vez terminada la tarea, regresa al baño a lavarse las manos por segunda vez. Al volver a sentarse junto al señor, ambos sonríen.

El cachorro se llama Pulque, le han dicho a Akira, quien antes de que se fueran, les ha pedido si les puede tomar una foto con el futuro gran Gran Danés, como le explican que es, muy amables, a los que les “encanta viajar”.

Los sigue con la mirada, y cuando pasan por ese angosto pedazo de calle, Akira —quien es sumamente simólicx—, imagina en las pequeñas anclas que cuelgan de un trozo negro de tela, los viajes que podrían hacer por mar. ¿Y en el ámbito terrenal, cómo se trasladarán, y a dónde ha nacido el Pulque, de dónde vienen los tres, a dónde van —ambos sin tapa bocas— y con el cachorro en la bolsa-maleta?



Es jueves –día en que Akira escribe esta andanza-, y los números coinciden en el número 21: día 21, del año 21, del Siglo 21. A las 21 horas con 21 minutos del mismo, piensa, deberá suceder algo mágico en el cosmos, y si viviera con el conocimiento y la cultura y la ciencia maya, por ejemplo, sabría quizá leer en el cielo los pilares de la época y los motivos, la razones por las cuales al mundo se lo está llevando de corbata este destino de “La Corona circunstancial” acompañado por un “aguacero” de otras acciones que mantienen a la humanidad en vilo.

Al caminar por la avenida principal de esta localidad, —que en tiempos antaños fue el centro comercial más importantes de la costa de Oaxaca, a donde llegaban por mencionar un producto, los costales de los granos de café de la sierra para ser embarcados en Puerto Ángel en los barcos de vela que los llevarían al otro lado del mundo—, gente proveniente de Latinoamérica suplicaba por ayuda económica. El acento podía confirmar que eran de Honduras, quizá formarían parte de la caravana de refugiados que las fuerzas policiales de Guatemala detuvieron de una forma determinante para que no llegaran más adelante hasta la frontera con México, donde serían probablemente también atacados “como si fuésemos perros”, gritaría una señora a los reporteros que transmitirían el sentir de toda esa gente en su intento de encontrar una forma dina de vida para sus hijos.

El Presidente de Guatemala le pide a su vez a Honduras que pida ayuda a sus países vecinos para repatriarlos de forma paulatina porque lo otro no es posible.

Las imágenes se le aparecen a Akira como las hormigas que en cantidades incontables salen de repente para introducirse en las habitaciones de la Posada en la que vive rodeada de naturaleza, para devorarse todo animal que vean a su paso. A pesar de que su presencia es bendita, los huéspedes se apanican cuando ven esas franjas negras arribar al lugar, y si Akira no reacciona a tiempo para decirles que lo mejor es salirse de la habitación y regresar en dos horas, cuando hayan terminado su trabajo, el aventarles agua o veneno, puede ser catastrófico porque se esparcirán sin remedio por todos lados al haber irrumpido con su sentido común de sobrevivencia y la razón de ser de su existencia.

Claro que no es exacta la analogía, más allá de la visión de la caravana, quizá uno debe de irse al origen de la razón por la cual toda esa gente huye de su país, y exigir que ahí mismo, se solucione el problema que detona la necesidad de huir hacia el norte, y llegar al país del “sueño americano”, de donde llegó hace muchas décadas, la semilla de los profundos problemas de los países del sur, y en donde éste jueves, Joe Biden inicia su mandato como el nuevo Presidente de los Estados Unidos. ¿Qué dirá sobre este problema? La duda en el aire sin respuesta alguna y suposiciones probables se suma a las otras partes y fichas del rompecabezas mundial que flotan también sin cuerpo sólido para que su existencia tome una forma clara y sólida.

En la semana se escuchó al Presidente de México anunciar que los países pobres requerían de la vacuna y que México daría parte de las suyas para que ellos también tuvieran su porción.

