Por: Eva Bodenstedt
Después de haber visto en la página principal de un diario alemán la fotografía del Presidente de México saludando con ambas manos extendidas hacia los lados a mexicanos que en él han depositado su espíritu mesiánico, su esperanza —como lo hicieron en Salinas—, detonándole al mundo la palabra: es UN ABSURDO, cierro los ojos antes de leer el reportaje-artículo de fondo, muy de fondo.
Y me quedo con la imagen danzándome en la imaginación y en la metáfora: por más que se le quiera defender, AMLO es indefendible, y terco, y ególatra, porque parece un ciego fundamentando y justificando sus acciones al creer que el encender aquí y allá esa ola de emoción y de cercanía a “Dios”, entre comillas, al Poderoso, es ahora un ERROR.
Si no lee, ¿no le dicen sus asesores —si los tiene y los escucha— que el ataque es redondo como el planeta y el ataque del Ejército del Emperador Nature, neutral en inglés, Natura fémina, la Emperatriz, rotundo?
¿Lo mantenían al Coronel Corona encarcelado, atrapado como a Assagne y lo soltaron los aliados, las firmas de los tantísimos especímenes que han desaparecido del mundo por razones humanoides? Dicen en redes y con video, que fue bajo las tejas de una casa en algún lado de la China, donde habitó en silencio sin ser molestado, ese Ejército mutante y no lineal, que con sus Capitanes Murciélagos desalojados de sus hábitats, echaron a volar.
Si fuera ilusorio, podría ser Drácula y Bram Stocker el origen del nacimiento de esta guerra contra el Homo Sapiens, pero no es así.
Quizá muy oculto en Usted, tras el escatulario, perdón, el Escapulario que lo protege a usted según su percepción y asimilación, está la fuente de la sabiduría, pero igual y en Palacio, ante el altar a Benito Juárez, se puede hacer la efeméride nacional, porque Sr. Presidente, la otra realidad, es que este rollo de virus, va más allá de usted y lo que lo protege, y en imagen analógica, véalo como que está llegando un aviso de Tsunami al día de hoy, uno que ya ahogó a muchos en Europa, y hay que actuar protegiendo con inmediatez a México, y no ignorándolo, de verdad, o me pondré pacheca a esperar que el alma de Benito Juárez en Guelatao se lo diga en el oído con palabras certeras, si es que existe su espíritu, Señor, y si sí existe, yo creo que al lado de su morada, en el templo Mayor, lo va a escuchar mejor, allá va a estar más conectado con esa energía que los espíritus conocen y ven en visiones, aquellos que hacen lo que hacían los indios e indígenas antes y después de la llegada de españoles, europeos, de allá pues, de donde ahora también viene la Catrina Made in China. El “secreto” para que la visión se convierta en la palabra de un líder, de un Mesías, está cerca, sólo escuche, observe, y deténgase, por favor, deténgase y usted también reflexione, no se morirá de hambre, no vive al día, como los millones que siguen atiborrando los transportes porque las Empresas no se suman, no son solidarias, y les importa nada que los pobres, sus esclavos y mancuernas de sus maquinarias, caigan como en la peste a la vuelta de la esquina.
Queremos Cuarentena, AMLO, en Oaxaca, y lo querrán todos si se enteran del avance del Ejército de los Emperadores Catrinos que pueden llegar con usted, a todas partes de la República, si no se refugia AHORA MISMO, de sus propios esperpentos, y pone el ejemplo, el primer ejemplo a seguir: guardarse en casa, y ayudar a los que viven al día desde la inteligencia, el mover fichas con la mayor exactitud posible.
¿O quiere que lo recibamos en la meca del primer Presidente indígena de este México partido en mil pedazos como una piñata sin memoria, con los cachetes puestos y las manos estiradas, Primer Mandatario? ¿Puede el Gobernador Alejandro Murat, o la población organizada de Oaxaca, o los de Guelatao, pedirle al Presidente de México que no venga a la Sierra de Juárez, este sábado 21?
