eloriente.net

8 de abril de 2014

Por: Adrián Ortiz Romero

Censo en Oaxaca: distensión gradual ¿va?

De las incógnitas, todos son responsables 

¿Qué significa el apoyo que anunció el gobierno estatal a la Sección 22 del SNTE para la realización de su propio censo de profesores, alumnos y escuelas en la entidad? Esto pareciera, superficialmente, que es una nueva afrenta a la reforma constitucional federal en materia educativa, y a las determinaciones que ha tomado la SEP respecto al futuro de la relación laboral con los trabajadores de la educación. Sin embargo, esto más bien parece constituir un paso más para la implementación, desesperantemente gradual, de las nuevas reglas laborales de los profesores.

En efecto, mediante un comunicado este lunes El gobierno de Oaxaca anunció que apoyará a la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación  a realizar su propio censo “para que ninguno de sus integrantes quede fuera de la nómina que empezará a pagar la federación a partir de la primera quincena de enero del 2015”. Esta determinación se da luego de que el magisterio oaxaqueño se negara a ser parte del censo que ya realizó el INEGI en meses pasados, y cuyos resultados presentó la semana pasada junto con autoridades educativas federales, como la base para la continuación del proceso de recentralización del control de la nómina y los recursos económicos destinados a la educación.

En este sentido, El director general del IEEPO, Manuel Antonio Iturribarría Bolaños, admitió que el gobierno oaxaqueño respaldará a los docentes de la Sección 22 para que puedan realizar un censo, de acuerdo a sus necesidades, pero ajustado a la norma, para que pueda ser aceptado por la SEP. Incluso, dijo que el gobierno de Oaxaca “podría respaldarlos” para poder discutir el aval del censo propio en las mesas de diálogo con la Secretaría de Gobernación, que se desarrollarán el próximo 10 de abril y donde también se discutirá el tema de los tecnológicos.

“Para nosotros, el hecho que anuncien que habrán de realizar un censo es un paso importante, ahora vamos a buscar apoyarlos para que lo hagan bien, porque si se trata de hacer un censo que no está apegado a la norma, no lo va aceptar la federación… Tenemos la obligación de apoyar al magisterio a que pueda realizar su censo educativo en apego a la ley, porque se corre el riesgo de tener problemas con el pago de nómina que empezará a realizar la SEP a partir de enero del 2015”, sostenía Iturribarría Bolaños.

Lejos de los radicalismos, este parece un paso importante en la construcción de una solución conjunta al problema actual de los trabajadores de la educación, y también a las resistencias magisteriales. Pues si vemos este asunto no desde la lógica de que el gobierno y la dirigencia seccional del magisterio están nuevamente en contubernio para hacer un censo a modo, sino desde la óptica de que finalmente la dirigencia de la 22 ya aceptó irse adhiriendo gradualmente a las determinaciones federales (como en el hecho de la participación en la elaboración de un censo que cubra los lineamientos que ponga la federación para reconocerlo como válido y que sirva como instrumento para que los profesores oaxaqueños no dejen de cobrar en 2015, cuando la nómina magisterial la reconcentre la federación), entonces lo que comienza a verse son visos de una solución que, aunque lejana, ya puede comenzar a apreciarse.

Ahora lo que sigue es ver qué tantas resistencias se dan al interior del magisterio que, desde sus sectores radicales, acusará revisionismo y traición de la dirigencia al movimiento sindical al pactar la realización del censo y la implementación gradual de la reforma educativa (cuestiones que parecen no de entreguismo, sino decisiones irremediables de supervivencia), y entonces buscará boicotear la determinación para ir de frente con los temas en los que exigirán congruencia (como exigir la abrogación de las reformas educativas) pero que técnica y materialmente son imposibles de alcanzar en la situación actual.

Todos son responsables

Dos han sido los argumentos que han servido de base para resistirse a la realización del censo magisterial realizado por la SEP y el INEGI el año pasado: el primero sostiene que han sido los directivos quienes históricamente se encargaron de inflar la nómina magisterial con aviadores, privilegiados y personas que cobran sin ejercer la función para la que se supone que fueron contratados; y el segundo sostiene que el censo busca llevar la situación de la nómina educativa al solo plano del “eficientismo” y la visión empresarial, en aras de que sean esos criterios los que determinen el monto que cada año el Presupuesto de Egresos le asigne a educación, desatendiendo los criterios internacionales en materia de inversión pública en materia educativa.

Esos dos argumentos son sólidos, pero en Oaxaca son también relativos y de corresponsabilidad para la Sección 22. Veamos el primero. ¿Es, y ha sido, sólo el gobierno y los directivos del IEEPO quienes se han servido de la nómina y los recursos educativos para generar aviadores y privilegiados? Evidentemente no, porque en Oaxaca la Sección 22 participa en prácticamente todos los procesos administrativos de los trabajadores de la educación. De hecho, el Gobernador en turno “cogobierna” con la Sección 22 en materia educativa. Y tan es así que sólo el Director General del IEEPO puede ser nombrado por el Ejecutivo, siendo todos los demás funcionarios designados por la Sección 22, para servir a los intereses del magisterio tanto o más que a los de la educación.

En el segundo argumento la cuestión es más delicada. Porque los profesores que acusarán traición ante la implementación paulatina de los nuevos lineamientos, lo que quieren es que en automático el gobierno federal asigne el 8 por ciento del PIB, como se establece en los compromisos internacionales firmados por México, y eso beneficie en automático a todos los profesores y les garantice ingresos, antes que entrar en un esquema distinto en el que también haya evaluación para determinar el ingreso y la permanencia de los trabajadores de la educación.

Válvula de escape

En el fondo, este es un tema complejo en el que hay mucha política. Empero, esta decisión lo que ratifica es que la implementación en Oaxaca de la reforma educativa será mucho más gradual que en la Federación. No quieren cerrar esta válvula de escape. En todo caso, la buena noticia es que la 22 parece ir cediendo poco a poco. Lástima que no lo haga en lo relativo a la movilización, el daño a la ciudadanía, y los paros de labores docentes.

 

Zócalo, Sección 22. Foto: Marysol

 

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