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Publicada originalmente el 27 de agosto de 2012
ESPECIALES: EL PUEBLO DE LOS CHIMALAPAS
Por: David Ortega, WWF; Tzinnia Carranza, Ecco; Jerónimo Martínez, WWF
Historia
El pueblo originario Zoque tenía su territorio en Oaxaca y Chiapas, pero la influencia del sistema colonia contribuyó para que se dividiera en dos núcleos. Actualmente la cultura Zoque se distribuye en el extremo nor-occidental del estado de Chiapas; en Tabasco, en zonas aledañas a Chiapas, y en la región de los Chimalapas en Oaxaca. Los Zoques de Chiapas se llaman así mismos ode püt y los de Oaxaca angpøn.
Alrededor de 1687, los angpøn tuvieron que comprarle a la Corona española el territorio que habitaban para no ser desalojados, por lo cual tuvieron que pagar 25 mil pesos de oro por 360 leguas cuadradas de territorio. El dinero se entregó en jícaras, de ahí el nombre de Chimalapa, que significa en zoque “jícara llena de oro”, tzima “jícara” y lapa “oro”.
La cuna de la cultura angpøn está en Santa María Chimalapa, sus habitantes donaron una parte de su territorio a un grupo de zoques para que fundaran San Miguel, es por ello que a los pobladores de Santa María se les conoce como “Chimas” y como los auténticos dueños del territorio, y a los de San Miguel como migueleños.
Territorio
El territorio de los Chimalapas es comunal en su mayor parte, es decir, es del bien común, todo es de todos, no existe propiedad privada. Son propietarios de la cuarta parte del territorio Istmeño, aunque su población sólo represente el 2.70% del total regional, lo que implica que su densidad población es de 2.5 habitantes por km2.
La gran extensión de su territorio los colocó en una situación de vulnerabilidad, pues sus asentamientos originarios se localizaban en las cabeceras municipales, dejando al descubierto el resto del territorio, esta situación provocó que diversos grupos provenientes de Chiapas, Veracruz, y grupos estatales, como chinantecos, mixtecos, zapotecos, mixes, entre otros, invadieran el territorio “Chima” al considerarlo tierra despoblada. Ante ello, los Zoques plantearon una estrategia para la defensa de su territorio, permitiendo a grupos externos que colonizaran la periferia, con el compromiso de defender la tierra a cambio de que se les permitiera vivir ahí. A los asentamientos humanos que no aceptan las reglas se les cataloga como invasores (localidades irregulares), lo que ha ocasionado conflictos permanentes para desalojarlos. Esta situación explica la política interna de los “Chimas” de continuar la colonización en el ámbito de sus bienes comunales, para contrarrestar los constantes conflictos agrarios.
La posesión de la tierra en los Chimalapas es la forma cultural para cohesionar su tejido social y proteger su territorio, y lo hacen a través de solares o tierras para cultivo y ganadería, que se otorgan a través de títulos de posesión emitidos por la autoridad agraria.
Población
Al comparar el crecimiento histórico de la población de ambos municipios (1930-2005), es notorio que Santa María siempre ha presentado una tasa de crecimiento ascendente, mientras que San Miguel muestra una tasa de crecimiento menor con disminuciones de la población en diferentes momentos.
En Santa María el crecimiento poblacional está asociado a un fuerte proceso de colonización. Esto se explica por la gran extensión de su territorio que colinda con Veracruz y Chiapas, que propicia por un lado, nuevos centros de población por invasión, y por el otro, la creación de poblados para la defensa del territorio.
Mientras que el proceso de colonización en San Miguel es menor, ya que la amenaza de invasiones se reduce a la superficie de su territorio que colinda con Chiapas. Debido a lo anterior, la población emigrante tiene una mayor influencia sobre la disminución de la tasa de crecimiento.
La población de los Chimalapas es joven, predomina el rango de10 a14 años y se observa una disminución de la población a partir de los 15. Este comportamiento puede estar ligado a procesos migratorios señalados anteriormente, los jóvenes por lo general, se van a Juchitán de Zaragoza o ala Ciudadde Oaxaca a continuar sus estudios, o bien, a trabajar fuera de su comunidad, en el país o en los Estados Unidos. Este hecho es una preocupación de la población adulta, ya que en la mayoría de los casos, contraen matrimonio con personas de fuera de la comunidad y ya no regresan, generando con ello que la fuerza productiva de la unidad familiar disminuya radicalmente.
Gobierno
En los municipios Chimalapas se tienen dos autoridades: la municipal y la agraria.
El presidente municipal se elije por “usos y costumbres”. Santa María y San Miguel están entre los 5 municipios del Istmo que se rigen por ese sistema. Esta forma tradicional de elección en cada municipio presenta diferente procedimiento.
