eloriente.net

29/octubre/2014

Fundado en 1924, La Lagunilla es uno de los comercios más antiguos del Centro Histórico de Oaxaca que sigue vigente. Tras pasar una severa crisis a causa del conflicto magisterial de hace 8 años, su propietario Alex Gantonas, afirma que el plantón actual iniciado por los maestros y ahora apoyado por muchas otras organizaciones, ha llevado a vivir un 2006 disfrazado, sin barricadas, pero más acentuado en el centro de la capital.

Desconociendo si se trata de gente oaxaqueña, foráneos o acarreados, Gantonas declara que muchos puestos llegan y se instalan para luego dejarlos sin atender, solo para estorbar: «Y esto no nos afecta mucho, nos afecta muchísimo. Mis ventas han bajado de un 60 a un 70 por ciento».

Este plantón que inició el 21 de julio de 2014, no solo impacta en la parte comercial, afecta al turismo y representa también un problema de salud. Gantonas dice que con el gobierno ha tenido oídos sordos para esta situación: «Hay muy poca sensibilidad de parte de las autoridades, que parece que están rebasados, no pueden con el problema o no saben cómo reaccionar. Si están rebasados que lo declaren y si no, que actúen… Nunca es tarde para reaccionar».

La situación afecta no solo a los empresarios del centro histórico, sino también a los empleados, mismos que ya se manifestaron dos veces desde el inicio del plantón. Si un restaurante tiene 30 empleados el problema impacta automáticamente en 150 personas, La Lagunilla cuenta con 26 empleados: «No son ellos los afectados nada más, son 26 familias. Y dentro de ellos hay estudiantes esperando pagar su colegiatura, gente esperando pagar su renta… Hay gente joven y sana que puede buscar un segundo trabajo, ¿pero si tienes alguien enfermo en casa o un niño pequeño o uno en la escuela? Repito, es una insensibilidad e irresponsabilidad terrible por parte de todos los actores del centro histórico».

En palabras de Alex Gantonas, los causantes de este conflicto son gente que siempre ha vivido del presupuesto con intereses perversos y mezquinos, que siempre quiere que el gobierno le resuelva todo sus problemas y no aportan nada positivo, solo violencia, desorden y desafíos.

Con los ingresos caídos hasta por un setenta por ciento en La Lagunilla, Gantonas opina que el panorama es similar para todos los empresarios con negocios establecidos en la zona: «Yo no puedo saber qué pasa en el negocio de enfrente, pero sí puedo confiar en la palabra de mis camaradas comerciantes del centro histórico, lo que yo digo lo dicen ellos… Vayan a preguntar a los bancos cómo están las entradas, los depósitos, cómo esta la cartera vencida de los de aquí; que entren al negocio para que vean cómo se vende, no hay actividad. Los datos están ahí».

Ya entrada la noche, Alex Gantonas se dispone a cerrar su tienda de ropa sin cliente alguno dentro del local y cuestiona: «¿Dónde están mis derechos? Hay que buscarlos…»

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Foto: ELORIENTE.NET

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