(www.eloriente.net, México, a 23 de noviembre de 2015, por Mónica Zárate).- El matrimonio entre personas del mismo sexo se denomina matrimonio igualitario o sociedad de convivencia. Éste fue regulado en el Estado de Oaxaca en 2014, debido a la necesidad de incluir a los diversos sexuales al marco legal constitucional del Estado para reconocer sus derechos y obligaciones. El antecedente inmediato de esta postura que adoptó la Suprema Corte de Justicia es la Reforma en materia de Derechos Humanos que se implementó en el país en 2011 y que abrió un paradigma en la materia de los Derechos Humanos.

La finalidad de esta reforma es integrar a un sector de la población que históricamente ha sido discriminado y violentado, reconociéndoles sus derechos de contraer matrimonio como ciudadanos, es decir, como integrantes de una sociedad en constante evolución. Lo que fue necesario debido a que al tener otras preferencias sexuales era objeto de minimizar la calidad de ciudadano.

Dado la diferencia del marco jurídico respecto al tema, surgió una lucha constante por parte de activistas, defensores e integrantes de esta minoría, quienes sumando esfuerzos generaron suficiente presión social para que la corte actuara favorablemente. En consecuencia, la Institución asumió un compromiso con ese sector de la sociedad, reconociendo sus derechos plenos, más allá de los prejuicios y las percepciones sociales que anteriormente prevalecían.

Aún ante este logro obtenido en el ámbito legal por la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual y Transexual (LGBT), persisten posturas contrarias de no aceptar a estas personas y menos aceptar las uniones matrimoniales que contraen. Un sector importante de la comunidad no acepta el derecho recientemente otorgado a este grupo por sus prejuicios y toman actitudes desfavorables como:

  • Negarles servicio médico
  • Derecho de adopción
  • Pensión vitalicia
  • Disolución legal de estos matrimonios (divorcio)

México a partir del reconocimiento y legalización de los matrimonios entre personas del mismo sexo, adquirió un protagonismo internacional; convirtiéndose en un referente en el Continente Americano con respecto a este sector como parte del aprendizaje y cognición social. Después de este suceso, otros países del mundo iniciaron modificaciones legales tendientes a reconocer los derechos plenos e incluir a estos grupos sociales.

Esta reforma legal ha favorecido la percepción social sobre las personas LGBT, en el mundo entero, porque ahora no solo se les reconocen sus derechos a casarse, también se ha abierto la posibilidad de que adopten hijos. La concepción del matrimonio en el siglo actual es otra, gracias a los esfuerzos de organizaciones defensoras de derechos humanos, que entendieron la importancia de reconocer los derechos de un sector que ha sido discriminado en el mundo entero en todos los tiempos y sociedades.

En conclusión, el tema en cuestión resulta de gran complejidad social, porque cada individuo cuenta con una cognición diferente determinada por su entorno social. A causa de esto, las opiniones son controvertidas pese al avance en la ciencia, tecnología y derechos del hombre siguen existiendo prejuicios de antaño que evitan el reconocimiento pleno de los derechos de la comunidad LGBT.

La nueva modalidad de convivencia, o sea, el matrimonio entre personas del mismo sexo, es resultado de una sociedad que va evolucionando y es por este motivo que la cognición y percepción social sufren modificaciones e integran este tipo de uniones.

La familia actualmente se forma de una manera diferente, como resultado de la tolerancia respecto a la diversidad sexual.

El avance en materia de derechos humanos ha incidido en la perspectiva social y entorno familiar para tener mayor apertura a la libertad sexual.

El matrimonio entre personas del mismo sexo hoy en día es una manifestación de la sociedad producto del desarrollo social y educación, que pondera la equidad de género y que incide a que haya una actitud favorable respecto a esta nueva situación social.

La evolución del derecho en las democracias actuales ha impulsado una sociedad más tolerante y respetuosa y ha promovido una nueva construcción social al hacer efectivo los derechos de los diversos sexuales. Este tipo de uniones que reestructuran la organización social, inciden en que la sociedad tenga más apertura en el tema, sobre todo en los sectores donde actores sociales y políticos están involucrados en temas jurídicos que ayudan a ir rompiendo poco a poco la resistencia social.

Por último es importante señalar, que hoy en día, la sicología social es una disciplina que a partir de investigaciones, nos muestra de forma objetiva la conducta de personas de manera individual y grupal para entender los procesos cognitivos y el comportamiento humano, favorable o desfavorable respecto al surgimiento de nuevas formas de convivencia social, como es el caso de los matrimonios entre personas del mismo sexo y nos puede auxiliar a través de su conexión con la comunicación social de manera certera a diseñar estrategias para influir socialmente, incidiendo en obtener comportamientos favorables respecto a los matrimonios entre personas del mismo sexo.

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