Afecciones cardiacas, alteración de la presión arterial, daños en el estómago e intestinos, vómitos y diarreas, son algunos de los padecimientos que puede provocar la ingesta de dióxido de cloro, señaló el doctor Juan Luis Bautista Martínez, investigador y docente de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca (FCQ-UABJO).

El también Coordinador de Docencia de la FCQ-UABJO, desmintió que existan estudios científicos sobre la efectividad del dióxido de cloro para tratar enfermedades como la Covid-19, tal como se afirma en algunas publicaciones en sitios web.

Señaló que este compuesto, que en su estado natural es un gas inestable, surgió a mediados del siglo pasado como desinfectante de superficies inorgánicas: pisos, muebles o materiales quirúrgicos y en el tratamiento de aguas contaminadas.



El dióxido de cloro es muy tóxico y reactivo

Hay varias formas de obtener el dióxido de cloro, a partir de la mezcla de diversos compuestos químicos. El especialista, advirtió que uno de los riesgos de comprar este compuesto “como solución milagrosa para curar”, es que se desconocen sus ingredientes, su grado de concentración y la higiene utilizada durante el proceso.

En internet también circulan algunos anuncios que recomiendan inhalar el gas a partir del dióxido de cloro, “las consecuencias a la salud son más graves de lo que se pueda creer, no sólo dañamos el esófago y el intestino, también comprometemos los pulmones”, alertó Bautista Martínez.

Destacó que esta sustancia no se debe confundir, con el cloro que venden en las tiendas, “ambos sirven para desinfectar, sin embargo, el cloro comercial se puede usar un mililitro por cada diez litros de agua para desinfectar y lo podemos beber sin problema, pero si la concentración es mayor puede provocar quemaduras de boca, esófago y lastimar la mucosa estomacal”.

Finalmente invitó a la comunidad universitaria y a la población en general a informarse a través de canales oficiales de las autoridades de salud y atender las medidas de prevención, “si nos infectamos, dependerá de nuestro sistema inmune cómo nos afectará la enfermedad”.