«México que a décadas de la revolución sigue sin combatir el analfabetismo político que tantos males le ha engendrado»




 

DANIEL COSÍO VILLEGAS: EL SINGULAR ESTADO MEXICANO

Por: Félix Manuel Cruz*

Hace tiempo ya había hablado acerca de la falta de interés político que existe entre la inconmensurable y diversa multitud mexicana, aquella que se dispone de un sinfín de héroes que brotan a chorros ya sea de los lienzos o las armas, escurriendo desde las polvorientas hojas de los libros en los que los tenemos cautivos.

Siendo tales y tan marcadas las brechas culturales que se dibujan entre cada estado como si de la frontera propia de una nación se tratara, me sorprende cómo es posible que sin excepción alguna exista en toda persona, municipio y estado un elemento que dé lugar a la cohesión nacional, que moviliza a la población en un ejercicio de especulación, pesar y marchas que a lo lejos generan el espejismo de una revolución, el futbol.

No sé cómo pude pasar tanto tiempo sin haberle dado el valor que se merece a tal deporte, puesto que no fue hasta el día de ayer que asistí a mi primer torneo de futbol que pude apreciar la obra tan soberbia y sarcástica que ahí se perpetraba con la gracia de una función de ópera.

Fue así como desde las gradas pude vislumbrar la encarnizada lucha de dos equipos que se batían los unos a los otros en una eterna disputa, pasando el mando de la pelota de partido en partido, evocando a los ojos del espectar a posarse sobre el foco al mismo tiempo que ignoran la visión del panorama completo, dando lugar a que los entrenadores comanden la jugada desde las bancas y velen por limitar la presencia del arbitraje contrario. Y supuestamente por encima de ellos se encuentra la audiencia, quien aplaude enaltecida por una lucha a la que no le faltó propagación y mucho menos la presencia de los jóvenes quienes por iniciativa o imitación se vieron bañados en los mismos hábitos para alentar a su facción, única y perfecta.

Es innegable que el nacimiento de esta alucinación que pinte como una ventana de escape mental fue alimentada esencialmente por el pensamiento de Daniel Cosío Villegas, pensador y escritor mexicano que buscó ilustrar la realidad del fallido estado político mexicano por medio de la aproximación a la realidad histórica de la nación y su perpetuo estado de parálisis frente a la conformación de un modelo efectivo que superase los traumas que nos dolió la revolución y el apego a un sistema que hasta el momento no había cambiado en más de 30 años bajo la auto pactada promesa de que algún día se convertiría en la fuente de la salvación nacional.

Hoy esta promesa sigue presente en el fallido estado derecho, en efecto, se ha vuelto más fuerte que nunca y ha sido ratificada en su totalidad como el único medio que le permitirá a la población mexicana alcanzar las condiciones propicias para dar comienzo a la labor de reconstrucción social, obviando por completo la existencia de métodos alternativos a un sistema que ha imperado por casi un siglo ofreciendo pocos o nulos resultados y que frente a los estratos de la modernidad solo deja al descubierto una doliente obsolescencia.



Sin duda alguna el sistema político mexicano es el mismo que ha sido siempre, uno que se ve regido por el partido y el presidente.

Un poder ejecutivo en el que hemos depositado no solo nuestras esperanzas, sino que además le hemos adjudicado funciones extraoficiales como producto del miedo latente a vivir en la eterna revolución, ejerciendo sobre la sociedad moderna un poder que logró sus objetivos de volverse ágil y eficaz frente a una población que requiere de la voluntad inmediata de un líder capaz de mediar los problemas nacionales, luchando contra la tentativa de una revolución, a la par que solventa la falta de cohesión social, pero ese ya no es el líder que México necesita.

Un líder que se encuentra bajo la tentativa de volverse autocrático y al que la predisposición de los poderes de la unión se le presenta ya no más como una limitante sino como un agente nuevo de subordinación, ya sea en el legislativo por su mayoría relativa y la tendencia a entablar el favor de las personalidades o en el ejecutivo bajo la presión ejercida sobre un grupo que trata de sobrevivir estoico a los ataques presidenciales que buscan disuadir a los órganos autónomos en su afán de adjudicarse nuevas capacidades, eliminando así a los ya tuertos árbitros del partido.

Mientras tanto, aquel partido nacionalista surgido con el afán de mantener el orden postrevolucionario y la estabilidad política de la nación hoy sigue siendo la misma herramienta trastornada que da paso a la singularidad de lo que debería considerarse la pluralidad política de la nación, todo porque somos temerosos de lidiar con una legislación que apoye los procesos revolucionarios que hoy más que nunca deben convertirse en el medio para purificar las imperfecciones emanadas de los partidos que hoy ostentamos, que son indiferentes los unos a los otros pero que se reflectan ante la población con un color de camiseta diferente por cada día del año, por cada sucesión presidencial.

Como resultado, tenemos la celebración cada seis años de un nuevo partido, que nos muestra a un candidato que siempre estuvo oculto a plena vista mientras las miradas se posaban sobre el foco, emanando de las candidaturas propuestas que son incapaces de atender a las necesidades reales de las normas jurídicas que se plantean alrededor de las carencias del estado y su diversidad sociocultural.

Y todo por culpa de un pueblo que se ha visto incapaz de emprender en la vital tarea de estudio y aprendizaje de un México que a décadas de la revolución sigue sin combatir el analfabetismo político que tantos males le ha engendrado y que por contradicción, por ignorancia y a veces por la propia iniciativa conduce a los jóvenes a aventurarse en la tan llamativa labor política, donde la poca o nula preparación a la que se les ha dado acceso los encamina a las fosas sépticas de la singularidad política de la que nos advierte Daniel Cosío Villegas, dejando abierta la pregunta: ¿Cuál es el sistema, partido y presidente que hoy necesita México?

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*Presidente juvenil del Sistema Local de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes, orador, escritor, estudiante de derecho y presidente del comité juvenil de la caja popular mexicana del estado de Oaxaca.

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