eloriente.net/Radio Francia Internacional

3 de agosto de 2018

El periodista Diego Cabot contó a RFI los detalles de la investigación que sacude la política de Argentina, en base a ocho cuadernos con anotaciones, donde habría detalles de una serie de pagos y sobornos de empresas a los funcionarios de los diferentes gobiernos de la pareja Kirchner.




Las laboriosas y detalladas anotaciones de Oscar Centeno, el ex chofer de Roberto Baratta, segundo del ex ministro de Planificación Julio De Vido, han sido el cemento de unas de las investigaciones periodísticas contemporáneas más espectaculares de América Latina.

Bajo su puño y letra se relata con lujo de detalles los trasladados de presuntos bolsos repletos de millones de dólares hacia la residencia de la ex pareja presidencial Kirchner, que gobernó Argentina entre 2005 y 2015.

Ese poderoso contenido, escrito en ocho cuadernos, fue obtenido por Diego Cabot, periodista del diario La Nación, gracias a una fuente. El periodista explicó a RFI que encontraron «unos cuadernos que contenían un detalle perfecto de recorridos que hacía un auto que prestaba servicio para el Ministerio de Planificación federal».

A partir de los relatos, Diego Cabot se dio cuenta de que si bien al principio se trataba de mandados básicos, «con el tiempo [Oscar] fue realizando otro tipo de viajes que básicamente eran para buscar dinero de empresas contratistas del Estado, recolectarlo y entregarlo en dos o tres lugares cercanos a la residencia presidencial de los Olivos», donde vivían Néstor y Cristina Kirchner, a su departamento privado y hacia otro vehículo del gabinete de ministros. Se presume que la procedencia del dinero viene de una serie de empresas en calidad de sobornos.

Era la recolección y la entrega a los más altos niveles del poder.
Pero no sólo fue eso. También estableció una bitácora con los nombres de los funcionarios, los mencionados en los cuadernos, las personas que aparecían, su relación con el gobierno o las empresas. Las horas, los días, los modos de entrega de dinero, en efectivo, en maletas, etc. Y pudo construir una trama más nutrida que revelaba la participación del entorno presidencial.

 

 



Esta tarea colosal comenzó a investigarse en enero de este año y hoy, en agosto, da su primer gran destape. Pero, ante la evidencia de la gravedad de lo revelado, Diego Cabot decidió entregar los cuadernos a la Justicia. La credibilidad era tan potente que no podía estar exenta de una investigación fiscal paralela. Así, el reportero pasó la información a las autoridades bajo el compromiso de publicar su nota cuando la Justicia diera su primer golpe contra de los sospechosos.

¿Cuáles eran motivaciones de Oscar Centeno para anotar todo? Esa pregunta rondó por la cabeza de Diego Cabot durante semanas sin hallar una respuesta concreta: «Yo no lo conozco a Oscar Centeno y me hice esta pregunta durante muchísimo tiempo hasta que un día decidí abandonarla», contó el periodista a RFI. Lo que más le interesaba era avanzar con el caso y averiguar los datos de los cuadernos.

Echó mano de todo el material posible construido en La Nación (compras del Estado, registros de declaraciones, datos de normas, revisión de notas y reportajes ligados a los personajes) para entender los relatos de los cuadernos y dar formar a la historia. Cuando el día no alcanzaba, trabaja junto a su equipo, compuesto por Candela Ini y Santiago Nasra, durante las madrugadas a fin de corroborar cada dato.

 

Al final, una pregunta era válida: ¿estaban frente a la prueba de corrupción más grande contra los Kirchner? De momento, Diego Cabot deja esa respuesta a la Justicia. Lo que sí puede afirmar es la existencia de un complejo caso de entrega de dinero, de empresarios a políticos y a altos funcionarios estatales.

Pero la investigación no acaba porque los cuadernos pueden abrir nuevas ventanas para otras revelaciones: según Cabot, Oscar Centeno «se acogió a los beneficios del arrepentido, por lo tanto además de admitir la autoría, cosa que ya hizo ante el juez y el fiscal, también podrá seguir aportando pruebas».