La Pirata del Oriente, por Eva Bodenstedt

Christa Cowrie

Cuando viajó en un barco desde Alemania a México, no sabía español, y al correr emocionada hacia los arrecifes del Caribe en la Isla de Cuba, le gritaron que se detuviera, que ahí había erizos, pero ella se encontraba tan imantada por esa belleza de paisaje que con el deseo de sencillamente penetrarla con su cuerpo y pertenecerle, ignoró los gritos y sin comprender el idioma, pagó la factura cuando las lanzas de aquellas bolas marinas se hendieron en el fondo de las plantas de sus pies descalzos. Sin poder caminar hasta que éstas se deshicieran dentro de su cuerpo, observó la travesía hasta el puerto de Veracruz, y quizá en esos momentos el destino le sembró una perspectiva de posesión sobre la imagen cuya semilla fue germinando hasta convertirse en un ente que los azares del destino ubicaron en los lugares y momentos precisos porque sabían que en ese ser humano existía la conjunción de muchos sentidos que la Maestra en medios de comunicación Elsie Mc Phail Fanger, recoge, une, junta y desglosa en su última obra: “La solemnidad del poder y sus fisuras en el fotoperiodismo de Christa Cowrie”, a quien no volvió a sucederle físicamente algo semejante, pero curiosamente, así como se abalanzó a ese cuadro real, sin miedo, así lo hizo con ese peculiar y único talento a muchas otras realidades a través de una herramienta que como la red de un pescador, se convierte en la suya: la cámara fotográfica.

Existe un documental previo a este gran trabajo que realiza la también Doctora en Ciencia Política sobre Christa Cowrie, realizado por Janitzio Carranza, quien documentó la vida de personajes extranjeros que se quedaron a vivir en México, como es el caso de Christa, quien una vez sorprendida por la belleza y la riqueza de esta nación, transformó a los 14 años de edad las lanzas de los erizos en raíces para no separarse nunca más de este país y formar parte de él como una inigualable observadora a la que su marido, (mi padre), le tiende una cámara ZeissIkon sumándose al atinado comentario que le hace a su mujer, (mi madre), José Revueltas, el tío de mi padre, cuando se percata de la capacidad de visión que tiene la nueva integrante de la familia: “tienes buen ojo”.



Y Christa se lanza al ruedo con su segunda cámara que compra en Alemania, una Nikon, (Nikon desde entonces), y pide trabajo en el Excélsior cuando éste estaba bajo la Dirección del gran periodista Manuel Becerra Acosta (padre), para después, fundar con el hijo de él, también llamado Manuel Becerra Acosta, el primer diario independiente de éste país, el unomásuno, mientras Julio Scherer fundaba la revista Proceso. (Recuerdo a mi mamá llevándose un banco y sillas de la casa para que tuvieran dónde sentarse mientras creaban el diario).

Javier Solórzano también le hace una entrevista que aquí comparto para que los interesados en estar presentes a partir de un zoom a las doce del día de este martes siguiente, cuando se hará la presentación del libro que escribe la Investigadora Elsie, tengan más conocimiento de la trayectoria de quien al retirarse del fotoperiodismo, decide venirse a vivir a la costa de este gran estado llamado Oaxaca.



Cuando Christa decide cerrar su ciclo como fotógrafa (actividad de la cual no se separó del todo ya que se la pasó tomando fotos con el celular de la construcción de su lugar para retiros de yoga en la bahía de San Agustinillo, y ahora de lo que sucede en la playa o entre los papayales, ramajes y flores de su casa-hotel Zazil al lado de Mazunte), le realizaron en la Ciudad de México y en otros lugares de la República como Hidalgo, innumerables homenajes y reconocimientos, además de otorgarle premios, por su amplia trayectoria fotográfica que inició con reportajes en el Excélsior y posteriormente con el registro de la campaña del después elegido como Presidente de México, José López Portillo, quien fascinado por esa mujer fotógrafa de cabello largo azabache de ojos verdes, que entre puros hombres atrapaba sus movimientos, la llamó para invitarla a capturar lo que él ve diciéndole “sé mis ojos”.

A ésta etapa, le siguen dos campañas y sexenios de dos Presientes más: Miguel de la Madrid y Salinas de Gortari, trabajo que publica en el diario Unomásuno, y que es investigado desde diferentes ángulos por el magnánime trabajo y de inigualable profundidad informativa, que hace la Dra. Elsie Mc Phail Fanger y se presenta este martes a las doce del día por medio de un streaming.

Christa Cowrie también atrapó en sus magníficas redes los mejores instantes de la danza y el teatro en México y el mundo, ya que fue testigo de las presentaciones a lo largo de más de una década desde el año 2002, en el Festival Cervantino de Guanajuato, además de cubrir lo que se presentaba sin falta en los escenarios de la Ciudad de México. A ello se suman muchas otras ventanas que capturó también de forma única, por ejemplo, cuando Culturas Populares la contrata para que a lo largo de un año haga un registro de todas las fiestas populares emblemáticas en toda la República Mexicana; Permex la contrata para hacer un registro de las pirámides de Chiapas, por ejemplo, y el mismo diario la manda a cubrir etapas críticas como la de los Refugiados de Guatemala en 1982 Chiapas.

Su trabajo, que ha sido presentado, además de publicado en diarios y revistas de México y todo el mundo, en 65 exposiciones nacionales e internacionales, detona en la investigación de Elsie, (quien obtuvo mención honorífica de Inmujeres por su tesis de doctorado: “Voy atropellando tiempos: género y tiempo libre”) un producto increíblemente necesario para los estudiantes no sólo de Comunicación Social, (en la obra presenta la historia del Fotoperiodismo en México y la importancia del Diario Unomásuno dentro de la nueva Ley de la Reforma Política que da pie con la vida democrática en nuestro país), sino también los estudiantes de otras carreras como Historia del Arte, Antropología y Etnología, etc., ya que dentro de una imagen como las capturadas por Christa Cowrie, se estudia todo su contenido.

La Profesora e Investigadora en el Departamento de Educación y Comunicación de la UAM-X también aborda con Cowrie el hecho de cómo una mujer , ama de casa, madre de dos hijos, se desenvuelve con su particular carácter libre entre hombres machista en México, así como en sus fotografías, Christa muestra las diferencias de género en nuestro país, y dentro de el hecho de ser mujer, las diferencias de clases persistentes en esta nación.

Me quito el sombrero por este trabajo de ambas: Elsie Mc Phail Fanger investigó a lo largo de tres años la obra de esta gran mujer brindándonos en 191 páginas un tesoro analítico e inteligente a partir del trabajo a su vez de Christa Cowrie, de quien yo he aprendido a vivir observando la otredad que nos permea de una forma integral para entretejerme con ella como lo hace una membrana.

Eva Bodenstedt

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