(www.eloriente.net; México a 30 de noviembre de 2016).- Por Jessica Lamadrid

Muchas veces cuando salimos de viaje es difícil mantener ciertos hábitos que tenemos en nuestro hogar, sobre todo en aquellos que realizamos para el cuidado del medio ambiente, a pesar de la dificultad se puede ser un turista responsable con el medio ambiente tomando en cuenta los siguientes datos proporcionados por la organización Greenpeace.

1.- Exige e investiga que tu hotel donde te hospedarás cumpla con los siguientes requisitos

• Que cumpla con toda la legislación y reglamentos vigentes, entre los cuales abordan aspectos laborales, ambientales, de salubridad y de seguridad.
• Que respete el patrimonio natural o cultural que se encuentra en los alrededores
• Que apoyen activamente iniciativas en pro del desarrollo comunitario social y de infraestructura
• La política de compras favorece los productos que sean ambientalmente benignos para ser utilizados como materiales de construcción
• Que se fomente el uso de energías renovables
• Que adopten medidas para reducir el consumo de agua
• Que las aguas residuales sean tratadas adecuadamente
• Que no se consuman, vendan, negocien o exhiban especies animales protegidas, raras o amenzadas

2.-Busca alternativas de bajo impacto

• El ecoturismo causa menos daños al medio ambiente, si deseas conocer el lugar puedes buscar actividades al aire libre como el senderismo, la observación de la flora y fauna silvestre, eligiendo recorridos a pie, a caballo o en bicicleta.

3.- Protege la flora y la fauna silvestre

• Evita comprar sourvenirs o productos elaborados a partir de plantas o animales silvestres o en peligro. Tampoco te fotografíes con ellos, ya que lleva a provocar su cautiverio para manejarlo como una atracción

4.- Utiliza transporte terrestre

• Los aviones son la principal causa de las emisiones de gases de efecto invernadero en el sector turístico

5.- No tires desechos

• Solo tira la basura en los lugares indicados, recuerda que si tiras desperdicios orgánicos en áreas naturales estas afectando los hábitos de la fauna silvestre y los desperdicios inorgánicos pueden tardar decenas de años en su degradación.

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