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9 de mayo de 2013

Por Víctor Gaspar

CIUDAD DE MÉXICO, México, (N22).- «En realidad recibí una llamada de Ernesto de la Peña, a quien yo no conocía, bueno, no éramos amigos, no teníamos trato amistoso, sabía obviamente de su obra, y me habló para pedir autorización a proponer mi nombre para ser miembro de la Academia. Le dije que no, le dije que no porque yo era un historiador y que, a diferencia de muchos, cuya prosa sale muy fácil, a mí me cuestan mucho trabajo mis textos, los tengo que revisar mucho para que terminen más o menos legible. A los pocos días me hablaron Miguel León Portilla y Jaime Labastida para decirme, ‘Ernesto de la Peña que piensa en ti para una de las sillas que tradicionalmente, desde su fundación, se ha reservado para historiadores», así lo dijo Javier Garcíadiego, historiador y presidente de El Colegio de México, al ser nombra miembro de este Academia.

Fue postulado y electo miembro de la Academia Mexicana de la Lengua. Ocupará la silla número 29, que dejó vacante el periodista Miguel Ángel Granados Chapa en octubre de 2011. Con este nombramiento, Javier Garciadiego continuará una larga tradición:

«Llegaron Orozco y Berra, García Icazbalceta, luego estuvieron Chavero, Justo Sierra nada menos, Francisco Sosa. Ya en en siglo XX, Manuel Romero de Terreros, Manuel Toussaint, el padre Mariano Cuevas y ya más recientemente historiadores que yo conocí, como maestros, bueno, O’gorman, Silvio Zavala, José Luis Martínez. La silla a la que voy es la 29. La han tenido bueno, el padre Ángel María Garibay.

En 2008, Javier Garcíadiego fue admitido en la Academia Mexicana de Historia. Hoy, 9 de mayo de 2013, se lleva a cabo en una ceremonia de ingreso oficial a la Academia Mexicana de la Lengua con un discurso titulado «El apolineo Alfonso Reyes y el dionisiaco José Vasconcelos: encuentros y desencuentro».

«Son los pilares de la historia mexicana y del México de nuestros días. Vasconcelos es el que le da al estado mexicano, después de la Revolución, un compromiso educativo y cultural. Vasconcelos es el que dice que la Revolución no solamente es reivindicación agraria, no es solamente derechos sociales de los trabajadores. La Revolución es un compromiso educativo, dar educación a todos los niños y jóvenes de méxico, eso no pasaba en el siglo XIX».

** Adicionalmente, @El_Oriente te recomienda mirar esta conferencia que García Diego ofreció en 2012 durante el Aniversario del Colegio de Son0ra, con el tema:  «Momentos definitorios de la revolución mexicana 1910 – 1920»