Al escuchar la noticia en un país de 120 millones de habitantes donde la pobreza es infinita, las reacciones se convierten en fusiles para el Mandatario, pero al escuchar al Secretario General de la Organización de la Salud dirigirse al mundo entero para anunciar un “catastrófico fracaso moral” en el planeta respecto a la distribución de vacunas entre países ricos y pobres, y la alza de los precios de las mismas regido todo ello por un egoísmo discriminatorio; y a eso sumarle lo que dijo en conferencia de prensa el Subsecretario Hugo López Gatell: “se reduce en un 50% el embarque de Pfeizer a México, que canceló el envío de las siguientes 3 etapas, que serían el 25 de enero, el 2 y el 9 de febrero, para entregar un abastecimiento mayor para la aplicación de la 2da vuelta el 15 de febrero”, ¿desde que perspectiva queremos ver la decisión del Presidente?

Desde la pobreza de México, la respuesta sería que es una injusticia pensar en otras pobrezas cuando la nuestra es inminente, sobre todo en donde el bichillo invisible y asesino está cobrándose la vida de tantos que caen como fichas de dominó, sin cesar. Visto desde el punto de la ONU, ¡wow! qué chido es México que decide esperar 21 días para recibir en un solo cargamento y no en tres etapas, lo que reparte en los países en donde la pobreza también reina.

No sólo esa ficha está desvertebrada. También la del General Salvador Cienfuegos que fue capturado en EU en diciembre y soltado sin reales pruebas por parte de la DEA. Si uno se sumerge en las investigaciones, y escucha a unos y a otros, como por ejemplo a Carmen Aristegui preguntándole al Fiscal General de la Federación —autónomo—, “si los de la DEA, “son unos pendejos” y no saben hacer su trabajo. La respuesta de Gertz Manero, fue que no tanto.

AMLO en su mañanera, con sus conocidos espacios entre las frases, que parecen de película de suspenso, o bien de alguien a quien se le puede escapar la siguiente parte del discurso, explicó que está abierto el caso para que la Nación se dé cuenta de las contradicciones de la DEA y “los errores que se presentan en las discusiones de si era Zepeda o no, y los mensajes del mismo, hechos con faltas de ortografía y atropellos con un nivel de expresión que no corresponden a un funcionario de nivel medio”.

¿Desde dónde se quiere mirar el asunto?

¿Desde dónde mira el lector lo que mira Akira: el señor mayor, extranjero, dándole instrucciones al menor, nacional, que recoja las croquetas? ¿Porqué no se levanta él mismo a recogerlas?.

No es tan viejo para no hacerlo, y al darlas, siendo él rubio, volvemos a sentir sin remedio, esa superioridad de los “blancos” sobre los mestizos, quienes tienen que comportarse ante ellos como si fuesen los eternos patrones y dirigentes.

Por desgracia, déjemelo decir, ya que eso conlleva la posibilidad de tomar revancha y venganza sobre otros que a pesar de ser blancos y o menos mestizos, no actúan como si tuviesen per sé, la “autoridad” de mandar. ¿Desde dónde juzgar lo que sucede con Cienfuegos, si no tenemos en las manos todas las pruebas? ¿Es de nuevo la autoridad del norte la que juega con nosotros?

De ser así, y de Cienfuegos no tener de verdad cola que le pisen, México debería de demandar a la DEA por los actos en contra de un General de las Fuerzas Armadas Mexicana, que no sólo fue el Director de la Sedena en el sexenio pasado, sino desde que dejó el cargo, pasó a ser asesor del Estado Mexicano en el mandato de López Obrador, dato que no mencionó éste, cuando anunció que defenderían a Salvador Cienfuegos.

Akira levanta la vista, quisiera abordar con alguien esas fichas que baten sus propias piezas como un papalote en el viento tomado de una muy fina cuerda, casi invisible, para poderlas colocar dentro del cuerpo de la comprensión y saber cómo camina la Nación hacia este 2021 donde empresas como la aerolínea Interjet sigue los mismos pasos que Mexicana y están en huelga sus trabajadores.

Las acciones seguramente por el suelo, y por lo tanto, las arcas, ¡deje usted vacías, sino endeudadas, llenas de agua hasta el cuello!. Virtual todo, en las bolsas de valores, y en la triste realidad, la incapacidad de tener en las manos, quintos y centavos para seguir circulando en esta vida que nos ha tocado vivir, sin trueques, y con el Señor Dinero, como amo de los destinos.