Varios países europeos entre los cuales España y Francia, viven hoy el último día antes de comenzar una paulatina salida el confinamiento. Excitación e inquietud, son los sentimientos que predominan, excitación por la posibilidad de volver a retomar las actividades habituales, -para muchos salir del encierro-, pero también inquietud, por el temor de una segunda ola de la enfermedad. Un escenario complejo que las autoridades intentan regular y planificar.

Un caso que ilustra perfectamente los temores de las autoridades, es el de Corea del Sur, señalada como ejemplo por su manejo de la epidemia hasta que optó por flexibilizar las medidas de confinamiento, lo que generó un crecimiento alarmante de los casos de COVID 19. Finalmente la alcaldía de Seúl se vió obligada a cerrar todos los bares y clubes. “El descuido puede producir una explosión de infecciones” dijo Park Won-Soon, agregando que los locales permanecerán cerrados hasta nueva orden.



El levantamiento de las restricciones en Europa no está exento de riesgos, tres cantones alemanes ya han superado el tope fijado de 50 nuevos contagios por cada 100.000 habitantes.

Francia en cambio, tuvo ayer su balance diario de decesos más bajo desde principios de abril, e iniciará mañana  lunes, como Italia, España, Bélgica y Grecia, el proceso gradual de desconfinamiento. España, uno de los países más golpeados, ha tenido en las últimas 24 horas cifras alentadoras con menos decesos: a partir de mañana lunes, salvo en Madrid y Barcelona, los habitantes podrán reunirse en grupos de hasta diez personas e ir a las tiendas.

En otro extremo del planeta China, autorizó bajo condiciones, la reapertura de los centros comerciales, cines, restaurantes, instalaciones deportivas, bibliotecas y sitios turísticos.

En Estados Unidos, el país más afectado del mundo por la COVID-19 -1.568 muertos en las últimas 24 horas-, varios estados ya han comenzado a flexibilizar las medidas de confinamiento.

En América latina, Brasil, el más  castigado de la región, registró en la noche del sábado 10.627 muertos, aunque los expertos estiman que el balance podría ser 15 veces superior. Mientras en Argentina, Diego Maradona, regaló en un barrio popular una camiseta firmada con la dedicatoria: «vamos a salir de esta».