En Santa María el proceso se limita a la cabecera municipal. Los candidatos deben ser nativos de ahí. El día de la votación se nombra a los candidatos en la asamblea y se elije al presidente y su cabildo. El reglamento de la comunidad prohíbe que haya candidatos previos a la votación o que se haga proselitismo a favor de un candidato, a quien lo haga se le descalifica para participar en la elección.
En cambio en San Miguel el proceso empieza 3 meses antes de la votación e incluye a las congregaciones. Los candidatos se registran y realizan incursiones dentro del municipio para promoverse. A pesar de que en este sistema no hay partidos políticos, siempre están presentes sus intereses fragmentado la vida social de la población.
La elección se lleva a cabo cada 3 años, y se realiza entre octubre y noviembre. El proceso se desarrolla en la asamblea general de ciudadanas y ciudadanos por votación abierta, y el acto es validado por autoridades del Instituto Estatal Electoral de Oaxaca (IEEO). En ambos municipios, los cargos municipales (presidente municipal, regidores, síndicos y agentes municipales) están acotados a los hombres.
Fiestas patronales y religión
En la cabecera municipal de Santa María Chimalapa se celebran 5 mayordomías, la dedicada ala Virgendela Asunciónde María el 15 de agosto, la de San Fabián y San Sebastián, que se celebra un domingo antes del miércoles de ceniza, la del Santo Niño el 6 de enero, la del Divino Rostro el 8 de mayo, y la de San Antonio el 13 de junio.
En la cabecera municipal de San Miguel, el Santo Arcángel se celebra en dos ocasiones, la primera el 8 de mayo, día de su aparición y que no merece la categoría de mayordomía, y el 29 de septiembre, que es la fiesta más importante. Por su parte, Bernardo Abad, directamente asociado con el término de la canícula, tiene su fiesta el día 20 de agosto, que suele ser más animada debido a que por lo general no llueve en ese día. A últimas fechas la conmemoración del Niño Dios ha adquirido la categoría de mayordomía. Anteriormente sólo se buscaba a un matrimonio joven para que fungieran como padrinos del niño desde el 24 de diciembre al 6 de enero. No obstante que esta mayordomía no es considerada importante como las otras dos, hoy en día es una de las más grandes y costosas; suele encargarse a matrimonios jóvenes y, sobre todo, a los maestros. (Trejo, 2006).
En las congregaciones de ambos municipios cada pueblo tiene sus propias festividades asociadas a su santo patrón y sus usos y costumbres. El uso de los recursos naturales está estrechamente ligado a las festividades, pues tradicionalmente utilizan plantas y flores de temporada para adornar, se cazan animales de monte para comerlos durante las fiestas y se usa una cantidad de leña mucho mayor de lo habitual para la preparación de los alimentos.
“En los Chimalapas se fue gestando silenciosamente el embrión protestante hasta alcanzar grandes proporciones durante la segunda mitad de la década de los noventa, el censo de 1990 parece dar cuenta de una verdadera revolución evangélica, pues el municipio de Santa María pasó de21 a1,256 protestantes y San Miguel de64 a324. Pero este vuelco religioso no sólo significó una desbandada del catolicismo al protestantismo, sino también un abandono de la religión tradicional a favor de un sistema de valores aparentemente no-religioso”. (Trejo, 2006)
“Los avecindados, quienes hasta entonces tenían vetado el acceso a los cargos religiosos, se fueron apropiando del sistema de fiestas y obligaron a los nativos a permanecer como simples espectadores durante las mayordomías. Como respuesta al monopolio avecindado sobre las fiestas, la mayor parte de los angpøn optó por convertirse al pentecostalismo e hicieron de esta opción religiosa un marcador étnico”. (Trejo, 2006).
Bibliografía
Alonso, M. 1997. El Don de la Música. La práctica ceremonial en el sistema ceremonial religioso de los zoques. El caso de los costumbristas de Ocotepec, Chiapas”, tesis de posgrado. Escuela Nacional de Antropología e Historia. D.F. México.
Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI). 2007. II Conteo de población y vivienda 2005. INEGI, Aguascalientes, México.
Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI). 2004. XII Censo General de Población y Vivienda, 2000. Resultados Finales. INEGI, Aguascalientes, México.
Procuraduría Agraria (PA). 1967. Resolución Presidencial de Santa María Chimalapa del 10 de marzo de 1967. Archivo Agrario dela PA.Oaxaca, México.
Registro Agrario Nacional (RAN). 2005. Padrón de Comuneros de Santa María Chimalapa del 15 de marzo de 2005. RAN. Oaxaca, México.
Trejo, L. 2006. Zoques de Oaxaca. Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas. D.F., México.