eloriente.net

2 de octubre de 2017

Por Juan Pablo Vasconcelos

@JPVmx

 

“Ha pasado el Tour de Cine Francés. Dejó, como siempre, un halo de arte y sensualidad a su paso.

Esta cinta, El Viñedo que nos Une, impregnó además la sala con aroma a vino y ciertas notas a tierra”.

Jean se asoma hacia el viñedo, pasando por entre las cortinas azules de la casa familiar. “Cuando era niño, todas las mañanas miraba por la ventana y pensaba: el paisaje cambia todas las mañanas”. Algunas veces nevado, los árboles desnudos, escabrosos. Otras, de un amarillo brillante o, tal vez, verde, como se supone que sea durante las temporadas de cosecha.

Al fondo, la interpretación de Piers Faccini de la canción “Red, Red, Red”, con voz profunda y acordes espaciados, muy espaciados, acompañando los cambios de las estaciones en el paisaje.

En esta escena inicial, el director Cédric Klapisch apuesta el sentido de su película, “El Viñedo que nos une”: tiempo, tierra y fraternidad, son los ingredientes que nos configuran a los humanos.

Son los móviles de nuestras decisiones infantiles, de las adolescentes, de las maduras.

Las edades pasan y nosotros con ellas, pero esas motivaciones nos superan, como si estuvieran sembradas en los corazones y solo cambiaran de tono con el paso de los años pero nunca de sustancia. Eso, es la identidad.

Quizá por esta razón, la cinta es una historia de gran humanidad, pues sacrifica las vueltas de tuerca y los efectos narrativos —tan presentes hoy en día en ciertas tradiciones cinematográficas, incluyendo la mexicana—, y prefiere ahondar en el carácter y los conflictos interiores de sus personajes.

Jean, el hermano mayor, regresa al viñedo luego de haber salido diez años antes de Borgoña para rodar por el mundo. Pero ahora su padre se encuentra al borde de la muerte. Al volver, alcanza a tocar por última ocasión la mano tibia de su padre.

Juliette y Jérémie son sus hermanos, quienes se quedaron en la tierra ayudando en la cosecha. Ella, ahora mandamás del lugar, encarnada de manera sobresaliente por la actriz Ana Girardot, constituye de alguna manera la continuación de las ideas y el carácter del padre. Y él, Jérémie, el hermano menor, es un personaje anudado en sus miedos y de una inseguridad crónica.

El desafío de la película es si los tres, con sus historias a cuestas, logran reconstruir su familia y hacer frente a la labor que los identifica: la siembra y la cosecha del viñedo, a la luz de la desaparición física, aunque no ‘espiritual’ de su padre.

Klápisch (Les poupées russes, 2005, y Paris, 2008) enmarca el carácter de sus personajes con una experiencia visual y sensitiva sobresaliente. La fotografía es cuidadosa, detallista y de momentos luminosos, siempre acompañando la idea de “paso del tiempo” que es dominante en todas las escenas, donde la expectativa de cambio y desarrollo de los personajes es notable. Los tres progresan, se transforman, constantemente durante la cinta, como lo hace también la tierra, los personajes secundarios y sus decisiones.

klapicsh el viñedo que nos une

Por otro lado, Löic Dury y Christophe Minck han hecho un estupendo trabajo a cargo de la música. Consistente y sofisticado, para decirlo en términos de sumiller. “Ce qui nous lie est lá”, interpretada por Camélia Jordana, lo tiene todo para sellar la degustación de una serie de imágenes inolvidables. Sus notas son uvas en los labios.

Adicionalmente, Kraked Unit es el grupo base de la banda original.

Por todo, la cinta tiene cierta redondez y, lo más importante, no culmina cuando se apaga, sino que perdura aún después, como el olor a tierra mojada.

La escena memorable.

Siempre hay una y depende del ánimo del espectador. Juliette maneja un tractor al atardecer. El sol le pega a un costado del rostro. Un recuerdo le asalta: su padre enseñándole cómo conducir y permitiéndole llevar la dirección. Es imposible para ella detener el llanto, la soledad y el peso de la tristeza. El dolor se desborda.

Quien alguna vez ha llorado, sabe que el alivio comienza en esas lágrimas. Es imposible curarse sin haber experimentado el dolor más profundo, el imposible, el que supera todas las expectativas anteriores. Cómo se cae derrotado por esa explosión, que se expande desde el pecho hacia el cuello, paraliza la mandíbula y envía señales de que allí todo termina.

Por un momento, pasa por la mente que será imposible continuar.

Pero una vez superada la crisis, todo es más claro. Había que llegar hasta el fondo para recuperar las fuerzas. Uno llora para fortalecerse.

Puede no ser el padre, en tu caso, en el mío. Puede ser un maestro, una amiga, alguien que por una vez confió en nosotros, nos dejó conducir y soltó sus miedos para ponerlos en nuestras manos. ¿Cuál fue su destino? ¿Qué hicimos con su confianza?

Ahora sabemos que dejarnos al volante era su manera de decir tantas otras cosas;  y nosotros también, al dejarnos guiar, le decíamos a nuestra vez que su experiencia era valiosa y sus enseñanzas eran recibidas humildemente, como lo hacen todos quienes se reconocen aprendices en el mundo.

Ser un aprendiz es quizá el oficio más noble.

Reconoce al experimentado y se ubica en una posición de descubridor, solo comparable con los ojos de un niño.

¿Quién no desea, al levantarse un lunes, volver a ser el niño cuyo paso del tiempo es prolongado, abierto, inadvertido?

Cuyo reloj no es el mismo al del anciano. El reloj de un niño es de arena, juega con él e incluso se divierte cuando quedan pocos granos en el apartado de arriba. El reloj de un anciano es de agua, y a pesar de todos los esfuerzos, le resulta imposible conservarla en las manos.

En unos cuantos segundos, lo que dura la escena de la película, la mente viaja de dolor a la confianza, del reproche a la nostalgia, del paso del tiempo a la certeza: eso pasó una vez y solo es una vez.

Nadie tendrá nunca dos oportunidades.

El viñedo que nos une

OTRAS ENTRADAS

eloriente.net 2 de octubre de 2017 Por Valery López Instantes después de que sucedió el sismo del pasado 19 de septiembre, las imágenes y videos comenzaron a…

eloriente.net 28 de septiembre de 2017 “Desde principios del siglo XXI, con la alternancia en el poder ejecutivo federal, se lograron importantes avances para fortalecer la transparencia…

eloriente.net 28 de septiembre de 2017 El pasado 26 de septiembre se dio a conocer la edición 2017 de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre…