(www.eloriente.net, México, 23 de abril de 2015. Por: Víctor López Velarde).- Algo que hemos aprendido a lo largo de la historia del cine es que el género musical es uno de los que provoca las mismas cuotas tanto de amor como de odio, llevándolo a ser quizás uno de los géneros en los que no existe el punto intermedio, puesto que lo amas o lo odias. Sin embargo, el séptimo arte nos ha regalado uno que otro musical que incluso ha logrado conquistar a aquellos detractores del género tales como Chicago (que comparte al director de Into The Woods: Rob Marshall), Moulin Rouge, My Fair Lady, Mary Poppins o Les Miserables por mencionar algunos.

Por desgracia para aquellos que le son fieles al género, Into the Woods no es un filme que puedan llevar a ver a un detractor de los musicales, puesto que probablemente prefieran someterse a un maratón de películas de Semana Santas antes que acompañarlos al cine de nueva cuenta. La película de Marshall peca de ser excesiva e incluso torpe en varios aspectos del argumento, ya que a diferencias

de filmes como Shrek en el que mezclar diferentes personajes de cuentos de hadas da la sensación que se está observando un ameno collage en el que se armonizan todas las líneas argumentales, en «Into The Woods» pareciera que forzaran la convivencia de todas las tramas consiguiendo uno de los Copy/Paste más descarados del cine reciente, dado que saltamos de un episodio a otro  sin que pareciera que hubiera cohesión alguna entre ellos (salvo los personajes de Emily Blunt, James Corden y Meryl Streep que funcionan como el pegamento en turno)

Aunque el argumento es quizás uno de los puntos débiles del filme, hay que reconocer que la película tiene algunas virtudes que satisfacen a los seguidores del género. El ritmo es endiabladamente bueno y nunca decae, la dirección artística es excelsa y los números musicales hechizan al espectador en la butaca haciendo que su pie dance al ritmo de las melodías. Del mismo modo, el reparto interpreta con naturalidad y energía unos personajes un tanto superfluos, consiguiendo actuaciones meramente teatrales de modo que sentimos que estamos en un teatro y no en una sala de cine.

Aunque como espectáculo visual el filme cumple con creces (increíble que con un presupuesto modesto para los lares de Hollywood, Marshall se las ingenie para que parezca que estamos viendo una superproducción)la película queda a deber puesto que se queda en un punto muy superficial, optando por el mero  entretenimiento sin sacarle partido a las temáticas serias que se insinúan en la trama.

Ahí es donde Into The Woods se enfrenta a su mayor problema. La película está basada en un musical escrito por los mismos autores de Sweeney Todd, que aunque no he tenido la oportunidad de ver, tengo entendido que posee una atmósfera más adulta que infantil, inverso a lo que sucede en el filme. Pienso que probablemente el principal inconveniente de la adaptación es que Disney haya estado detrás del proyecto, pues aunque hay cierto avistamiento de temas oscuros  y cierto trasfondo adulto para los menores, estas situaciones se quedan en meras insinuaciones, como si solo mostraran algunas de reojo algunas cuestiones.

Al final Into The Woods se queda en un limbo entre la ñoñería de Enchanted y el tono oscuro de Sweeney Todd, ya que incluso Marshall pareciera que batalla para decidir sobre el rumbo al que quiere dirigir el filme, pues aunque en un su primera mitad la película arranca con un tono azucarado e infantil, en la recta final pareciera que el director procura convertir el producto en una tragedia y marca un tono completamente distinto, tanto que el público sale padeciendo bipolaridad de la sala. Ambas partes están bien llevadas, el problema es que Rob Marshall no consigue unificar el discurso, de modo que parece que estamos viendo películas diferentes.

Además de su parecido con el tono de «Encantada» y de contar con personajes que lanzan unos agudos capaces de deprimir a las sopranos de todo el planeta, tanto Enchanted como En el Bosque cuentan con una veterana en turno dispuesta a sacar a la niña interior que llevan dentro, pues Meryl Streep sobreactua de lo lindo tal y como lo hizo Susan Sarandon y aún así está magnifica.

El reparto brinda carisma y le da más vitalidad al relato en sus puntos más débiles, destacando sobre todo las interpretaciones de Emily Blunt,Chris Pine, Anna Kendrick (solo por su monólogo en la escena de la zapatilla merecía una nominación al Oscar) y-¿es necesario decirlo?- Meryl Streep, que tras su homenaje a la menopausia en Mamma Mía decide volver a regalarnos su magnífica voz, pero ahorrándose los pasos de baile, en una actuación excesiva, pero que justifica su nominación al Oscar en un par de secuencias.

«Into The Woods» es un filme llevadero aunque algo empalagoso, en el que ha pesar del agradecido intento y del atrevimiento de teñir de tragedia los cuentos de hadas, no se logra despertar ese aire de nostalgia presente en los musicales de la época dorada de Disney

Into The Woods

Imagen: Into The Woods Facebook

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