Por Guadalupe Zarza Briseño.

También debo dar las gracias a quien me ha criticado álgidamente; que soy muy mala escritora, que lo que digo no tiene sentido, que no soy congruente, que mi estilo es pésimo que a él le costó mucho aprender, que lo criticaron también y muy cruelmente y que debo agradecer sus comentarios.

Así que queridos lectores, nuestros críticos nos fortalecen, nuestros enemigos son importantes, nos hacen superarnos, nuestros detractores también y nuestra competencia nos hace mirarnos y poner mas atención en nuestro quehacer diario, en resumen son muy importantes.

Por lo tanto gracias, porque también me lees, con todo y lo mala que soy, algo debo de tener, ¿no les parece?

De aquí tomamos lo bueno y buscamos crecer como personas, mejorar nuestros talentos y cuidar nuestra autoestima.

Como recordarán el artículo pasado traté sobre nuestros motivos, qué nos impulsa, sintetizando les digo  lo que nos impulsa  somos nosotros mismos y nuestra manera de enfrentar al mundo, de enfrentar a la vida misma.

En este ejercicio hay una parte importantísima cuando estamos trazando nuestra línea de vida y es el saber mirar nuestras cualidades sobre nuestros defectos, no quiero decir con ello que obviemos los defectos porque sería muy malo para nosotros, debemos ser consientes de ellos para poner en un plano superior a nuestras habilidades.

Para esto les pediría tomar hoja de papel y pluma, marcar una línea central a todo lo largo de la hoja y anotar de un lado: “Para qué soy bueno” (fortalezas) y del otro “mis defectos” (debilidades). Y empezemos, por muy locos que parezcan los ejemplos o ambiguos, todos tenemos mas fortalezas que debilidades.  Para este ejercicio es importante o preguntarse ¿quién soy?  ¿a dónde voy? ¿Qué quiero ser?

Claro que queremos ser exitosos, de eso se trata de ¡enfocar nuestras energías!.

Para mejorar nuestros talentos, para ser personas valiosas.



Empezar por una lista

Empecemos con una lista supuesta, para ayudarlos a darles ideas, de fortalezas: Soy organizado, soy prudente, soy guapo o bonita, soy alto, tengo buen cuerpo, soy muy religioso, soy fuerte, nunca me enfermo, soy sano, no fumo, no tomo, no consumo drogas, soy puntual, soy ahorrativo, soy gracioso, cuento chistes, soy leal y buen amigo, amo a mi familia, la considero antes que a nadie, no soy rencoroso, me gusta escuchar, evito discusiones, soy buen hijo, soy buen padre o madre, soy buen esposo, soy honesto, soy emprendedor, concluyo lo que empiezo, tengo iniciativa, me gusta la mecánica, me encanta estar mejorando aparatos, soy determinado, soy puntual, soy tolerante, soy productivo, me gusta hacer las cosas bien y a la primera, soy muy arreglado en mi persona y en mis espacios de trabajo, me gusta leer, me gusta el cine, soy prudente.

Ahora el ejercicio contrario, las debilidades: Soy flojo, soy impuntual, soy mentiroso o digo la verdad a medias, soy sensible, criticón, me enfoco en lo malo, soy indeciso, no respeto, soy vengativo, soy autoritario, soy machista, soy imprudente, soy egoísta, no termino lo que empiezo, soy pesimista, soy violento, no me gusta estudiar, no me gusta leer, soy indisciplinado, no se comunicarme con la gente, no me gusta hacer equipo, soy tímido, no cumplo mis promesas, no tengo palabra, soy avaro, soy miserable, soy malhumorado, no escojo bien a mis amigos, soy cobarde, soy injusto, soy malagradecido, soy maleducado, soy codicioso, soy impulsivo.

Todas estas conductas no nacieron con nosotros, las fuimos moldeando, las fuimos puliendo para bien o para mal, muchas veces producto de nuestras vivencias en la niñez o en el camino de la vida. A lo que me refiero es que la persona no nace siendo floja, actúa como floja porque seguramente todo le hacen. Entonces debemos darnos cuenta para cambiar nuestras conductas o modificarlas. Por ejemplo, si pretendes poner un negocio, mas vale sacudirse la flojera, o estarás condenado al fracaso y los fracasos en el mundo de los adultos no solo cuestan tiempo, dinero y lo peor en tu ego  y del cuidado del mismo hablaremos la próxima semana.

Un abrazo.

Foto: Jeremy Jenum, Algunos derechos reservados.